Música y folclor

Mayté Montero, la reina de la gaita

“Sin música la vida sería un error”

Friedrich Nietzsche

Las mujeres de mi tierra

Hablar de las mujeres es incluirse en un universo de valentía, amor y entrega; las mujeres son seres de luz que están en el mundo para tejer esperanzas, son la más linda metáfora de vientres fructíferos, resilientes, creativos y generosos. Hoy hablaré de una digna representante del género femenino: Mayté Montero, la reina de la gaita, una mujer que vive por y para la música, tiene claro que ése es su gran propósito existencial y no descuida un minuto de su vida para vibrar al son de ritmos caribes que nos llevan al pasado, nos hacen sentir el presente e imaginar el futuro, así de sublime.

Su origen, su casta

Nace en el corazón de la fantástica Cartagena, alrededor de palmas de cocos, sonidos afros, amor de familia y amigos de barrio, esa es ella, una mujer auténticamente caribe que brilla con luz propia, que habla con seguridad y no detiene su paso. Conocerla significa viajar entre cosmovisiones coloridas y sabrosura espontánea, tiene para cada momento una frase coloquial, una anécdota, un comentario jocoso, que solo fluyen de seres de luz como ella; su largo recorrido por la música le ha dado un infinito repertorio de historias para contar, ha caminado con firmeza entre arquetipos patriarcales y no se arruga ante nada, tampoco se victimiza porque ella se vive como una mujer poderosa, una que cree en la fuerza femenina y no en los miedos infundados.

En este sentido, ser la reina de la gaita no es un título que se haya ganado por casualidad, ella tiene los méritos para ello; respeta cada escenario donde se presenta, al público que la sigue y no detiene su paso en aprender y desaprender día a día cosas que la hacen una artista dinámica que no le teme a reinventarse, a los nuevos comienzos. Es inspirador verla hablarle a sus -niñas adoradas- las gaitas, las “pechicha”, las cuida, las deleita, hace que quienes estamos a su alrededor viajemos por el caribe musical y que confirmemos que la música es el lenguaje universal del amor, la paz y la rehumanización.

Su historia, sus logros

Por todo lo que es, lo que ha hecho y sigue haciendo, Mayté es sinónimo de gaita y sonido moderno y ancestral. Su presencia en el mercado musical de proyección mundial supera las dos décadas; ha sido solista brillando con esa luz innata que tiene y ha estado acompañando a una variedad de artistas, como la maestra Petrona Martínez, Thalia, Carlos Vives y Joe Arroyo.

Mayte es sinónimo de versatilidad y creatividad, además de gaitera ella es vocalista, percusionista, compositora y manager. Su trabajo ha sido reconocido por múltiples medios como New York Times, la BBC de Lóndres, Billboard, El País (España), El Tiempo, El Espectador, entre otros. Mayte fue reconocida como Mujer Bolívar 2015 por el gobierno departamental y ha recibido múltiples nominaciones y premios Grammy Latino por su discografía junto a Carlos Vives y Petrona Martínez

Una mujer sin limites

Ella nunca tiene límites, es una productora de ideas y tiene un toque de “ atrevida” que la hacen una tejedora de oxígeno para su carrera musical con una fructífera trayectoria, no detiene su paso y entre sus grandes logros está haber convertido  - la gaita- en un instrumento indispensable de la identidad colombiana;  ella y su gaita nunca han tenido rutas limitadas siempre han logrado trascender fronteras y estar en escenarios poderosos donde han dejado el nombre de las mujeres, del caribe y de Colombia en alto.

Ella, desde su infancia, se visionaba como una persona que dejaría huellas en la historia de nuestro país y así lo ha logrado, porque como ella afirma “ Merecemos lo que soñamos y papá Dios siempre está atento a ayudarnos a cumplir nuestros sueños”, por eso en su biografía de  mujer sin límites están escritas en letras doradas experiencias como recorrer el mundo con Totó la Momposina y Carlos Vives; asimismo es de las artistas que grabó con leyendas de la industria como La Provincia, Thalia, Diomedes Díaz, y Shakira.

