Música y folclor
Willie Colón, el gran varón de la Salsa
Homenaje a William Anthony Colón, “Willie Colón”, (Nueva York, 28 de abril, 1950)
No sé para ustedes, pero, en lo que a mí respecta, es una dicha, si se quiere, un privilegio (tal como el título del bolero de antaño en la voz del magnánimo cantautor panameño, Rubén Blades) escuchar, con sumo frenesí, las melodías salseras del ayer y del hoy que, de seguro, jamás pasarán de moda indistintamente del posicionamiento abismal de un género urbano por sobre todas las cosas mediático y desbordadamente comercial interpretado por “superhumanos” o “androides” o como se les quiera denominar, pues, “todo lo que tocan, lo vuelven oro” a lo Rey Midas.
En efecto, resultaría un despropósito de grueso calibre comparar las canciones __algunas, a manera de balbuceo__ que vienen obnubilando la mente de cierta “muchachada” inmersa por ahí de aquellos “superhumanos” o “androides” llámese J. Balvin; Maluma; Bizarrap; Turizo; Bad Bunny; Tini; o, Karol G, con un “Ausencia” o un “No cambiaré” del legendario, Lavoe; un “Me recordarás” o un “Dime” de Blades; o, un “Sin poderte hablar” o un “Idilio” de Colón, aunque, bien es sabido que, ya innegables “casanovas” y “grandes varoncitos” como que vienen conquistando no el corazón sino los cuerpos de sus “gitanas” o “buenas mozas” (¿que tienen o no talento?) bajo el insignificante “hagámoslo como animale’”.
Así las cosas, la presente retrospectiva musical en distinción a Willie Colón, “El gran varón”, (de la salsa, aclárese), pudo llevar como título una especie de: “¡Oh! ¿Qué será?” “¿Dónde están los fantasmas?” en alusión a su emblemático tema del año 1981 incluido en su producción musical “Fantasmas” (Fania Records), pero el mote, “El gran varón”, pinta bien para la ocasión, pues, su apodo principal como “El malo de El Bronx” o “El malo de la salsa” encaja perfectamente con el título de su otrora insignia musical que, identificada, también, como “El gran varón” (de la salsa), se atrevió en una época conservadora a romper el tabú del homosexualismo:
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“Y una mujer le habló al pasar;
Le dijo: “hola, ¿qué tal papá? ¿Cómo te va?;
No me conoces… ¡Yo soy Simón!
¡Simón, tu hijo!:
¡El gran varón!”.
(“El Gran varón”, “Top Secrets”, 1989)
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Durante su admirable periplo artístico, Colón compartió escena y estudios de grabación con grandes de grandes de la salsa, pero resáltese a tres grandes cantautores de la vieja guardia salsera, así: los ya fenecidos, Héctor Lavoe y Celia Cruz, más la incursión a su orquesta del joven Blades, por allá en 1977. Asimismo, es de recordar su muy distinguido pasaje musical en modo solitario.
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Willie Colón y Héctor Lavoe
Fue a finales de la década de 1960 que comenzó a despuntar su carrera con la aparición de “Cosa nuestra” (Fania, 1969) donde sobresale la oda, “Ausencia”, (W. Colón / H. Lavoe) y la memorable “Che, che, colé” (W. Colón).
En 1970, se estrenan con la emblemática, “La murga”, (Colón / Lavoe) y las navideñas “Aires de navidad” (Roberto García) y “Esta navidad” (Colón / Lavoe) integradas en el LP “Asalto navideño (Vol. 1)” (Fania) y, un año más tarde, con el bolero bajo el título “No cambiaré” (Colón / Lavoe) asignado en el cancionero de “La gran fuga” (Fania).
“El juicio” (Fania, 1972), trajo consigo la destacada “Aguanile” (Colón / Lavoe) y “Ah, ah, o no” (Colón), pero fue en “Lo mato” - (“Si no compra este LP”) producido por Fania en el 73 que tuvieron cabida las inmemoriales “El día de mi suerte” (Colón / Lavoe) más las escritas por Colón “Calle luna, calle sol” y “Todo tiene su final”.
Luego de diez años, el “dúo sensacional” de la salsa de los setenta se reencontró en “Vigilante” (Fania, 1983) recordado por los musicales “Triste y vacía” (Luis López Cabán) y un “Pedro Navaja”, pero al estilo de “Juanito Alimaña” (Catalino “Tite” Curet Alonso).
