Música y folclor
Un recital majestuoso de música llanera en la capital del vallenato
Colombia es el país de la diversidad. No sólo en su geografía y sus gentes sino también en sus costumbres y sus expresiones artísticas.
Un maravilloso ejemplo es el concierto de música llanera que tuvo lugar esta semana en el auditorio de la Biblioteca Rafael Carrillo (en la ciudad de Valledupar). Las composiciones tradicionales y originales del cuarteto Canaguaro cautivaron desde la primera nota a una audiencia siempre más entusiasta con este tipo de ofertas culturales.
¿Y cómo permanecer indiferente ante la excelencia de unos artistas tan talentosos? Es imposible. El recorrido de esta agrupación habla por sí sola: estamos ante una de las propuestas más representativas y atractivas del folclor llanero.
La crítica colombiana presenta esta propuesta sonora como una de las más sólidas, influyentes e innovadoras en la escena tradicional del país que sabe conjugar a la perfección la espontaneidad con el rigor.
El proyecto nació en 1998 con la creación de Guafa Trío: un grupo que enseguida llamó la atención del público local y nacional por su innovación dentro de las músicas pertenecientes a la región central y oriental de Colombia.
Luego llegaron los reconocimientos con el Gran Premio Mono Núñez (1999) y el Primer Premio Hatoviejo-Cotrafa (2000), y una grabación de un disco publicado en Europa en el año 2006.
En el auditorio de la Biblioteca Rafael Carrillo, la elegancia del cuarteto quedó al descubierto. El esplendor de este espectáculo se cristalizó con la voz melodiosa de Andrea Díaz Téllez que se paseaba con seguridad y ligereza sobre el compás del contrabajo firme de Leonardo Gómez Gómez.
La flauta cadenciosa de Ignacio Ramos Cusaría corría y repiqueteaba sobre los notas del cuatro alegre de Cristian Camilo Guataquira y juntos conformaban un cuadro de excelencia colombiana. Una combinación musical de gran gusto.
Entre las composiciones brillaron los joropos con influencias arabescas y carnavalescas como “San rafael”, “Carnaval de tu llegada” o “Quirpa cinco”, pero también otros ritmos más europeos como el vals “Si me miras a los ojos”, el bambuco “Bambucojo” o el entreverao “Décimas de la ausencia”.
El son y el bolero cubano también se perfilaron en este concierto a través de la voz de la cantante que recordaba en muchas ocasiones a la famosa Gloria Estefan por su timbre melodioso y su versatilidad.
Fue tan conmovedora la presentación que los asistentes, las familias y los niños celebraron el final del concierto con una oleada de aplausos. La respuesta del cuarteto no se hizo esperar e interpretó otro tema más de su repertorio.
Así pues, la noche llanera resultó ser un éxito completo en Valledupar: un momento para apreciar la riqueza cultural de nuestro país y saborear el valor universal de su música.
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