Música y folclor

Lucrecia Longarini y Lácides Romero: dos revelaciones

Redacción

31/07/2014 - 12:00

 

Lucrecia Longarini y Lácides Romero: dos revelaciones

Lucrecia Longarini y Lácides Romero Cada año, el Mundial de Acordeones que acoge Valledupar se presenta como una caja de sorpresas. Si en 2012 destacaba el estilo sosegado de un italiano amante del vallenato y en 2013 refulgía la Murga pañamena de Max Zapata, este año la sorpresa vino de un dúo inesperado e internacional: Lucrecia Longarini y Lácides Romero.

Ella, Lucrecia, apareció el primer día del Encuentro en la rueda de prensa con una sonrisa exquisita y un inocultable acento argentino. No hacía falta nada más para seducir a los medios de comunicación –que se arrojaron literalmente sobre ella–, pero Lucrecia aceptó cantar y eso provocó el éxtasis. Desde ese momento sabíamos.

Él, Lácides Romero, hizo una entrada más discreta. Su camiseta con el nombre de Cartagena inscrito en grande delataba su reciente estadía en la costa Caribe y un estado de total parsimonia, pero poco más. En realidad, algo tramaba el maestro Lácides y muy juiciosamente se abstuvo en decirlo consciente de que las sorpresas deben revelarse en el momento propicio.

En la noche de Gala realizada en la biblioteca departamental, cada uno se presentó con su grupo y cada uno brilló a su manera. Lucrecia Longarini, acompañada por el acordeonista y pianista Néstor Acuña, cautivó al escenario con su voz y su personalidad arrolladora. No cabía en el escenario tanto carisma y tanto amor por el folclor.

Lácides Romero, por su lado, esbozó junto al clarinetista Francisco Rivera una muestra de excelencia musical que trasladó el público a distintos lugares del mundo, desde Italia hasta Brasil. Su acordeón resonó con la fuerza de un órgano en plena iglesia, es decir de manera celestial.

Todo fue regocijo y contemplación hasta que Lucrecia y Lácides anunciaron la interpretación de varios temas en dúo. Entonces, volvió esa sensación premonitoria: ambos estaban destinados a ser la revelación de una gran noche.

Desde “Matilde Lina” hasta “La pollera colorá”, y pasando por la sublime “Cartagena”, todo fue un derroche prodigioso de talento y amor por la música. Grandes e inolvidables protagonistas de un Sexto Encuentro Mundial de Acordeones.

 

PanoramaCultural.com.co

 

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