Música y folclor

Edgardo José guarda los mejores recuerdos de una Cacica que fue su mamá

Juan Rincón Vanegas

02/08/2021 - 04:50

 

Edgardo José guarda los mejores recuerdos de una Cacica que fue su mamá
Consuelo Araujonoguera junto a su hijo Edgardo José / Foto: archivo del autor

 

En la ciudad de Valledupar el martes 21 de abril de 1981 Consuelo Araujonoguera dio a luz a su último hijo a quien llamó Edgardo José Maya Araújo. Enseguida comenzó el trabajo de crianza de esa madre abnegada que también había traído al mundo a Hernando, Rodolfo, Ricardo, María Mercedes y Andrés Molina Araújo.

Edgardo José, nacido de la unión de Consuelo Araujonoguera con el abogado Edgardo Maya Villazón, accedió a contar detalles inéditos de los momentos al lado de su progenitora, con quien vivió los mejores días de su niñez y adolescencia.

El profesional del derecho de la Universidad Externado de Colombia, comenzó diciendo: “La mía fue una infancia muy linda y, sobre todo, muy cercana con mi mamá sintiendo todo su amor. Eso generó confianza y hablábamos mucho. Dios me dio la oportunidad de compartir mucho tiempo y muchas experiencias con ella, de ser su compañero en los últimos años de su vida. Recuerdo llevándola a hacer todas sus diligencias y sin falta, a la misa del domingo”.

De esta manera Consuelo Araujonoguera fue esa madre querendona, sincera y con una enseñanza inigualable. “Siempre fue amorosa con todos sus hijos y sobre todo nos inculcó la unión, el respeto y las buenas costumbres. A ella le molestaba el desorden. No toleraba las cosas mal hechas, era metódica y organizada. En el hogar dedicaba la mayor parte del tiempo a leer, a escribir y a consentir a sus trinitarias, a las que atendía, les hablaba y les cantaba constantemente”.

Tanto para contar y llegó al punto donde fijó su recuerdo en varios lugares. “De ella tengo calcadas en mi memoria imágenes que nunca se me olvidan, como en el sótano de la tarima Francisco El Hombre de la plaza Alfonso López, donde quedaban las oficinas de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y en la iglesia la Concepción, sobre todo en el costado derecho, al lado del santísimo. También en el escritorio de la casa donde solía escribir por largas horas y había que guardar silencio para que no perdiera la concentración”.

El regalo más lindo

Consuelo Araujonoguera fue una mujer entregada a su familia, siempre tuvo para cada uno de sus hijos bellas palabras y regalos que llegaban al corazón. Con su hijo menor Edgardo José, tuvo un detalle particular. “Mi mamá me hizo muchos regalos, pero hay uno que guardo con mucho cariño. Se trata de un rosario de palo de rosas que me envió cuando viajé a estudiar en Bogotá y nos separamos por primera vez. Además, vino con una nota de su puño y letra que dice: “Hijo, te envío este rosario para que lo reces en momentos tristes y de dificultades. Es el arma más poderosa contra las adversidades de la vida”, aún lo conservo. Ella era muy devota de la virgen María”.

El diálogo se paseaba a la distancia a través de su voz y, entonces, habló de lo que más añoran de su mamá. “Todos añoramos su compañía, porque ella arropaba a todos sus hijos, nietos y familia en general. Era una ‘Cacica’ en todo el término de la palabra. No hay día de la vida que no la recordemos por su amor, su protección y especialmente por su personalidad y manera de afrontar la vida”.

La entrevista enmarcada por la nostalgia llevó a Edgardo José a hablar sobre las enseñanzas que su mamá le dejó: “Muchas, dado su carácter y personalidad podría indicar una que es fundamental, la determinación. Ella emprendía sus proyectos de vida con una determinación impresionante. Sin mayores herramientas, iba dando pasos seguros y muchas puertas se le abrían logrando alcanzar lo que se proponía. Todo con base en la determinación”.

