Música y folclor
Quédate mejor soltera

El Vallenato es una música de rupturas, desde sus inicios, algunas de éstas bastante polémicas, como la realizada por Kaleth Morales y su estilo refrescante, otras terminaron haciéndose canon, como el estilo interpretativo de Luis Enrique Martínez y otras fundando escuela, larga y duradera, como el estilo interpretativo de Juancho Rois, así como espero que abra camino y funde escuela la canción Acércate al amor, de Jorge Celedón. Constituye una ruptura por la temática tratada que, hasta donde tengo memoria no se había tratado antes en el vallenato tan abiertamente, por lo menos por un artista de referencia.
El machismo es un conjunto de creencias, actitudes y conductas arraigadas en nuestra cultura y que se encuentra presente en las canciones vallenatas a veces de manera explícita, otras no tanto, como ya lo he referenciado antes. Asunto en el que, desde la letrística vallenata, no se evidencian claros avances, a pesar del bello precedente sentado por Ignacio Castillo con el paseo No te dejes, grabado en el 2016 por Almes Granados y Jimmy Murgas, primera canción que conozco en la que se trata el tema de los maltratos que frecuentemente viven muchas mujeres y que contrasta frontalmente con lo que canciones de antaño llegaron a mostrar, como confesión de violencia física en contra de ellas.
Mientras Escalona aconseja a su compadre Tomás que, si su mujer “lo sigue molestando, le meta una garrotera y póngase a parrandiá, pa´ que vea como le quita el resabio, pa´ que vea como no lo molesta más”, Castillo asegura que “a una mujer sólo se le puede querer y si molesta se le debe pechichar, nunca en la vida tú la puedes ofender porque ninguno te lo va a perdonar”.
Esta no sólo es la primera canción vallenata en buscar generar conciencia, en hombres y mujeres, frente a la violencia de género, sino que es la única que conozco en la cual se presenta la perspectiva de una mujer, anónima, que dice con gran pesar: “Fueron muchos los maltratos que soporté, abrigando la esperanza que cambiaría, pero con esa estrategia nada logré y mucho más humillada yo me sentía”.
Celedón, con dulces palabras y un video muy simbólico, que ilustra distintas formas de maltrato hacia las mujeres, da un paso adelante respecto a Castillo, pues éste, a pesar de mostrarnos ser testigo de la confesión del maltrato que ha sufrido una mujer X, no llega a ser tan personal cuando dice:
“Ojalá que las mujeres nunca permitan que tipos de esa calaña las traten mal, ninguna agresión, por leve, se justifica, y no queda más camino que denunciar, mientras que Celedón se dirige, directamente, a una mujer tampoco nombrada Quédate mejor soltera,
pondrán a tus pies la luna y un combo de estrellas,
quédate mejor soltera: hallarás quien te valore y no ese que hasta pega”.
Estas dos canciones le hacían falta al Vallenato. Ojalá la de Celedón, con su gran reconocimiento, permita llegar a la de Castillo y que ambas sirvan de invitación para que las mujeres no se mantengan amarradas a un maltratador por absolutamente nada y para que los hombres empecemos, de una vez por todas, a revaluar nuestra posición frente a las actitudes machistas que inundan nuestra cotidianidad y que tantas veces pasan desapercibidas.
Estas dos bellas y valiente canciones, con sus poderosos mensajes, espero que sean las dos primeras piedras del nuevo vallenato, no machista e igualitario.
Mujeres, para unirse a un rufián que las humilla y las maltrata, ¡quédense mejor solteras!
Luis Carlos Ramírez Lascarro
Sobre el autor

Luis Carlos Ramirez Lascarro
A tres tabacos
Luis Carlos Ramírez Lascarro (Guamal, Magdalena, Colombia, 1984). Historiador y gestor patrimonial, egresado de la Universidad del Magdalena y Maestrante en Escrituras audiovisuales en la misma universidad.
Autor de los libros: Confidencia: Cantos de dolor y de muerte (2025); Evolución y tensiones de las marchas procesionales de los pueblos de la Depresión Momposina: Guamal y Mompox (en coautoría con Xavier Ávila, 2024), La cumbia en Guamal, Magdalena (en coautoría con David Ramírez, 2023), El acordeón de Juancho (2020) y Semana Santa de Guamal, Magdalena, una reseña histórica (en coautoría con Alberto Ávila Bagarozza, 2020).
Ha escrito las obras teatrales Flores de María (2020), montada por el colectivo Maderos Teatro de Valledupar, y Cruselfa (2020), monólogo coescrito con Luis Mario Jiménez, quien también lo representa. Su trabajo poético ha sido incluido en antologías como: Quemarlo todo (2021), Contagio poesía (2020), Antología Nacional de Relata (2013), Tocando el viento (2012), Con otra voz y Poemas inolvidables (2011), Polen para fecundar manantiales (2008) y Poesía social sin banderas (2005), y en narrativa, figura en Elipsis internacional y Diez años no son tanto (2021).
Como articulista y editor ha colaborado con las revistas Hojalata, María mulata (2020), Heterotopías (2022) y Atarraya cultural (2023), y ha participado en todos los números de la revista La gota fría (No. 1, 2018; No. 2, 2020; No. 3, 2021; No. 4, 2022; No. 5, 2023; No. 6, 2024 y No.7, 2025).
Entre los eventos en los que ha sido conferencista invitado se destacan: Ciclo de conferencias “Hablando del Magdalena” de Cajamag (2024), con el conversatorio Conversando nuestra historia guamalera; Conversatorio Aproximaciones históricas a las marchas procesionales de los pueblos de la Depresión Momposina: Guamal y Mompox (2024); Primer Congreso de Historia y Patrimonio Universidad del Magdalena (2023), con la ponencia: La instrumentalización de las fuentes históricas en la construcción del discurso hegemónico de la vallenatología; el VI Encuentro Nacional de Investigadores de la Música Vallenata (2017), con Julio Erazo Cuevas, el juglar guamalero; y el Foro Vallenato Clásico (2016), en el marco del 49º Festival de la Leyenda Vallenata, con Zuletazos clásicos.
Ha ejercido como corrector estilístico y ortotipográfico en El vallenato en Bogotá, su redención y popularidad (2021) y Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020), donde además participó como prologuista.
Realizó la postulación del maestro cañamillero Aurelio Fernández Guerrero a la convocatoria Trayectorias 2024 del Ministerio de Cultura, en la cual resultó ganador; participó como Asesor externo en la elaboración del PES de la Cumbia tradicional del Caribe colombiano (2023) y lideró la postulación de las Procesiones de semana santa de Guamal, Magdalena a la LRPCI del ámbito departamental (2021), obteniendo la aprobación para la realización del PES en 2023, el cual está en proceso.
Sus artículos han sido citados en estudios académicos como la tesis Rafael Manjarrez: el vínculo entre la tradición y la modernidad (2021); el libro Poesía romántica en el canto vallenato: Rosendo Romero Ospino, el poeta del camino (2020) y la tesis El vallenato de “protesta”: La obra musical de Máximo Jiménez (2017).
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