Música y folclor
Martín Madera y la emoción del Porrock
Llegó a Valledupar con un estilo nuevo, los rizos borrados y la melena reducida, pero en el fondo Martin Madera sigue igual: sencillo y alegre como la música que promueve.
El cantautor se cansó de pasar tanto tiempo delante del espejo, lo reconoce, pero no de cultivar el sentimiento y prodigar las bellas palabras de concordia que Colombia necesita en este momento histórico donde la Paz puede estar a la esquina.
Debajo del brazo tenía escondido una nueva producción musical titulada “Volveré”. La tenía bien guardada, con el misterio que requiere todo nuevo lanzamiento, y la divulgó sólo al final de la entrevista que dirigieron las presentadoras de Vallenatos Fans, Keila y Paula.
El cantautor supo mostrarse exigente e inflexible. “¡Les juro que si no hay un aplauso no empiezo el programa!”, dijo antes de que el público respondiera con una ovación, y entonces la severidad del artista se diluyó en un soplo. Fue en realidad una forma de despertar a los espectadores y ganarse el cariño.
Entre sonrisas y anécdotas, el ganador de un premio grammy latino con el tema “Déjame entrar” expuso sus obras con la mayor tranquilidad. La guitarra lo acompañó como una fiel amiga con quien comparte sus más tiernas historias. De hecho, no la soltó un solo instante. Estaba en sus manos, diligente y siempre dispuesta a responder a los arranques entusiastas de su dueño.
Una de las primeras canciones interpretadas fue el “Amor de mi tierra”: un tema que grabó Carlos Vives –un artista con quien comparte una bonita amistad– y que le valió una nominación al premio Grammy. Con ella, Martin Madera se ganó el apoyo de todo el público vallenato quien lo acompañó con unas palmas enardecidas.
La historia de ese tema también es insólita. Cuando algún amigo le sugirió que presentara la canción a Carlos Vives, Martín no se lo creía. “No estaba muy seguro porque el estilo era demasiado cumbia”, expresó el cantautor y, sin embargo, el resultado fue inmediato.
Preguntado sobre el estilo de su música, Martín Madera no dudó un instante. “¡Yo soy fusión!”, y luego añadió: “Yo no soy mestizo, soy un hibrido. Tengo mucho del África, y de la región chimila”.
Esa fusión identitaria tiene una repercusión inmediata en su música. Es viva y reflexiva. Transmite siempre un mensaje lírico y una esencia que nace de ese amor profundo por la vida. “Me fascina el agua –reconoció el artista–. Me embobo en la lluvia y me encanta la naturaleza”.
El porro es uno de los géneros que decidió integrar desde muy temprano en su música y su planteamiento fue acertado. “Desde Lucho Bermúdez para acá, no ha pasado nada especial con el Porro –explicó el artista–. El contexto rural ya pasó, la gente está en otro cuento y hay que conectar el folclor con la realidad de hoy”.
Por eso, Martín Madera creó el Porrock: un estilo que fusiona el Porro de su región con la música pop que triunfa en muchos países, logrando así una estética universal que seduce y resplandece sin dificultad. El tema “Volveré” es justamente una muestra de esa mezcolanza de sabores y sensaciones.
No obstante, el momento más emocionante de este encuentro fue cuando Martín interpretó “Te desafío”. Con ella, el artista llegó al límite de su voz y expuso su sensibilidad innata. “¡Esa canción me quiebra!”, dijo con una mirada turbada, movido por un mensaje que invita a superarse y vivir con fe e intensidad.
Así es Martín Madera: todo positivismo. Y cuando se le pide consejo, responde con sabiduría: “Hay que hacer lo que nos gusta. No desfallecer. Mantener el norte y, ante todo, el don de ser bueno. ¡Colombia es de pura gente buena!”.
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