Música y folclor

Las lágrimas del maestro

Alberto Muñoz Peñaloza

26/08/2019 - 11:32

 

Las lágrimas del maestro
El Turco Gil / Foto: Radio Nacional de Colombia

 

En varias ocasiones estuve cerca de la Cacica, Consuelo Araujonoguera, dolida y angustiada, pero rebosante de coraje, ante situaciones durisimas al frente del navío ebrio de la incomprensión, del desdén y/o la indiferencia de algunos respecto de ataques injustos, y peligros evidentes, en contra del Festival de la Leyenda Vallenata. Como el día del inicio de la primera fase eliminatoria del ‘rey de reyes’ en, su primera edición, 1987, cuyas lágrimas descorrieron después de superar la amenaza direccionada a ‘abortar’ el evento por reclamo que partió como signo de justeza, pero los hechos mostraron que era un misil, con intenciones protervas, disparado desde fuera de la órbita de las partes comprometidas en la competencia.

Dos dias antes, el Festival fue inaugurado con una puesta en escena rutilante en la histórica Tarima Francisco el Hombre, desde el núcleo del Vallenato, la Plaza Alfonso López, cuando se interpretó por primera vez el Himno Nacional, con un coro melodioso de acordeones en el pecho de los más de quince primeros reyes vallenatos y la voz pulmonar de Tomás Alfonso “Poncho” Zuleta. Fue Andrés “el Turco” Gil, quien dirigió el súblime proceso, que el Festival Cuna de Acordeones, en Villanueva, realizó por primera vez, con acordeonero locales, en el acto inaugural.

Doce años después, en noviembre de 1999, la presidenta de la Fundación  Festival de la Leyenda Vallenata, Consuelo Araújonoguera, asistió con los niños vallenatos al National Simpohny Ball, el evento de mayor prestancia de la diplomacia norteamericana en el Museo Bulding, destacándose la presentación de los niños y mereció los aplausos de los tres mil asistentes que se pusieron de pie cuando escucharon las notas de cantos vallenatos como El Mejoral, La Casa en el aire y La Gota Fría, entre otros. Por primera vez, los acordeones vallenatos se abrieron en el salón Jorge Washington de la Casa Blanca, donde Clinton, los recibió sonriente y se dejó embrujar por los cantos vallenatos como La Gota Fría, que la interpretaron en inglés y otros temas como el Mejoral, Evangelina, La Creciente del Cesar, etc, el 8 de diciembre entre las 4:00 y 7:00 pm, organizado por la Embajada de Colombia.

Contó el Turco Gil que el acto con el presidente de Estados Unidos, fue programado para una dureción de 15 minutos, pero embelesado por las melodías vallenatas y la impecable presentación de Los Niños, ‘estiró’ su atención por 30 minutos, hasta el punto de llamar a otros ilustres visitantes de la Casa Blanca, que estaban en un salón contiguo, para que escucharon a los pequeños. Este año se cumplirán los primeros veinte años de esa ‘hazaña’, y  bienvenida será la celebración.

La primera vez que vi al Turco tocaba la timba con la orquesta del maestro Reyes Torres, pero pasó muy poco tiempo para convertirse en el mejor ciclista que hemos tenido, todo lo ganaba y superó con creces a Echandia, el hasta entonces campeón. Irrumpió después como acordeonero, lo recuerdo sobre 1970, cada vez que pasaba por el glorioso Nacional Loperena, lo veía como alumno único de música, porque los demás no asistían, en el aula habilitada por la Casa de la Cultura “Cecilia Caballero de Lopez”, en la entonces calle trece, hoy 17, al lado de “Los Cardones”, con ‘atención esmerada’ a las enseñanzas del maestro Antonio María Peñaloza.

Hizo pareja musical con Gabriel Chamorro, William Dangond, Plinio Rico, el Chacho González, brilló por su versatilidad, creatividad, innovación y anticipación en el Vallenato. Después, creó y potenció “Los Niños del Vallenato” en la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata. Luego de muchos éxitos, hizo tolda aparte, creó la Academia del Turco Gil, donde ha formado acordeoneros, músicos prestigiosos, creó la Fundación Niños Cantores y Acordeoneros Vallenatos de Andrés “El Turco” Gil. El presidente Bill Clinton lo incluyó en la página cien, la segunda dedicada a él, de su libro “Giving”: “Deseo que cada área de conflicto tenga un maestro como el Maestro Gil, y niños como los Niños Vallenatos”.

Viaja por el mundo con sus Niños Vallenatos, cosecha gran prestigio a nivel nacional e internacional y prosigue en su apostolado global.

En este tiempo, el maestro Turco ha llorado y estuvo a punto de quitarse la vida por problemas económicos. Requiere la solidaridad de todos y apoyo para superar tan crítica realidad. La Fundacion Festival de la Leyenda Vallenata está al frente. Los cantantes, cantautores e intérpretes, pueden unirse a la campaña, realizar un gran evento-homenaje, que bien merecido lo tiene, con lo cual no sólo potenciamos una vida gloriosa, se garantizará la continuidad de su bella obra, de su legado, y las que hoy son lágrimas de dolor, se transformarán en cayenas de alegría, vigor emocional y gratitud eterna.

 

Alberto Muñoz Peñaloza

Sobre el autor

Alberto Muñoz Peñaloza

Alberto Muñoz Peñaloza

Cosas del Valle

Alberto Muñoz Peñaloza (Valledupar). Es periodista y abogado. Desempeñó el cargo de director de la Casa de la Cultura de Valledupar y su columna “Cosas del Valle” nos abre una ventana sobre todas esas anécdotas que hacen de Valledupar una ciudad única.

@albertomunozpen

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