Música y folclor
Los ritmos de la India aterrizan en la ciudad de Valledupar
Nacido en la isla de Mauricio en el océano índico, de origen indio y francés de nacionalidad, Subhash es el perfecto ejemplo de la mezcla de culturas.
Este ciudadano del mundo llegó a la ciudad de Valledupar el 2 de mayo gracias a la Alianza Francesa tras recorrer medio país. Músico atípico, experto en las percusiones indias, el hombre no dejó a nadie indiferente.
Tras presentarse en un idioma que pocos entendieron (el francés), Subhash se sentó silenciosamente. Ante él un público expectante de más de cien personas miraba cómo se instalaba sobre una alfombra de estilo indio, con lentejuelas e hilitos dorados.
El artista se acomodó, dobló las piernas, miró a su alrededor, sonrió con una expresión de cortesía, volvió a adoptar una cara hermética, inició un fondo de música electrónica con su computador y, al mismo tiempo, empezó a tocar las percusiones tradicionales de su país.
Hace más de veinticincos años que Subhash es músico. Se formó tocando música india tradicional, ese tipo de música que puede verse en algunas películas de bollywood y en las que todos los actores acaban bailando sin saber por qué motivo.
Sin embargo, en este caso, la música era mucho más sosegada. La relativa oscuridad y la cercanía con el público favorecían un ambiente distendido e íntimo. La luz roja enfocada sobre el artista provocaba una sutil sensación de calor.
En 1993, Subhash experimentó algunos cambios en su música e incorporó unas melodías sintéticas que ahora sirven de acompañamiento. Fue un punto determinante en su carrera musical. La innovación generó tanto ruido que el artista empezó a recorrer el mundo para tocar en escenarios como Inglaterra o España, y ahora Colombia.
En la Alianza Francesa, la reacción del público vallenato fue primero un silencio atronador. Tras cinco días frenéticos, marcados por el 45 Festival de la Leyenda Vallenata, resulta extraño encontrarse frente a un instrumento que no sea un acordeón o una guacharaca. Quizás por eso la reacción fue relativamente fría al principio.
Sin turbarse, Subhash se dedicó a repiquetear unos ritmos en sus dos tambores mientras una pantalla a sus espaldas dejaba entrever los magníficos paisajes de una isla del océano índico llamada La Reunión (lugar en que reside actualmente el artista y que tiene una fuerte tradición hindú).
Más adelante, el artista invitó el público a participar en un juego de improvisación con unas palmas. La reacción fue inmediata y a los pocos segundos todos los espectadores repetían al unísono los ritmos de Subhash. El entusiasmo llegó incluso a incitar algunos a bailar.
Hay algo en la música folclórica india que atrae a la gente. Algo místico y animado que invita a sentirse a gusto y disfrutar del momento, a hablar y compartir. Subhash lo define en cuatro palabras: Paz, amor y no-violencia. Eso es lo que experimentó el público en una noche calurosa y que lo llevó a seguir el ritmo del músico.
Es la primera vez que Sudhash viene a Colombia, pero no la última. El hombre ha encontrado en nuestro país un pueblo y un clima formidables y eso le ha motivado a tocar con todo el corazón. “Me siento como en casa”, dice con una sonrisa de oreja a oreja al final del concierto.
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