Música y folclor

Las tamboras de Chimichagua ya no llevan candela viva

Juan Rincón Vanegas

15/08/2019 - 05:50

 

Las tamboras de Chimichagua ya no llevan candela viva
Heriberto Pretel Medina

El domingo 14 de agosto de 1988 murió en Chimichagua, Cesar, el compositor Heriberto Pretel Medina y, como paradoja de la vida del sacerdote Guillermo Ramírez Gómez, no dejó que sonaran las tamboras porque el difunto debía descansar en paz.

En 1988, esa decisión no cayó bien porque ‘El viejo Heribe’, quien contaba con 89 años, siempre fue alegre y le sacaba canciones a los aspectos cotidianos que pasaban en su entorno.

Muchas de esas canciones las grabó el primer Rey Vallenato Alejo Durán, sin darle el crédito. Ante ese hecho, el mismo Heriberto Pretel tenía la respuesta. “El compadre Alejo las grabó y es de mucha emoción escucharlas y que se dieran a conocer lejos de esta tierra”.

De esa manera el artífice de canciones en aire de tambora como ‘La candela viva’, ‘La perra’, ‘Mi compadre se cayó’, ‘La palomita’, ‘Dime por quién lloras’ y ‘Vuela pajarito’, nunca recibió ni para un tinto, y menos la gloria que merecía.

Ya lo decía su hija Julia Pretel. “Las canciones de mi papá fueron grabadas por Alejo Durán, Diomedes Díaz y Jorge Celedón con Toto La Momposina, entre otros, pero por acá solamente llegó la música que nunca se ha dejado de bailar”.

Historia de ‘La candela viva’

La canción más sonada de Heriberto Pretel es ‘La Candela viva’ y corresponde a un hecho real sucedido en Chimichagua hace 96 años.

Cuando Heriberto Pretel Medina compuso ‘La candela viva’, Alejo Durán Díaz, tenía exactamente cuatro años y cinco días de haber nacido en El Paso, Magdalena, (9 de febrero de 1919), y el incendio sucedió el 14 de febrero de 1923, en la casa de Luis Roberto León. Era un miércoles de ceniza, y el lugar donde se originó la candela está ubicado actualmente en la calle seis con carrera cuarta, esquina.

La historia del hecho que dio pie a la canción comenzó cuando Ana María Flórez asaba panochas, galletas y almojábanas en un horno de barro. De repente la brisa provocó que salieran varias chispas que llegaron hasta el techo de palma y comenzó la conflagración que acabó con la mayoría de casas del pequeño pueblo. A raíz del hecho se inspiró Heriberto Pretel y compuso ‘La candela viva’, un aire de tambora que es un baile cantao y que Alejo Durán grabara en el año 1955.

Cabe anotar que Alejo Durán, conocía esa y otras canciones debido a que su señora madre Juana Francisca Díaz Villarreal, era una reconocida cantadora de tambora.

La candela viva

que allá viene la candela,

la candela viva.

Fuego, que me quemo,

la candela viva.

Que se quema Chimichagua,

la candela viva.

Respecto a la canción el folclorista, docente e investigador Hernán Martínez Argüelles señala que “esta es una obra que identifica a Chimichagua, como también ‘La Piragua’ de José Barros y varias canciones de Camilo Namén. De generación en generación se ha conocido que la canción es del benemérito compositor Heriberto Pretel Medina, no podía ser de Alejo Durán, pero se le abona haberla grabado y eso vale mucho. Tuvo la delicadeza de expandirla a través de un disco”. De igual manera, hace seis años el cantante Jorge Celedón junto a ‘Toto La Momposina’, grabaron esta obra con nuevo ropaje musical que se convirtió en gran éxito por su autenticidad folclórica.

El viejo Heriberto, negro bonachón y alegre, era un compositor innato que vivió gran parte de su vida en el actual corregimiento de Plata Perdía, y fue gran devoto de la Virgen de la Pastorita, a la cual le celebraba su fiesta el 15 de agosto de cada año.

En sus últimos años se la pasaba con diversas molestias de salud y viendo pasar el tiempo en su casa ubicada en la calle de Las Palmas. Su mayor alegría era cuando muchos se acercaban a ser cómplices de sus relatos donde las mujeres con sus polleras bailaban irremediablemente en su memoria y eso le hacía brillar los ojos.

También revivía sin cansarse aquellos sucesos que por arte de magia lo transportaban a su mundo musical empírico. De inmediato se concluía que esas canciones bajaban directo de su cerebro al pentagrama de su corazón.

Chimichagua de ayer

Aquellos tiempos de la Chimichagua del ayer, la de la Inmaculada Concepción,  donde las historias tenían varios capítulos que se escribían con el lapicero del alma, que se alumbraban con velas y mechones, que giraban alrededor de una vieja tambora y unas voces gastadas por el paso de los años.

Entre relato y relato al viejo Heriberto Pretel le gustaba comer panela que le ponían en un plato de peltre. “Eso da fuerzas y levanta el ánimo”, era su comentario.

Frecuentemente en la escena también aparecían Julia Pretel, hija del maestro, quien le cantaba sus canciones y María Catalina Peñaloza, conocida en la región como ‘La mirla del Cesar’. Ambas se encargaban de alegrarle la vida al viejo que hizo posible que los cantos de tambora tuvieran gran repercusión en esa zona del Magdalena Grande y después le dieran la vuelta al mundo.

El adiós para siempre al legendario compositor que le puso letra y música a un incendio de varias casas fue en silencio, y se volvió a recordar que una vez también fijó su vista para ver volar los pajaritos por los jardines de la vida. “Volá, volá pajarito”. Y él estaba volando camino al cielo.

El día de su partida, hace 31 años, la candela viva del dolor se extendió por los corazones tristes de los chimichagueros y la pregunta que Heriberto Pretel hizo en una de sus canciones tuvo respuesta inmediata: ¿Dime por quién lloras y te diré por qué?

 

Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Sobre el autor

Juan Rincón Vanegas

Juan Rincón Vanegas

Cultivo de folclor vallenato

Periodista, escritor y cronista, natural de Chimichagua, Cesar y ganador de distintos premios de periodismo con historias del folclor vallenato y sus distintos personajes. Actualmente se desempeña como Jefe de Prensa de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

@juanrinconv

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

“Estoy listo para el homenaje más que merecido en el Festival Vallenato”: Miguel López

“Estoy listo para el homenaje más que merecido en el Festival Vallenato”: Miguel López

El Rey Vallenato 1972, Miguel Antonio López Gutiérrez, se recupera de una intervención quirúrgica que le practicaron en una clín...

La expresión corporal y el manejo escénico también importan

La expresión corporal y el manejo escénico también importan

En la música vallenata –como en todas las expresiones musicales en vivo–, cautivar visualmente al público es imprescindible. El ...

Jairo Varela, el que consolidó la identidad de la salsa colombiana

Jairo Varela, el que consolidó la identidad de la salsa colombiana

  El miércoles 8 de agosto de 2012 murió, en Cali, Jairo Varela Martínez. Cuando se revisa en su conjunto la obra musical de este ...

Carlos Vives: “¡He vuelto al Valle, carajo!”

Carlos Vives: “¡He vuelto al Valle, carajo!”

Sábado 27 de abril del 2013. Son las once y media de la noche y lo que hasta ahora había sido una noticia comentada con efusividad se...

Los festivales de diciembre

Los festivales de diciembre

En esta columna estamos convencidos de que los festivales vallenatos que se realizan a lo largo y ancho de este país han contribuido y...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados