Música y folclor
Rafael Orozco y sus primeros setenta años celestiales
In memoriam de Rafael José Orozco Maestre (Becerril, 24 de marzo de 1954 - Barranquilla, 11 de junio de 1992)
Pese a las extraordinarias voces que han hecho parte del folclor vallenato -a mi parecer, hoy algo desvirtuado-, siempre ha rondado la pregunta por entre la atmósfera cultural del Caribe y colombiana, en general, de quién ha sido el mejor exponente de la música vallenata de todos los tiempos: ¿Rafael Orozco o Diomedes Díaz? Y, sin dejar de lado, claro, a otras tantas magnánimas voces que no pueden soslayarse, integradas en las personalidades “estrella” de Jorge Oñate, “El jilguero de América”; “Poncho” Zuleta; “Beto” Zabaleta; Silvio Brito, “La voz más clara del folclor”, o Miguel Morales, “La voz”, no cabe menor duda que, si de revoluciones vallenatas se trata, Rafael Orozco y Diomedes Díaz, las gestaron (¡y de qué manera!) en la otrora Colombia de los años setenta.
Al tiempo, despuntaron en una época donde ya sonaba, con suma fuerza, el ya citado, Oñate, o Los Hermanos Zuleta. Incluso: “Alejo” Durán, “El rey negro del acordeón”; “El trirey”, Alfredo Gutiérrez; “El rey de la guaracha”, Aníbal Velásquez, y “El rey sin corona”, Lisandro Meza, a través de unos toques de acordeón magistrales y reconocibles, sin duda, hasta en el recóndito “Macondo” de “Cien años de soledad” procreado por el más grande colombiano de todos los tiempos: nuestro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, “Gabo”. Y también, compitieron, con profesionalismo y destreza, en los ochenta e inicios de los años noventa hasta que un trágico deceso acaecido el 11 de junio de 1992 cegó la vida de Rafael Orozco. Para siempre.
En tal lustro, por ejemplo, el mismísimo Morales junto al acordeón del ya fenecido, Víctor “Rey” Reyes, interpretó la canción de su autoría, “El pueblo quiere al cantante”, simbolizando el primer tributo post mortem que se le rendiría al “Gran Rafa” -como cariñosamente lo apodaban sus más cercanos-, aunque el principal, innegablemente, fue el acaecido en 1993 con la resurrección de “El Binomio de Oro” (con un vasto “América” incluido), cuyo tema expondré en próxima ocasión.
Rafael José Orozco Maestre nació en el municipio de Becerril, departamento del Cesar, el 24 de marzo de 1954. A los 21 años, entonces, inició su carrera musical (1975) y un año después (1976) contrajo matrimonio con la mujer de su vida, Clara Elena Cabello, al punto de hacerse con el rótulo “bendito entre las mujeres” producto del nacimiento de sus tres hijas: Kelly Johanna, Wendy Yurany y Loraine.
Bien como ya se ha referido, en 1975 inició su carrera musical con la inédita y clásica melodía vallenata de la autoría de Diomedes, “Cariñito de mi vida”, triunfando con ella en un concurso de canto promovido para ese entonces por el famoso Colegio Nacional Loperena de Valledupar más la consagración de dos LP rotulados “Adelante” -donde apareció la canción ya mencionada- y “Con sentimiento”; los anteriores, en conjunto con el reconocido acordeonero, Emilio Oviedo, “El comandante”.
Pero fue junto al excelso acordeonero, Israel Romero, “El pollo Irra”, que caminó por el sendero del éxito hasta su muerte. La fundación, en 1976, de “El Binomio de Oro” cuya sigla “O.R.O.” se traduce como “Organización Romero – Orozco” (de acuerdo a lo que alguna vez profirió el propio Romero), fue amalgamando en los 70, 80 e, inicios del 90, una serie de canciones románticas hasta hacerse con el venerable título de “La universidad del vallenato”.
“La creciente” (Hernando Marín) se considera el principal éxito de “El Binomio”, aunque es de resaltar un puñado más de canciones producidas en la década de 1970 por la benemérita Compañía Colombiana de Discos – CODISCOS, cuya casa discográfica le apostó a la propuesta musical de la agrupación vallenata sin imaginarse el loable éxito que se venía con las composiciones de Fernando Meneses Romero “Momentos de amor”; “Reconozco que te amo”; “Relicario de besos”; “Mundo de ilusiones” y “Mi mejor canción”; “La gustadera” y “El dengue de tu amor” (Alberto “Beto” Murgas) y “Necesito de ti” y “Campana” (Tomás Darío Gutiérrez).
Asimismo, se destacan los títulos “Lindo copete” del maestro, Rafael Escalona; “La parranda es pa’ amanace’” (Lenín Bueno Suárez); “Déjame quererte” (Hernando Marín); “Tu dueño” (Rosendo Romero); “De rodillas” (Octavio Daza); “Confesión” (Julio Cesar Amador) y “Juro que te amo” (Euclides Gómez).