Al final de la charla, Edgardo José Maya Araújo comentó sobre el último contacto que sostuvo con su mamá aquel domingo 23 de septiembre de 2001. “Yo estaba en Bogotá y la llamé, pero no me contestó. Después, ella me devolvió la llamada y por alguna razón no le contesté. Ante eso, me dejó un mensaje de voz diciéndome “Voy para misa”. Esa fue la última vez que escuché su voz, siendo para mí un mensaje con un significado muy particular y especial por todo lo que después sucedió”.

El último hijo de ‘La Cacica’ la recuerda como era y por todo lo que hizo. Sacar adelante el Festival de la Leyenda Vallenata, su hijo mayor; ser amiga, protectora y consejera de los juglares y artistas a quienes siempre exaltó, escribir los libros Vallenatología, Escalona, el hombre y el mito y Lexicón del Valle de Upar; oficiar como Ministra de Cultura y ser la mujer vallenata más grande de todos los tiempos.

Cuando Consuelo Araujonoguera se despidió de la vida de una manera que no merecía, él contaba con 20 años, y nunca ha dejado de sentirse inmensamente orgulloso de ser su hijo, de añorarla, de agradecerle por todo lo que hizo por su familia, por Valledupar y su amado folclor vallenato. Además, guarda con mucho cariño aquel rosario que ella le regaló. Ese es su más grande tesoro espiritual.

Consuelo por siempre

Ésa era Consuelo Araujonoguera, la mujer que en una memorable entrevista pidió que la sepultaran vestida de pilonera, que le cantaran ‘El Amor, Amor’, y sin tanta arandela. De inmediato recalcó que eso no era por ahora, sino por allá cuando cumpliera más de 80 años, pero antes de ese tiempo le adelantaron la inmortalidad.

Sí, la hija de Santander Araújo Maestre y Blanca Noguera Cotes, quien nació el jueves primero de agosto de 1940, se sigue paseando en cada canto de acordeón, caja y guacharaca.

 

Juan Rincón Vanegas

@juanrinconv

Sobre el autor

Juan Rincón Vanegas

Juan Rincón Vanegas

Cultivo de folclor vallenato

Periodista, escritor y cronista, natural de Chimichagua, Cesar y ganador de distintos premios de periodismo con historias del folclor vallenato y sus distintos personajes. Actualmente se desempeña como Jefe de Prensa de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.

@juanrinconv

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La historia detrás de Rebelión, de Joe Arroyo

La historia detrás de Rebelión, de Joe Arroyo

  ¿Qué salsero no conoce la letra que abre “Rebelión” de Joe Arroyo? “Quiero contarle, mi hermano, un pedacito de la histori...

El Silvestrismo, mecido por las notas de Rolando

El Silvestrismo, mecido por las notas de Rolando

Contar una historia desde una perspectiva diferente, algo peculiar, ayuda a entender lo que se esconde detrás de cada evento y cada fe...

Después de la fiesta

Después de la fiesta

  Se cerró el telón de la gran fiesta. Los fiesteros cruzaron estoicos la tercera vigilia de la noche sin irse a la cama, sin irs...

Los grandes triunfos de Freddy Molina

Los grandes triunfos de Freddy Molina

  Con mucha certeza y fundamento, no me equivoco al afirmar que la época dorada y de mayor esplendor de la música vallenata estuvo ...

Los dos Martín Elías, marcados por la ruta del destino

Los dos Martín Elías, marcados por la ruta del destino

  El destino les marcó la ruta a dos personas a quienes les pusieron el mismo nombre: Martín Elías, los cuales se despidieron de l...

Lo más leído

¿Cuál es la función del arte?

Gemma E. Ajenjo Rodríguez | Artes plásticas

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

El Bogotazo, 9 de abril de 1948: el relato de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán en la prensa

Yeison Yamir Martínez Mejía y Peter Henry Ortiz Garzón | Historia

La política, el bogotazo y la muerte de la esperanza

Carlos Alberto Salinas Sastre | Historia

Aproximación a la definición del Arte

Eduardo Vásquez | Artes plásticas

Macondo: perfil de Gabo

Oscar Pantoja | Literatura

Tres poemas de Luis Mizar

Donaldo Mendoza | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados