Música y folclor
El rey vallenato que cambió la caja por el acordeón

Juan David “El Pollito” Herrera, era un niño cuando conoció que el acordeonero gana más que el cajero. Él quería ganar más. Admiraba la destreza que su padre Simón tenía en la caja, agradecía sus enseñanzas en ese arte, pero no dudó en pedirle que le regalara un acordeón. ¿Un acordeón?, “sí, el acordeonero gana más que el cajero”, respondió. Seis meses después ya conocía los secretos de su nuevo amor.
Este acordeonero que compara el Festival Vallenato con una riña de gallos, fue rey vallenato en la categoría infantil, aficionado y profesional. Actualmente, tiene 40 años y se encuentra condenado a 15 años de prisión por los delitos de acto sexual abusivo con menor de 14 años y acceso carnal abusivo con menor de 14 años.
Ana Isabel Pimientel, madre de este “Gallo Negro” tal como se denominó durante una presentación en el Festival de la Leyenda Vallenata nunca lo ha acompañado a una audiencia judicial, la tristeza no se lo permite. Mientras que su hermana mayor, Luz María, lucha por contener las lágrimas al hablar de la situación de su “Pollito”.
“Cuando lo visito a la cárcel, es él quien me da ánimo. Mi hermano es inocente”, asegura y seguidamente agrega “él no acepta que haya tenido relaciones con la niña. Él dice que está tranquilo porque no ha hecho nada de lo que le están acusando y condenando. Él nos consuela a nosotros”.
Luz María, “La Polla”, como la llaman en su lugar de trabajo, cuando es día de visita en el centro carcelario se esmera por prepararle a su hermano el arroz con fideo y la carne en bistec que tanto le gusta.
Mientras conversamos, recuerda cuando en el año 1996 tras conocer el veredicto del jurado que dio a su hermano como ganador en la categoría acordeonero profesional del Festival Vallenato, en el San Martín, barrio de Valledupar donde vivían, cerraron las calles para celebrar con buena música el triunfo del “Pollito”.
Un primo de don Simón tenía ese apodo: “El Pollo”, el cuál fue heredado a este cajero que luego quiso ser acordeonero. “En la casa no le decimos ‘Juan David’, le decimos ‘El Pollo’.
Juan David apeló la decisión del juez. Mientras tanto el sonido de su acordeón está apagado. Espera no perder en esta nueva ‘riña’ las pocas plumas que le han quedado.
Herlency Gutiérrez
@HerlencyG
1 Comentarios
Ya cansa leer tantos artículos con referencia al señor Herrera, no sólo aquí, también en el pilón. De igual manera las emisoras locales. Siempre con un aire de condescendencia, pobrecito el pollito. No tienen en cuenta a la víctima, una niña de 12 años, mientras que el ya era un hombre maduro. Cuando el señor se ganó el festival vallenato creo que la niña no había nacido o era una bebé. Esto es propio de una sociedad machista y misoginia como la vallenato, aquí el hombre es rey, las mujeres sólo un apéndice.
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