Música y folclor

Alejo Durán y su pedazo de acordeón siguen reinando en abril

María Ruth Mosquera

25/04/2017 - 06:20

 

 

Ha pasado ya medio siglo desde aquel abril en que Alejandro Durán Díaz llegó a Valledupar a concursar en el Festival de la Leyenda Vallenata, que ese año se estrenaba, y se coronó rey, contra todos los pronósticos, pues las apuestas le iban a Emiliano Zuleta Baquero.

Para entonces, el Negro Alejo contaba con cierto reconocimiento como acordeonero por todos los pueblos ribereños del Magdalena; de su linaje ya se conocían antecedentes como su tío Octavio Mendoza y su quehacer musical estaba influenciado por otros como Víctor Silva Sebastián Guerra, Pedro Nolasco Martínez, José Antonio Serna, grandes ejecutantes del instrumento que amenizaron la vida en El Paso del Adelantado y sus alrededores.

No obstante, su fama no se había diseminado por los rincones tocados por su género musical. Fue en ese abril, tras salir triunfante de la Plaza Mayor, cuando los periódicos nacionales registraron la noticia de su reinado, cuando su fama tomó forma y su nombre se hizo tan familiar en los contextos vallenatos tanto como su pedazo de acordeón y sus tan particulares animaciones ‘Oa, sabroso, Apa,’que reposan hoy en la memoria patrimonial de este folclor.

Tres décadas después de coronarse rey, Alejandro Durán emprendió su viaje eterno, un día de noviembre de 1989, cuando su corazón dejó de latir y su presencia dejó de ser física, dejando atrás aquellos rumores de cuando se veía con su pedazo de acordeón por los santanderes, cuando se oían sus rutinas por un pueblo ribereño o cuando lo veían pasar “de Puerto Antioquia pa’ arriba pa’ Yarumal, donde andaba en correduría”.

Sin embargo, su música y su esencia permanecen vivas en los muchísimos herederos de su estilo, en los acordeoneros que año tras año se dan cita en los festivales, a los que en abril llegan a la plaza mayor para replicar la hazaña que a él lo convirtió en rey; pero sobretodo, su presencia pervive en su natal municipio de El Paso, donde cada abril le rinden honores con el Festival Pedazo de Acordeón, como continuación de un Festival Escolar, Deportivo, Recreativo y Cultural que data del año 1979, en el cual participaban todas las escuelas del municipio en las diferentes actividades deportivas, recreativas y culturales que se programaban.

Para 1988, un grupo de personas amantes del folclor y pensando en salvaguardar sus tradiciones y mantener viva la esencia histórico cultural local, se organizaron en una entidad llamada Fundación Festival Pedazo de Acordeón.

Este es otro abril. La imagen del Negro Alejo es evocada como el precursor de los que esta semana subirán a la tarima en Valledupar en la misma plaza que testificó de su triunfo, a buscar catapultar su dignidad a la condición de rey de reyes del festival de la Leyenda Vallenata.

Pero también en El Paso, Alejo es el rey al que se le rinde homenaje con el Festival Pedazo de Acordeón, que acaba de elegir a los reyes de su versión número 29, en los concursos de acordeoneros infantiles, acordeoneros juveniles, acordeoneros aficionados, acordeoneros completos, piqueria y canciones inéditas.

El Festival decidió dedicar esta versión al folclorista, escritor e historiador Ciro Alfonso Quiroz Otero, nativo de El Paso, Cesar, quien lució en el afiche oficial del certamen, acompañado de Alejo Durán, y la reconocida Parroquia San Marcos, que lleva el nombre del Santo patrono de los paseros.

Propios y visitantes admiraron los concursos y se deleitaron con grupos folclóricos y agrupaciones musicales de la región que brindaron un espectáculo colorido en la tarima José Antonio Serna.

 

María Ruth Mosquera

@Sherowiya 

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