Música y folclor
Una cita en Patillal para cantar, cabalgar y honrar las tradiciones
Los adultos de hoy amenizaron su infancia bailando trompo, jugando a la gallina ciega, al boliche, saltando la cuerda, cabalgando en caballitos de palo y deleitándose con otros tantos juegos tradicionales propios de una época en la cual el teatro de la vida se situaba en los entornos presenciales y los juguetes para cuya elaboración no intervenía ayuda tecnológica alguna, como piedrecitas, trapos, hojas, arena y similares.
Hoy son otros tiempos y los niños saben sobre estas y otras usanzas de sus abuelos porque mediante relatos orales les muestran las formas de entretenimiento infantil del pasado o a través de jornadas que se programan específicamente para fortalecer la identidad y salvaguardar las tradiciones; jornadas como las que este fin de semana tendrán lugar en Patillal, corregimiento del norte de Valledupar, en el Cesar.
Ese lugar, situado al pie de una lomita de piedra de la Sierra Nevada, rodeado por el menguante arroyo La Malena, ‘custodiado’ por los cerros La Falda y Las Cabras, envuelto en un ambiente bucólico indescriptible y con una cosecha abundante de poetas cantores, es el lugar donde el fin de semana del 24 y 25 de septiembre del 2016 se convoca a cientos de personas que acepten la invitación al Cuarto Encuentro Cultural de Canciones y Tradiciones de Patillal que, como explica Juan José Corzo Lúquez, fundador de la iniciativa, “busca fortalecer la riqueza cultural del pueblo, descubrir nuevos talentos, apoyar los existentes y seguir engrandeciendo la riqueza cultural de Patillal”.
Este año el certamen le rendirá homenaje uno de tantos personajes que brillan en el firmamento folclórico local, sin que necesariamente se trate de nombres como Rafael Escalona, Tobías Enrique Pumarejo, Freddy Molina, Octavio Daza, José Alfonso 'El Chiche' Maestre, José Hernández Maestre, José María ‘Chema’ Guerra, y otros. Se trata de Octavio ‘Tombe’ Arias, un viejo cantante y cajero que tiene escrita su historia musical al lado de su primo Julio García, de Luis ‘El Negrito’ Villa y en general de la reseña parrandera de su comarca.
“El encuentro tiene como objetivo cazar talentos nuevos y promoverlos para seguir sosteniendo el nombre de Patillal como tierra de grandes artistas. Se hace concurso de cantantes infantiles y muestras musicales con niños y jóvenes que comienzan a incursionar en el mundo del vallenato; es decir, nosotros les damos todos los medios para que monten su grupo y puedan hacer sus muestras; tenemos también lectura, pintura y cuentos infantiles. Un concurso muy llamativo que es caballitos de palo para que se mantengan viva las tradiciones de Patillal”, precisó Corzo Lúquez.
En el encuentro han dispuesto dos importantes espacios académicos que son un foro sobre historia de Patillal y un conversatorio que tendrá como eje al homenajeado. Esto, sumado al propósito de rescatar nuevos talentos del pueblo, promoverlos. “Canciones que no se hayan dado a conocer, es una manera para mostrarlas; de hecho los tres eventos que han pasado, los tres compositores que han ganado han siso campesinos netos del pueblo”, añade Juan José.
Un atractivo especial del encuentro este año es que su fecha de realización coincide con la celebración de las fiestas patronales de la Virgen de las Mercedes, que anualmente atrae a devotos de los más insospechados lugares que llegan a Patillal para cumplir con sus rituales de fe y fortalecer sus creencias.
Será además la ocasión para elevar plegarias el nombre de Consuelo Araújo Noguera, una de las más fieles asistentes a esta celebración, así como César Enrique Hinojosa Gutiérrez, Ismael Hinojosa Vence y Roberto Enrique Arias Rojas, quienes hoy ya no están, debido a un episodio del conflicto armado que tuvo lugar para esta misma fecha, hace ya quince años.
La invitación está enviada entonces a todos los que deseen ir al pueblo donde nacen las canciones sentidas, tres mil canciones sentidas para ser más exactos, a untarse de poesía, de tradiciones, de infancia y de fe; de historias añejas sobre sabanas enteras sembradas de patillas, de brisas cómplices para volar cometas, de la estrella más brillante, el pueblo que –como describió José Hernández Maestre, “es como una melodía que al oírla nos provoca cantar”.
María Ruth Mosquera
@Sherowiya
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