Música y folclor
Joe Arroyo, el Sonero de América

Arcaño, abuelo del mambo el cual alcanza su clímax con Orestes e Israel López, junto con Arsenio Rodríguez. Es cuando el mambo recorre el mundo con Jorrín y Pérez Prado, alcanzando un status danzonero con el chachachá (1).
Así también, con picante y sazón caribeño, irrumpe en Colombia el Joeson, una variante musical del tronco común de la expresión tradicional de la pachanga y son montuno, una propuesta triunfante con acogida continental, fruto depurado de Álvaro Arroyo González.
“El Joe”, de quien se dijera estar a la altura musical de luminarias colombianas de la talla de Lucho Bermúdez, José Benito Barros, Rafael Escalona, Pacho Galán, Adolfo Pacheco, Jaime Echavarría, Leandro Díaz y Estercita Forero. Todos ellos representando la estela deslumbrante de nuestros intérpretes y compositores de la cuenca Antillana y Caribeña, sin caer en el grosero relajamiento e irrespeto por la tradición folklórica que sólo, con mencionar “Centurión de la Noche” y “La Rebelión”, dejamos ubicado a Joe Arroyo en las puertas de la eternidad poéticomusical de Colombia.
A raíz de su sensible fallecimiento a los 58 años, centenares de homenajes han sido rendidos al “Sonero de América”, nuestro inolvidable vocalista, triunfador en más de doscientas composiciones de temas carnavaleros, vallenatos, cumbias, fandangos y guachernas, boleros, porros y rumbas criollas del folklore popular del Caribe, con propia y ajena inspiración, con alegrías y sinsabores, cantándole al amor, pues Lope de Vega nos confiaba: “La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación”.
Creaciones nacidas en humildes lares en la Heroica Cartagena, en la esquina del movimiento en Barranquilla y la Costa Caribe, pregonando sus cantos en danzas, cabildos y mascaradas del carnaval barranquillero, hasta encumbradas audiencias internacionales, obteniendo logros artísticos y reconocimiento a su descollante creatividad sonera allende nuestras fronteras por agrupaciones neoyorquinas , puertorriqueñas y mexicanas.
Santoral Afrocaribeño
Joe, consciente de sus ancestros, siempre impuso creencias y variantes dialectales como el creole de raíces mozambiqueñas, lucumí, congobantúes, y del senegalés –siguiendo las obras pioneras sobre el folklore afrocaribeño de Ciro Quiroz, Tomás D. Hinojosa y Pedro Castro T.-, aparte del consenso de reputados antropólogos sobre la pluralidad étnica de nuestras Costas colombianas.
Ya era una constante popular, como el fraseo de Joe Arroyo, donde se corean expresiones ancestrales en muchas de sus canciones. Así ocurre en la Cuba bizarra, Jamaica, en la plenitud antillana y rescates literarios como los del cartagenero Germán Espinosa en “Los cortejos del diablo”, y como García Márquez acostumbraba a ubicar las fronteras de la realidad en sus libros sin fronteras, para llevarnos a través de submundos propios en nuestra diversidad étnica, tal cual vemos entre otros en “El amor en los tiempos del cólera” y “El general en su laberinto”, y la obra de Zapata Olivella, y mis personales entimemas en la prensa regional costeña y vallenata (4) sobre la presencia mestiza en el fabulario popular y toda la geografía caribeña, con autoras como las cubanas Fina García Marruz y Lydia Cabrera, las mexicanas Elena Garro, Elena Poniatowska y Rosario Castellanos, al igual que la caraqueña Teresa de la Parra, la colomboargentina Marta Traba y la puertorriqueña Rosario Ferré. Pioneras féminas
entusiastas por ahondar en nuestra herencia mestiza en sus obras.
El continente mestizo
Es innegable que desde San Basilio de Palenque, Chambacú y Cartagena, se irradia una cultura híbrida que privilegia las semejanzas de divinidades del “civilizador” español con las semiclandestinas sesiones playeras y los achées de profundas creencias afrocaribeños, donde prevalecen las fuerzas de la naturaleza, mediante la veneración de sus “Orishas”, y las tres grandes vertientes: La Regla de Ocha o santería (5); la Regla de Palo y la sociedad secreta Abacuá, las que según los cubanos Nathalia Bolívar y Alejo Carpentier, así como el uruguayo Mario Benedetti en “Letras del continente mestizo”, podemos con ellos apreciar la extensa manifestación con comidas, bebidas y de habilidades artísticas y estéticas de raíces nigerianas como los Lucumí que practicaban los “Cabildos de nación”; la tribu de Oyó, que adoraba a Changó, dios del rayo y de la guerra, como las evocaciones a la fertilidad de sus mujeres a través de Santa Bárbara sincretizada en Yemayá, madre universal.