La reina de la gaita demostrando que el límite de ella es el infinito tiene entre sus logros ser compositora, contribuyendo La Candelilla al repertorio estándar de la gaita; ser manager renovando la carrera de Petrona Martínez; como lutier, inventó las boquillas Tuplum contribuyendo al desarrollo morfológico de la gaita; y como innovadora de tradiciones, trabajó en proyectos vanguardistas como el bloque de búsqueda en los años 90 y Petrónica, la suite electrónica de Petrona Martínez.

En 2002 incursionó como solista con el álbum Sin Control (EMI) que incluye su propia versión de La Candelilla. Con su proyecto actual de champeta, construye sobre lo construido para innovar y contar historias remotas y cotidianas. Sus sencillos Cubeta, África y Baílalo calaron en el gusto popular imponiéndose en las carteleras de la radio comercial. Mayte propone un innovador enfoque del sonido champetúo de antaño: letras joviales, melodías repetitivas, ágiles descargas de batería, guitarras reverberadas, un bajo mántrico y desde luego sus inconfundibles melodías gaiteras. (Es importante mencionar que se tomaron algunos datos de la biografía escrita por Manuel García-Orozco para la construcción de esta nota).

Mayte: una tejedora de hermandades

Ella tiene un carisma genuino para tejer hermandades, pone su talento al servicio de sus amigos, de su realidad cercana; apoya causas sociales con la confianza en un mundo menos desigual y donde los humanos volvamos a ser más piel, amor y esencia. Aunque ella esté entre entrevistas, proyectos y grabaciones siempre define espacios para compartir la amistad y para su familia, es una apostadora del sentir y de vivir cada momento como único.

La conocí por la causa social que lidero y confieso que era un sueño de infancia, siempre recordé cuando fue a un concierto con Carlos Vives a Riohacha y desde ese tiempo admiraba que fuera la única mujer en la agrupación musical; verla tomar esa gaita con seguridad y pasión me inspiraban a seguir formándome como una mujer convencida de los talentos femeninos y de nuestra misión en el mundo, desde ese entonces soñaba con conocerla y escuchar las miles de anécdotas que sospecha tenía para contar y de las cuales aprendería mucho; y como los sueños se cumplen así sucedió, nos conocimos y hemos tejido una hermandad con la lealtad propia de nuestro caribe, de ese caribe que nos hace cercanas y que nos recuerda que la música, la gastronomía y las costumbres nos forman en un solo universo.

Mayte conoció las iniciativas que lideramos desde la asociación Evas&adanes y rápidamente de espectadora pasó a ser nuestra aliada, entregada a un público que se fue con la esperanza encendida, con el alma tocada y creemos que cuando eso pasa logramos rehumanizarnos. Mayte entregó su historia en mi amada guajira, a orillas del mar caribe y más de 800 personas deleitaron los sonidos de su gaita y aplaudieron al unísono con las anécdotas que demuestran que ella no se le arruga a nada. Ella es una hermana de causa, una amiga que está ahí para poner al servicio de la humanidad su talento, porque con la música se transforman vidas y se encienden las luces de nuevas realidades, unas menos violentas y más amorosas.

Gracias a la vida que me permitió conocerla y aprender de ella que cada momento es propicio para aportar lo mejor de nosotros al mundo. Gracias a la fuerza de los sueños que permiten convertirse en realidad, hoy ella no es solo la artista que admiro y que me hace sentir orgullosa de ser mujer y ser caribe, sino la aliada que está ahí firme para seguir tejiendo nuevas apuestas sociales, porque ella es la reina de la gaita, pero no tiene un trono estático y deshumanizado, sino uno cercano y sensible que no se detiene y que promete seguir invadiendo de buena música nuestra tierra.

¡Viva Mayté, la reina vitalicia de la Gaita!

 

Fabrina Acosta Contreras

@Facostac