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Willie Colón y Celia Cruz
Con “La guarachera de Cuba”, Celia Cruz, (toda una institución al interior de la industria salsera) se recuerda los trabajos musicales producidos por la antigua, Vaya Records, “Celia y Willie”, del año 81; The winners”, del 87; y “Only they could have made this album” del 77; LP en el que, valga resaltar, se enmarcan las esenciales “Usted abusó” (D. R.) y “Burundanga” (D. R.).
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Willie Colón y Rubén Blades
Finalizada la era Colón / Lavoe en 1973, prueba escena con el joven Blades a través de la producción “¡Metiendo mano!” (Fania, 1977). Y, de ahí en adelante, otra era de éxito, incluso, con el mejor álbum de la dupla Colon / Blades, “Siembra”, (Fania, 1978), y los célebres “Canciones del solar de los aburridos” (Fania, 1981); “The last fight” – (“La última pelea”) (Fania, 1982); y, el reencuentro, del año 95, en “Tras la tormenta” (Sony Tropical).
Aunque parezca exagerado, son rescatables las melodías que, en su totalidad, componen los proyectos “¡Metiendo mano!” y “Siembra”.
En el primero, con las composiciones de Blades “Pablo pueblo”; “La maleta”; “Fue varón”; y, “Pueblo”, incluyendo “Según el color” (Félix Hernández); la otra oda, “Me recordarás”, (Frank Domínguez); la insigne “Plantación adentro” (“Tite” Curet); “La mora” (Eliseo Grenet); y, “Lluvia de tu cielo” (Johhny Ortiz); y, en el segundo, aparte de “Ojos” (J. Ortiz), las ilustres “Pedro Navaja” y “Plástico”; “Buscando guayaba”; “María Lionza”; “Dime” y, “Siembra”. Todas las anteriores, bajo la excelsa composición de Blades.
Si de complemento se trata en alusión al listado anterior, se evocan las otras fidedignas de Blades __que no pueden faltar en futuras colecciones__ “Tiburón”; “Te están buscando”; “Ligia Elena”; y la considerada continuación de “Navaja” ¿“What happened?”, seguida de las letras memorables, a manera de entremés, “Madame Kalalu” (Modesto Cepeda); “El telefonito” (Silvestre López); “Yo puedo vivir del amor” (José Feliciano); y, “Andanza”, (Danilo Caymmi / Edmundo Souto / Paulinho Tapajós).
Trece años más tarde, “Tras la tormenta” fue el espacio perfecto para encajar una nueva unión, efímera, sí, pero interpretando a dúo el magno título homónimo del álbum y la presentación de la famosa, “Talento de televisión”, (Amílcar Boscán), en la voz de Colón.
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Willie Colón en solitario
“Fantasmas” se considera el mejor álbum de Willie Colón en solitario dada la aparición de “¡Oh!, ¿qué será?” (Chico Buarque) y otras reconocibles como “Mi sueño” (Colón / Martinho Davila); “Celo” (José Ruiz); y, “Amor verdadero”, (Eddy Grant), sin soslayar “Sueño de papelote” (Eladia Blázquez) y las de su autoría “Volar a Puerto Rico”; “Al dormir”; y, “Toma mis manos”.
Claro que, fue, en 1979, donde apareció otra de sus mejores canciones rotulada “Sin poderte hablar” bajo el amparo de la producción “Solo” (Fania).
Y si de más canciones se trata en solitario __notables, por cierto__, rescátese las recordables “Corazón guerrero” (Mark Knopfler) y “Casanova” (Sylvian Kryef) del año 82; las del año 1984 “Me das motivo” (Sullivan / Massadas) inscrita en “Criollo” (RCA Victor); “Gitana” (José Manuel Ortega) y las de su propiedad “Tiempo pa’ matar” y “Callejón sin salida”; la ya referenciada, “El gran varón”, (Omar Alfanno), junto con “Asia” (Colón) incluidas en “Top secrets” (Fania, 1989) con “Legal Alien” y las noventeras “Idilio” (Titi Amadeo) y “Cueste lo que cueste” (Janette Becerra) integradas en “Hecho en Puerto Rico” (Columbia, 1993) en conjunto con “Demasiado corazón” (Colón / Ennio Gatti) publicada en 1997.