En total, fueron 5 LP los que lanzó “El Binomio” en la década de los 70, en su orden: “El Binomio de Oro” y “Por lo alto” (1976); “Los elegidos” (1977); “Enamorado como siempre” (1978) y “SuperVallenato” (1979).
Continuó la senda del éxito en los años 80 esta vez con la producción “De caché” (1980) y las destacadas “Sombra perdida” (Rita Fernández Padilla); “Mi novia y mi pueblo” (Octavio Daza); “Muere una flor” (Fernando Meneses) y “Sabes que te quiero mucho” (Roberto Calderón). (El recordable clásico, “Dime, pajarito” (Octavio Daza) apareció en “Clase aparte” (1980)).
En “5 años de oro” (1981), se incluyeron el parrandero navideño “Mosaico Binomio No. 1” (Varios compositores) y “Te seguiré queriendo” (José Vásquez). A su vez, la canción para las madres (de igual manera escrita por Vásquez), “Esa”, y “Porque no te tengo” (Marcos Díaz) tuvieron cabida en “Festival vallenato” (1982).
Otros temas como “Enamorado de ti” (Marcos Díaz); el recordable “Navidad” (Rosendo Romero); “Lleno de ti” (Mateo Torres); el asimismo “carnavalito” para navidad “Mosaico Binomio No. 2” (Varios compositores); “De nuevo en tu ventana” (José Vásquez) y “Cuando decidas” (Rafael Manjarrés), se enlistaron en “Fuera de serie” (1982) mientras que las canciones “El higuerón” (Abel Antonio Villa); “Por eso estoy aquí” (Esteban Ovalle); “A mano dura” (Héctor Zuleta Díaz); “Tuya es mi vida” (Marcos Díaz) y “Playas Marinas” (Calixto Ochoa) aparecieron en “Mucha calidad” (1983).
“El parrandón” (Alejandro Durán), “Acéptame como soy” (Marcos Díaz) y “No se pedir perdón” (Gustavo Gutiérrez Cabello), son las letras a destacar del trabajo musical “Somos el vallenato” (1984); en tanto, el clásico “Estar enamorado” (Roberto Calderón) se insertó en el listado de canciones del álbum “Superior” de 1985.
Otro trabajo musical como “El Binomio de Oro” publicado en 1986, trajo consigo éxitos como “La Candelosa” (Israel Romero); “Añoranzas” (Roberto Calderón); “Tú no notas” (Efrén Calderón); “El Negrito Sabrosón” (Romualdo Brito) y “Se está muriendo un amor” (Fernando Meneses).
Como dato adicional, pese a que todas las canciones de la producción musical “En concierto” de 1987 son de suma importancia, no puede dejarse por fuera de la presente retrospectiva a la memoria de Rafael Orozco los bellos paseos vallenatos “Decidí cambiar” (Deimer Marín); “Para adorarte más” (Roberto Calderón); “Como te quiero” (Hernán Urbina Joiro); y los parranderos “La Negra” (“Beto” Murgas) y la linda melodía “Colombia” (José Vásquez).
Con las poéticas “Qué será de mí” (Efrén Calderón) y “El amor es más grande que yo” (Iván Ovalle), “El Binomio”, bajo la voz líder de Rafael Orozco, cerró con grandeza los años 80 sin obviar, claro está, los LP “Internacional” de 1988 y “De exportación” el cual fue lanzando al mercado un año después.
“Mosaico en vivo” (Varios autores); “Nuestra separación” (Fernando Meneses); “Contento y enamorado” (Romualdo Brito); “Mujer de mis sentimientos” (Gustavo Gutiérrez); “La Reina del Carnaval” (Poncho Cotes Jr.); “No vale quererla” (Efrén Calderón) y “Un poquito más” (Israel Romero), aún son de grata recordación para la fanaticada “binomista”.
La efímera vida artística de Rafael Orozco en la década de 1990, terminó dejando un extraordinario legado musical en la industria de la música vallenata al consumarse tres álbumes de antaño, a saber: “De fiesta con El Binomio de Oro” (1990), “De América” (1991) y “Por siempre” divulgado un mes después de su fallecimiento con el tema principal “Sólo quise ser feliz” (José Alfonso “Chiche” Maestre) y otras más para el recuerdo como “Azuquita, azuquita” (Orangel “El Pangue” Maestre), “Sé que volverás” (Gustavo Gutiérrez) y las escritas por Israel Romero “A ritmo de cha cun cha” y el memorable “Recorriendo a Venezuela”.
