Música y folclor
Cuna de Acordeones, un ‘aprobado’ en la lista de Kalata Mendoza
Ese día se levantó temprano y no desayunó. Se fue a casa de Wilber –su hermano- y pasó toda la mañana en ayuno, orando y dando gracias por las muchas bendiciones que asegura ha recibido. Agradeció no solo por su familia, como lo hace de costumbre; en esa ocasión había un motivo más, una encomienda nueva para Dios: que lo respaldara en la gesta que libraría más tarde frente a otros acordeoneros tan talentosos e ingeniosos como él. Era muy consciente de que no sería fácil, de que tendría que dejar en la tarima sudor, talento y carisma y que el resto vendría de lo alto.
Con esa convicción regresó a su casa al medio día, almorzó, tomó un breve reposo, para luego vestir un pantalón gris y una camisa de flores que es “bien bonita” -como él mismo lo dice- y emprendió el viaje Valledupar–Villanueva, llevando consigo sus ilusiones, su acordeón, sus amigos y compañeros cajero y guacharaquero. Llegaron a la plaza, atiborrada de gente, y esperaron que el presentador anunciara el turno: Carlos José ‘Kalata’ Mendoza, a tarima. “Mi preocupación antes de subir a la tarima, más que el premio, es que pueda salir excelente mi presentación, el premio es una añadidura, pero me gusta quedar bien con el público, hacer una buena presentación”.
“La competencia estuvo bastante fuerte. Fueron muchos colegas y compañeros con destreza también”, dijo después de todo, con un nuevo título de rey a cuestas, mientras tomaba ese descanso interrumpido recurrentemente por amigos que llegaban o llamaban a felicitarlo y periodistas que querían tener sus palabras como rey del Festival Cuna de Acordeones, de Villanueva, La Guajira.
A su turno, rindió homenaje a grandes como Calixto Ochoa, con el merengue ‘El retoñito’, a Andrés Landero, con el paseo ‘Alicia la campesina’ y a Luis Enrique Martínez, con el son ‘Amor irresistible’. Para la puya escogió a Efraín Díaz con ‘La música en mis venas’ y a la hora de la romaza se fue por Alberto ‘Tico’ Mercado con ‘No pude quitarte las espinas. Terminó su presentación y dejó todo en manos de Dios.
Lo que quedaba para él y sus amigos contendores era esperar. “Estaba tomándolos del pelo, jugándome con los colegas. Entonces nos llamaron a los cinco, nos metieron en el camerino y ahí sí comenzó la tensión más fuerte, nos preguntábamos ¿qué habrá pasado? Esperábamos el fallo porque no teníamos ni idea de quién podía haber ganado. De repente llego un muchacho de Telecaribe y buscándome y me dijo: Ven. Tú eres el rey y me haló para la tarima”.
Se paró de nuevo frente al público que hacía, esta vez como el nuevo rey, y agradeció a Dios, por el respaldo que le había pedido en la mañana, a sus compañeros de gesta, a sus amigos y al público que lo aplaudió y animó a dejarlo todo en la tarima. “Dios fue quien me dio esa victoria, el apoyo de Dios fue muy importante. Hice mi presentación muy bien, me sentí muy cómodo y creo que esa es la preocupación de todo acordeonero; es lo que más me interesa a mí, que mi talento sea impecable”.
Cumplida la misión y cumplida la meta, Kalata Mendoza, el rey de la versión 37 del festival Cuna de Acordeones, regresó a su casa en Valledupar, donde descansó y-claro- oró de nuevo, esta vez con plegarias de gratitud y una nueva meta: el Festival de la Leyenda vallenata, que estaría seguido a su vez por el cumplimiento del sueño posterior de ser rey de reyes, la máxima distinción a la que aspira un acordeonero concursante de festivales. Habla además de lo que por estos días ocupa su atención, esfuerzos y entusiasmo: Su agrupación al lado de Rafael María Díaz, con quien prepara una producción discográfica, que saldrá al mercado en el 2016, y de sus aspiraciones de ingresar a la universidad a estudiar psicología, también el próximo año.
Así es Carlos José Mendoza Manjarrez, el hombre de tiene 32 años que piensa en música respira música y sueña música. Desde que tenía 12 está concursando en festivales vallenatos, logrando tener una lista extensa de títulos. “Tendría que ponerme a sacar la cuenta”, dice y entrega unos cálculos ‘a vuelo de pájaro’: “Unos diez en infantil, unos 20 en aficionado y unos siete en profesional”.
Además de acordeonero, Kalata Mendoza se define como “compositor, productor, actor y seguidor de Jesús”. Al preguntarle dónde tiene tanto triunfo, responde “los triunfos se guardan en el corazón”; de ahí se entiende por qué quienes lo conocen aseguran que tiene un corazón grande.
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Cuadro de honor Festival Cuna de Acordeones 2015
Acordeón Profesional:
1. Carlos José Mendoza
2. Carlos Torres
3. Hernando Larios
Acordeón Aficionado:
1. Iván Lamus
2. Darwin Oñate Díaz
3. Yorjan Herrera Peñalosa
Acordeón Juvenil:
1. Natalis Patiño Amaris
2. Roberto Carlos Kammerer
3. Jesús Valderrama Mora
Acordeón Infantil
1. Álvaro David Poso
2. Sergio Moreno
3. Raúl Martínez
Piqueria Profesional:
1. José Feliz Ariza
2. José Luis Tapias
3. Teobaldo Peñalosa
Canción Inédita Tradicional:
1. Sandra Camargo
2. Alexander Oñate
3. Ceida Acosta
María Ruth Mosquera
@sherowiya
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