A modo de colofón, con el mencionado, Boscán, interpretaron la muy conocida “Los olores del amor” aparecida en 1992 en el trabajo “Durando” (Rodven) que, el famoso intérprete venezolano lanzó, en su momento, con otra de su autoría conocida como “Melancolía de domingo”.
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Luego de este capítulo dedicado a la vida musical de Willie Colón, “¡El gran varón!” (de la salsa), cuya vida artística ha sido entregada, con ahínco, al pueblo latinoamericano, por más de 40 años, no cabe duda que las melodías salseras del ayer y del hoy no tienen ni punto de comparación con la propuesta quizá respetable, pero “superhumana”, de un J. Balvin; un Maluma; un Bizarrap; un Turizo; un Bad Bunny; una Tini; o, una Karol G.
Sin temor a equivocarme, este suscrito “casanova” no pierde las esperanzas en tratar de conquistar el corazón de una “gitana” con un “Me recordarás”; con un “Dime”; con un “Sin poderte hablar”; con el mismísimo “Gitana, gitana”; con un “Idilio”; con “Los olores del amor”; y, hasta en el extremo de los casos, con un “Ausencia” cuando mi corazón deje de ser “Guerrero”.
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“Yo creo en muchas cosas que no he visto;
Y, ustedes también, lo sé;
No se puede negar la existencia de algo palpado;
Por más etéreo que sea;
No hace falta exhibir una prueba de decencia;
De aquello que es tan verdadero;
El único gesto es creer o no;
Algunas veces hasta creer llorando;
Se trata de un tema incompleto porque le falta respuesta;
Respuesta que alguno de ustedes, quizás, le pueda dar;
Es un tema en Technicolor para hacer algo útil del amor;
Para todos nosotros;
Amén”.
(“¡Oh! ¿Qué será?”. “Fantasmas”, 1981)
Nicolás Fernando Ceballos Galvis
Sobre el autor
Nicolás Fernando Ceballos Galvis
Comunicación sin fronteras
Comunicador social egresado de la Fundación Universitaria San Alfonso (Bogotá, 2015), destacó, allí, por su informe especial relativo al XII Congreso de teología moral: “La objeción de conciencia: ¿un derecho de la persona?” (Bogotá, 2012), y, en 2014, siendo monitor del Centro de Producción Multimedia y Audiovisual, colaborando, principalmente, en el Boletín Institucional, “Máxima Alfonsiana”, en calidad de redactor. En 2015, fue ponente del Primer Encuentro Interinstitucional sobre Investigación Interdisciplinar, base para la realización del trabajo de grado grupal a efecto de optar el correspondiente grado bajo el título “La investigación interdisciplinaria en la Fundación Universitaria San Alfonso”.
Asimismo, participó, en sus tiempos de bachiller, en el “Primer Concurso de Cuento, Poesía y Dibujo Infantil y Juvenil por la Paz de Colombia” promovido por el Grupo Editorial EDUCAR (2006) y ya en calidad de periodista independiente, obtuvo, en 2022, el primer puesto (categoría crónica corta) por el escrito de su autoría, “Diario de ‘Villa Imperial’”, expuesto al interior del concurso “La realidad de nuestro territorio a través de tus ojos” promovido por la Secretaría de Mujer y Juventud de la Alcaldía del municipio de Funza, Cundinamarca.
Participante en diversos simposios y capacitaciones académicas relacionadas con su carrera tanto a nivel nacional como internacional, desde 2019 cuenta con una amplia experiencia en el sector de las publicaciones periodísticas independientes a través de su blog personal, “Comunicación Sin Fronteras”, bajo la elaboración de artículos de interés general con énfasis, principalmente, en asuntos culturales o de reflexión social; musicales (en especial, sobre su admirado folclor vallenato, asuntos netamente salseros y rancheros) y temas futbolísticos, “a sol y sombra”, en remembranza del título del libro que evoca este deporte de la autoría del extraordinario, ya fenecido, cronista uruguayo, Eduardo Galeano.
Ahora, este joven bogotano, “con corazón costeño”, pretende cultivar un constructo social que, desde diversas temáticas, logre cautivar al público lector mayoritario de PanoramaCultural.com.co a través de sus opiniones reflejadas al interior de su tribuna la cual ha decidido titular, igualmente, con el mote de su blog personal en honor a su trabajo periodístico independiente.
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