Aparte de las románticas “Cualquier momento es preciso para amar” (Iván Ovalle), “Nostalgia” (Israel Romero) y “El llanto de un rey” (“Chiche” Maestre), el sobrio título “Sólo para ti” de la autoría de Rafael Orozco -en dedicatoria a Clara Cabello-, es considerado un espléndido himno al amor. No se quedan atrás, eso sí, otras canciones de esa época inmemorial como “Aquí está tu enamorado” y “Ponte Chévere” (Romualdo Brito); “Te voy a olvidar” (William Fajardo); “Tú marcas la diferencia” (Gustavo Gutiérrez); “El testamento” (Rafael Escalona); ¡Ay hombe’ juepa je’! (“El Pangue” Maestre) y “Amor, amor” (Israel Romero).
Con tan inmenso repertorio vallenato inolvidable, pero de antología, apenas para que, en conjunto con sus compañeros de parranda, quienes arriba lo acompañan, amenice sus primeros setenta años “celestiales”, a menos que Judas termine llamándoles la policía…
Y a todas estas, si me preguntan cuál de los dos ha sido el mejor exponente de la música vallenata de todos los tiempos: ¿Rafael Orozco o Diomedes Díaz?, no dudaría en contestar: ambos. Y eso que, con el primero, comencé a escuchar vallenato “en potencia”.
¡Por siempre Rafael Orozco!
Coletillas musicales (1.) Para los “binomistas de siempre” y público vallenato en general, puede observarse a través del canal de YouTube de la discográfica CODISCOS los sobresalientes documentales “Leyendas El Binomio de Oro” o “Rafael Orozco, El Artista de Siempre”. (2.) En conmemoración de los diez años del fallecimiento de Rafael Orozco, Codiscos presentó el tributo “10 Aniversario: Rafael Orozco con El Binomio de Oro” (2002) con la participación de artistas vallenatos como Jean Carlos Centeno; Alex Manga; Silvio Brito; Miguel Morales; Iván Villazón, entre otros. Varios temas se destacan al interior del compilado como “Nostalgia”; “Cualquier momento es preciso para amar”; “Momentos de amor”; “Sólo para ti” y “Qué será de mi”. (3.) Al interior de la ilustre discografía de “El Binomio de Oro”, también se encuentran los trabajos musicales: “El Binomio de Oro presenta a: Gustavo Gutiérrez, el poeta vallenato”. (1988) y “Binomio de Oro Interpreta a Fernando Meneses, Un canto al amor” (1994).
Nicolás Fernando Ceballos Galvis
Sobre el autor
Nicolás Fernando Ceballos Galvis
Comunicación sin fronteras
Comunicador social egresado de la Fundación Universitaria San Alfonso (Bogotá, 2015), destacó, allí, por su informe especial relativo al XII Congreso de teología moral: “La objeción de conciencia: ¿un derecho de la persona?” (Bogotá, 2012), y, en 2014, siendo monitor del Centro de Producción Multimedia y Audiovisual, colaborando, principalmente, en el Boletín Institucional, “Máxima Alfonsiana”, en calidad de redactor. En 2015, fue ponente del Primer Encuentro Interinstitucional sobre Investigación Interdisciplinar, base para la realización del trabajo de grado grupal a efecto de optar el correspondiente grado bajo el título “La investigación interdisciplinaria en la Fundación Universitaria San Alfonso”.
Asimismo, participó, en sus tiempos de bachiller, en el “Primer Concurso de Cuento, Poesía y Dibujo Infantil y Juvenil por la Paz de Colombia” promovido por el Grupo Editorial EDUCAR (2006) y ya en calidad de periodista independiente, obtuvo, en 2022, el primer puesto (categoría crónica corta) por el escrito de su autoría, “Diario de ‘Villa Imperial’”, expuesto al interior del concurso “La realidad de nuestro territorio a través de tus ojos” promovido por la Secretaría de Mujer y Juventud de la Alcaldía del municipio de Funza, Cundinamarca.
Participante en diversos simposios y capacitaciones académicas relacionadas con su carrera tanto a nivel nacional como internacional, desde 2019 cuenta con una amplia experiencia en el sector de las publicaciones periodísticas independientes a través de su blog personal, “Comunicación Sin Fronteras”, bajo la elaboración de artículos de interés general con énfasis, principalmente, en asuntos culturales o de reflexión social; musicales (en especial, sobre su admirado folclor vallenato, asuntos netamente salseros y rancheros) y temas futbolísticos, “a sol y sombra”, en remembranza del título del libro que evoca este deporte de la autoría del extraordinario, ya fenecido, cronista uruguayo, Eduardo Galeano.
Ahora, este joven bogotano, “con corazón costeño”, pretende cultivar un constructo social que, desde diversas temáticas, logre cautivar al público lector mayoritario de PanoramaCultural.com.co a través de sus opiniones reflejadas al interior de su tribuna la cual ha decidido titular, igualmente, con el mote de su blog personal en honor a su trabajo periodístico independiente.
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