No olvidamos mencionar las tribus de Ekiti y Ondó que veneraban a Oggún, dios de las montañas y el trabajo, por lo que adoptan a San Pedro; los de Ossabo, Iyesá e Ijebú, quienes se rendían ante Ochún, diosa del amor y la sexualidad, representada por la virgen de la Caridad del Cobre y la del Carmen (Do Carmo en Brasil), como también quienes ofrendaban preces a Babalú Ayé, con su versión en San Lázaro para curar a los enfermos, en todo el ámbito del Caribe antillano que, en gran proporción cierra el epifonema, concluyendo en la realidad de Colombia como uno de los más grandes asentamientos obligados de las tribus africanas de las que Joe Arroyo es descendiente.
Privilegiamos las siguientes composiciones de inspiración popular para cimentar el luto-alegría que siempre estarán presente en nuestra cultura afrocaribeña para recordar a un grande cantaor que partió sin retorno hacia la gloria...
“Te has ido a continuar con la Guerra de
los Callaos, para ello irás Arroyando
a todos con Azúcar, pues Lo Diferente que
caracteriza al Sonero de América es todo el
Fuego que en su Mente aplicaba a sus creaciones
para ir Reinando en su Vida, sin importar
Armar la Moña del Carnaval, pues
el SuperJoe sus Razones Tendrá. ¡ ¡Se fue
el Centurión! : Te has ido a reunir con
¡Oh,Tania!, y formar tu Rebelión en el Olimpo de
tus Orishas, Babalú Ayé, Changó y Ochún,
en donde ahora no eres el Ausente al lado
de los Reyes del Trópico que no volverán,
con Escalona, Celia, Avilés y Cachao; En
Noches de Arreboles ya lejanas, llevaste tu
cara de Payaso, ante Eleguá y Yemayá en
coros con Maelo Rivera, y Hernando Marín,
¡Ay Papá !! …
...! Cuando por doquier la tristeza del boga
se extienda en las aguas del Gran Magdalena,
y mi Gente Caribe, vuelva a aplaudirte,
pues siempre serás su Centurión enlistado
para el combate contra la tristeza y melancolía.
Mostrando el Camino Claro bajo la
luna barranquillera de Estercita Forero tendremos
presente que Tú Volverás con tus alegres ritmos de batá,
con el inmortal Joesón, asegurando que Sabré
Olvidar tus ratos de amargura porque
Pa´l Bailador y compositor insigne que
brindó Ron Pa´to el Mundo, celebrará el
cumpleaños con Lindas Rosas para Tania, y
en la orquesta celestial cantarás chandé en
honor a quien Todo le Debes, Dándole Gracias
al Señor por haber cumplido tu promesa
de que en ¡Barranquilla Te Quedas!
Jairo Tapia Tietjen
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:
(1) GARCES HERAZO, Luis R.. Recuerdos Musicales del Caribe. Quibdó: Guimón Editores, 1996. 374 p.
(2) GARCIA USTA, Jorge y SALCEDO RAMOS, Alberto. Diez Juglares en su patio. Bogotá, D.C.:ECOE Ediciones, 1994. 210 p.
(3) GUTIERREZ HINOJOSA, Tomás Darío. Cultura vallenata : Origen, teoría y pruebas. Bogotá, D.C. : Plaza & Janés Editores. 1992, 608 p.
(4) LLERENA VILLALOBOS, Rito. Memoria Cultural del Vallenato. Medellín : Universidad de Antioquia, 1986. 476 p.
RONDON V. , César Miguel. El Libro de la Salsa. Caracas : Meridiano. 1985.
Jairo Tapia Tietjen Codazzi (Cesar,Colombia). Filología e Idiomas, UPTC. Tunja. Especialista en Pedagogía de estudios autónomos, UNAD, docente, Coloperena, I.E.M.G.Cuello, catedrático fundador (1977) de la Universidad Popular del Cesar, y U. del Magdalena.
Sobre el autor

Jairo Tapia Tietjen
WikiLetras - In Memoriam
Codazzi, Cesar (1950-2018). Columna en memoria de quien fue un destacado colaborador de PanoramaCultural.com.co. Bachiller Colegio Nacional A. Codazzi, 1970. Licenciado en Filología Española e Idiomas, UPTC, Tunja, 1976; Docente en Colegio Nacional Loperena, 1977-2012. Catedrático Literatura e Idiomas, UPC, Valledupar, 1977-2013. Director Revista 'Integración', Aprocoda-Codazzi, 1983-2014; columnista: Diario del Caribe, Barranquilla, El Tiempo, Bogotá, El Universal, Cartagena, El Pilón, Vanguardia Valledupar: 1968-2012. Tel: 095 5736623, Clle. 6C N° 19B 119, Los Músicos, Valledupar- Cesar.
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