Música y folclor
Poética de Carlos Vives en el Canto vallenato

En las tardes, cuando el sol se abraza con el mar, contempla desde la playa de su nativa Santa Marta el tropezar incesante del agua, la lejanía pincelada de arreboles y la música del viento que cabalga sobre el lomo de las olas. Esta escena de contemplación y asombro, repetida en la infancia de Carlos Vives, incita en su espíritu la estética de las impresiones y crecen los sueños por las sendas del arte y la epifanía.
La vida en el arte es un despertar, y se despierta mediante la creación por la fuerza de las impresiones extraordinarias. En las estaciones oníricas del joven Carlos Vives eran permanentes las imágenes de la belleza ondulante de las olas y los ritornelos del viento sobre el mar. La imagen del movimiento del agua es el despertar de su inclinación por las artes escénicas, que después va a mostrar en sus participaciones en varias telenovelas. La imagen de los ritornelos en el mar es el despertar de su talante por la música y el canto. Pero hacen historia en su memoria aquellos momentos cuando su padre lo llevaba a escuchar a maestros acordeoneros de la Provincia de Padilla y Valledupar, y comprendía que en cada verso los compositores portaban la vida tamizada por el espíritu.
Su vida en el arte a nivel nacional se inicia en 1982 en las telenovelas; de ellas, las más conocidas son ‘Tiempo sin huellas’, con un personaje que le cayó como anillo al dedo, en tanto que interpreta a un joven romántico que sueña ser un artista. En 1985, ‘Tuyo es mi corazón’, al lado de la diva Amparo Grisales. En 1986, ‘Gallito Ramírez’, donde comparte papel protagónico con Margarita Rosa de Francisco. Pero la verdadera consagración actoral fue en 1991 en la telenovela ‘Escalona’, representado la vida del maestro Rafael Escalona. Con esta interpretación Carlos Vives se ganó el corazón de la Provincia, y se enamora con desmedida pasión de los cantos vallenatos. Enseguida, acompañado del rey vallenato (1985) Egidio Cuadrado, quien también había participado en la novela, graba el Cd ‘Un canto a la vida’, con canciones de Escalona.
El precepto de que la cultura de un pueblo no se discute, se defiende; pero nadie puede defender aquello que no ama, y nadie puede amar lo que no conoce. Carlos Vives lo hizo suyo y empieza a indagar por el origen del canto vallenato: encuentra en La Sierra Nevada, territorio sagrado de los indígenas, los sonidos de las gaitas y los tambores que son las raíces históricas de los aires vallenatos. Recorre La Provincia de Padilla y Valledupar, región prolífica de juglares, acordeoneros y guitarristas; fascinado por este acontecimiento crea su grupo musical con el nombre de ‘La Provincia’. Entonces empieza una nueva era del canto vallenato en fusión con ritmos modernos. En 1993, graba “Clásicos de la provincia”, una antología de canciones, entre ellas: ‘La gota fría’, ‘Matilde Lina’, ‘La hamaca grande’, ‘Lirio rojo’, ‘La cañaguatera’, ‘Alicia Dorada’, ‘El cantor de Fonseca’, ‘El Compae Chipuco’, ‘La celosa’ y ‘Altos del Rosario’. Estas canciones emblemáticas del vallenato son escuchadas y celebradas en países de América y Europa.
Carlos Vives y Egidio Cuadrado realizan después varias grabaciones con fusiones de ritmos caribeños; en 2002 regresan a las raíces con las canciones de Escalona “Clásicos vallenatos”, y en 2009 selecciona para “Clásicos de la Provincia II”: ‘Confidencias’, ‘Momentos de amor’, ‘Noche sin luceros’, ‘Frente a mí’, ‘Mujer conforme’, ‘Sin ti’ y otras. En la actualidad es el intérprete de canciones vallenatas con mayor reconocimiento internacional. Y dice con grandeza humana: “el vallenato no me debe nada a mí; lo que soy como artista se lo debo a los juglares. Yo no hago folclor, sino proyecciones folclóricas”. Carlos también es un buen compositor, es de su autoría ‘El hijo del vallenato’, un merengue que ya tiene un lugar de privilegio en el parnaso del canto. Leamos dos estrofas:
Y por si alguna duda les quedara a mis amigos
que no se les olvide si algún día siguen mis pasos
cuando vayan a España y pregunten por Carlos Vives
claro dirá la gente es el Rey del Vallenato.
Yo siempre cantaré, historias de mi pueblo
momentos de un ayer, futuro de mi ensueño
yo siempre volveré, por los caminos viejos
sendero natural, de los hombres sinceros.
La tradición lucha contra la tempestad de la historia, pero la evolución nadie la puede detener. La música, como todas las expresiones del arte, es perfume del tiempo. Tantas cosas se han hecho, pero siempre habrá algo nuevo por hacer. Así es nuestra música vallenata de hoy; no sabemos cómo será después, pero en estos momentos es la más escuchada y la más representativa de las expresiones culturales de Colombia.
Es entendible que a las personas mayores que les gusta la música vallenata, tengan marcadas preferencias por las canciones y los interpretes que escucharon en sus años juveniles, y defiendan con variados argumentos sus razones. La añoranza es una mochila trenzada de recuerdos, y el tiempo sigue como Heráclito en el río. Los compositores actuales viven otros escenarios y otras formas de expresar los sentimientos, y los intérpretes se acompañan con fusiones de sonidos modernos. Este es un fenómeno universal que se ve en todo tipo de música popular.
DÉCIMAS A CARLOS VIVES
Por José Atuesta Mindiola
Carlos Vives muy contento
mirando el azul del mar,
cuando niño iba a cantar
con las sonrisas del viento.
Y cuando llega el momento
de escuchar las melodías
de Escalona, Leandro Díaz,
Luís Enrique y Emiliano;
un sueño crece en sus manos
de cantos y epifanías.
II
Recuerda la juglaría
de músicos oportunos,
por los caminos montunos
cantares de vaquería.
La gaita en la sinfonía
de la Nevada bajó,
con el tambor se abrazó
y después los acordeones
en manantial de canciones
y la leyenda nació.
III
La virgen Santa Lucía
estrella del caminante,
la noche viste elegante
satinada de poesía.
Bella es la tierra mía
de leyenda y de folclor
donde canta el trovador
los recuerdos y el olvido;
el vallenato ha vivido
las crónicas del amor.
IV
Viejos famosos cantantes:
Beto Fernández precede
a Oñate, Poncho y Diomedes;
Rafael e Ivan fascinantes.
Pero hay un joven galante
Carlos Vives el cantor
vallenato embajador,
la música es su mandato;
le dicen rey vallenato
en países del exterior.
PanoramaCultural.com.co
Sobre el autor

José Atuesta Mindiola
El tinajero
José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).
Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.
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