Música y folclor
La despedida de los grandes a un gigante como Calixto
Tras hacer historia en la Plaza Alfonso López en dos ocasiones con su acordeón (1970 y 1987), y ganarse un espacio como uno de los Reyes Vallenatos más carismáticos de la historia, Calixto Ochoa volvió el 19 de noviembre del 2015 a ese lugar mítico de Valledupar para despedirse definitivamente de todos sus seres queridos.
Inicialmente posicionado en la iglesia Inmaculada Concepción, el cadáver del compositor fue trasladado a la tarima de Francisco El Hombre donde una multitud de admiradores pudo reencontrarse con él y mirarlo por última vez.
Fue un momento de gran intensidad, como suele ser con las figuras que marcan de manera extraordinaria el folclor vallenato. Alrededor de la plaza sonaban las canciones del maestro en equipos de sonido que duplicaban la tristeza y melancolía.
Entre todos los admiradores, se encontraban también importantes cantantes y músicos del folclor. Figuras que reconocían su admiración y respeto por un ser que supo mostrarse como era y, sobre todo, componer canciones que hicieron vibrar a todo un país.
“Calixto siempre hizo parte de mi vida musical y fue clave en mis comienzos. Se fue un gran ser humano y un músico completo al que muchos le aprendimos”, reconocía Alfredo Gutiérrez con una expresión verdaderamente afectada.
Por su lado, Martín Elías recordaba su cercanía y cariño. “Mi papá, que se identificaba mucho con él, le grabó muchas canciones. Calixto Ochoa siempre fue de mi casa y más ahora que Rolando es mi compañero de fórmula musical”.
Jorge Oñate lo describió como un ser inigualable. “A través de sus canciones nos abrió un amplio campo en la música a los que iniciamos en esta brega. Se nos fue el maestro del acordeón, de la composición y el amigo que nunca dejó su humildad y su manera grata de tratar”.
Otros acordeoneros, como José María “Chema Ramos, compartieron sus recuerdos y anécdotas. “Era un músico versátil y buena persona. Parrandeamos mucho y era agradable porque algunas de sus canciones eran jocosas o dedicadas a cosas sin mucha importancia, pero que para él tenían un gran valor”, José María ‘Chema’ Ramos.
El Rey Náfer Durán subrayó la supremacía del Rey difunto. “Dice una canción que de Calixto no había que hablar porque en su trayectoria con su acordeón y sus canciones dio muestras de su capacidad y don para ser inigualable”.
Mientras que ‘El Cocha’ Molina destacaba el crecimiento de un hombre que terminó siendo un ejemplo para todos. “A todos nos enseñó, fue un Rey Vallenato de esos que son lleno de virtudes y que supo explotar para bien de nuestra música. Siempre lo recordaré”, dijo.
En una plaza Alfonso López colmada, todos los admiradores de Calixto -hasta los más grandes músicos- se pusieron de acuerdo en algo: Calixto es un gigante. Y no hay quien lo sustituya.
PanoramaCultural.com.co
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