Música y folclor
Calixto Ochoa celebró con música el “Color moreno” de su piel

El Rey Vallenato del año 1970, Calixto Antonio Ochoa Campo, desde el escenario que se le mirara respiraba música y la inspiración corría por sus venas con nombres de mujer, de naturaleza, de amigos, de vida, de detalles que dibujaba con una facilidad asombrosa en su mente, hasta llegar a producir cantidades de canciones. Sumó más de mil.
De esa manera, recorrió el territorio costeño extendiéndose a toda Colombia y el exterior, siendo tanta su creatividad que con mucha decencia le puso música y letra a un menosprecio, pero con una elegancia inocultable. La canción la tituló ‘Mi color moreno’.
El hijo de Valencia de Jesús, corregimiento de Valledupar, quien nació el martes 14 de agosto de 1934, conoció en Sincelejo a Martha Yadira Salcedo, una joven encantadora quien le llamó la atención y enseguida comenzó su estrategia de conquista.
El primer paso fue invitarla con su familia a una finca en San Marcos, Sucre, aprovechando la época de Semana Santa. Ellos aceptaron el paseo y estando allá aprovechó que la joven estaba descansando en una hamaca. Enseguida buscó un taburete sentándose a su lado. Sin dar tantas vueltas fue al grano entregándole la máxima descarga de elogios y la propuesta principal que fuera su novia.
Calixto Ochoa la subió a las estrellas declarando que era la mejor compañía para su corazón, el espejo de su alma y la delicia del sentimiento. Mejor dicho, la medicina que aliviaría sus quehaceres del mañana.
Ella lo escuchó detenidamente y al final cuando tomó la palabra le cerró todas sus intenciones amorosas concluyendo con un “No”. Además, a través de un familiar le hizo saber que no gustaba de negros.
La primera reacción de Calixto Ochoa fue preguntarse sí ese era su parecer, porqué había aceptado la invitación al paseo. Después, lo tomó con calma y al regreso a su casa agarró el acordeón y se desahogó para que la nueva canción estuviera acorde con la resonancia de su espíritu.
‘El negro Cali’ la quería
De esa manera con ese canto comenzó su relato. “Si digo que no la quise estoy mintiendo, porque en verdad yo la quería. Y si digo que la quiero también miento, porque ya la aborrecí. La trataba con decencia y me salía con grosería. Y yo no he dao los motivos para que se portara así. Porque a ella yo nunca la trataba a las patadas, ni la iba a encañonar para que me quiera. Tan decentemente como yo la trataba, y entonces porque razón se portó grosera”.
Entonces, con la efervescencia del rechazo y lleno de la mayor sensibilidad le dijo. “En todo caso perdona mi gran equivocación. El otro día me contaron que me odias por el color. Mi color moreno no destiñe, pero perdona mi equivocación”.
En ese momento, al cerrar el verso, Calixto Ochoa demostró que estaba lleno de entendimiento y con la nobleza que siempre lo caracterizó. Pasado el tiempo y con la decepción todavía latente, supo que ella tenía una relación amorosa. Entonces volvió a sacar una nueva canción que bautizó con el nombre de ‘Negrito gracioso’.
El tema es una descarga de tristeza mezclada con desazón. “Con el hombre que se fue no la ha sabido apreciar, según me cuenta la gente creo que ya está arrepentida, pero ya después del golpe no hay para que lamentar, si todo esto le ha pasado porque ella era muy creída”.
Calixto Ochoa siguiendo con el recuento señaló. “Cuando yo la conocí no quería pisá en el suelo, y me ha despreciado a mí tan solo por el color. Tanto que me rechazaba porque yo y que era muy negro, y en el fin de la jornada le ha tocado uno peor que yo. Yo soy negrito, pero gracioso de lo poquito que se vive orgulloso”. Y remató diciendo que era malo decir que de esa agua nunca iba a beber.
‘El negro Cali’, como era conocido, produjo dos canciones para estar a paz y salvo consigo mismo. En esa oportunidad le comunicó al mundo vallenato que el color moreno nunca desteñía, siendo negrito, pero gracioso, tanto que en el calendario del recuerdo quedaron historias llenas de alegría donde el amor se recreó hasta aplaudir el destino de sus sentimientos.
La primera canción ‘Mi color moreno’, fue grabada por el propio Calixto Ochoa el 13 de junio de 1972, y de nuevo lo hizo 24 años después Diomedes Díaz con Iván Zuleta. La segunda ‘Negrito sabroso’, la grabó Calixto Ochoa en 1973.
El juglar que reflexionó sobre la vida y la comparó con un sueño concluyendo que antes de morir había que aprovecharla, contó la historia de las canciones ‘Mi color moreno’ y ‘Negrito sabroso’, la mañana del martes primero de mayo de 2012, con motivo del homenaje que se le rindió en el 45° Festival de la Leyenda Vallenata.
De Calixto no hay que hablar…
Ahora cae como anillo al dedo lo expresado por Luis Francisco ‘Geño’ Mendoza en su canción ‘Festival Vallenato’. “De Calixto no hay que hablar, su talento es conocido”. Y lo corroboró en aquella ocasión Consuelo Araujonoguera al pintarlo de pies a cabeza. “Calixto Ochoa…es extraordinario, es el representante de la clase vallenata que tiene sabor a tierra, a boñiga, a ganado, a campo, a trabajo, a sudor, a esfuerzo. Yo, diría que Calixto Ochoa, es lo más auténtico dentro de la música vallenata”.
Calixto Antonio Ochoa Campo, el juglar todoterreno, dejó ese testimonio cantado y después de su despedida de la vida que sucedió en Sincelejo, Sucre, el miércoles 18 de noviembre de 2015, a las 6:45 de la mañana, sigue siendo realidad que el color moreno no destiñe. Ahora, se evoca aquel suceso refrendando que la esencia del ser humano no está en el color de la piel, sino en el espíritu y el corazón donde palpitan los sentimientos.
Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv
Sobre el autor

Juan Rincón Vanegas
Cultivo de folclor vallenato
Periodista, escritor y cronista, natural de Chimichagua, Cesar y ganador de distintos premios de periodismo con historias del folclor vallenato y sus distintos personajes. Actualmente se desempeña como Jefe de Prensa de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.
0 Comentarios
Le puede interesar

Los grandes triunfos de Freddy Molina
Con mucha certeza y fundamento, no me equivoco al afirmar que la época dorada y de mayor esplendor de la música vallenata estuvo ...

Octavio Daza, 40 años después
El hombre que respiraba poesía por todos sus poros cuando el sentimiento le daba la orden cumple 40 años de haber muerto. Una partida...

Churo Díaz: “Fue el mismo pueblo el que eligió mi acordeonero”
La ola de separaciones y uniones que ha marcado el universo de la música vallenata en las últimas semanas ha transformado el rostro d...

Fania All Stars: un impulsor universal de la Salsa
En 1967, de la mano del empresario Italoamericano Jerry Macusi y el flautista dominicano, quien también sería el conductor de l...

La música de marimba de chonta
La música más tradicional del sur de la Costa Pacífica colombiana es la que se interpreta con el conjunto de marimba de chonta, ...