Ocio y sociedad
La isla de Puerto Rico, gran invitada del Festival Vallenato
La noche del 28 de abril fue la noche más internacional del 45 Festival vallenato. Agrupaciones de renombre mundial fueron el centro de atención de diversas fiestas de la ciudad de Valledupar y aportaron un toque sutil (además de la energía y el afecto de las bandas locales).
La isla de Puerto Rico tuvo una representación especialmente prestigiosa con la presencia del Gran Combo de Puerto Rico en la velada organizada por el club Río Luna. El grupo que cumple justamente los 50 años de su creación culminó una noche en la que también intervinieron Silvestre Dangond y Peter Manjarrés. El sabor de la mítica banda boricua –también conocida como la Universidad de la Salsa– puso a bailar a los miles de presentes con temas tan famosos como: “Me liberé”, “Brujería”, “Ojos chinos” o “Un verano en Nueva York”.
Engalanados como de costumbre, con camisas coloridas y elegantes, el Gran Combo llegaba de Bogotá donde tocó en un concierto multitudinario. El grupo considerado como uno de los más conocidos en el universo salsero fue fundado en el año 1962 por Rafael Ithier y suma 53 producciones que han hecho bailar a muchas generaciones en el mundo.
Nada ha cambiado a lo largo del tiempo. La Universidad de la salsa mantiene el rigor y la formalidad que hace de su música un producto único. El coro afinado se entrelaza con una excelente ejecución musical. Los 13 instrumentos que integran el grupo le dan fuerza y sonido propio.
Al mismo tiempo, el Parque de la Leyenda Vallenata recibió a uno de los grupos más populares de Reggaeton en la actualidad. Wisin y Yandel son también puertorriqueños y llevan más de diez años en los escenarios americanos y sudamericanos, produciendo una música de alto impacto visual.
Ellos son los representantes de una nueva generación. Los estandartes de un estilo más enfocado a la imagen. En el escenario, los dos hombres aparecieron con una energía desbordante detrás de unas mujeres ligeritas de ropa. Sus gafas oscuras aportaban un carácter irreverente a su vestimenta urbana.
Apoyados de pantallas gigantescas que difundían ilustraciones psicodélicas y modernas, los dos cantantes empezaron a cantar con un “rapeo” rápido y flexible. La muchedumbre respondió con entusiasmo, sobre todo después de que Wisin explicara que era la primera vez que llegaban a Colombia. “Estamos emocionados de estar aquí en Valledupar y de conocer un nuevo país”.
Así pues, Puerto Rico deja en este festival la firma de su influencia. La isla caribeña demuestra la riqueza de su amplio repertorio musical y conquista siempre nuevos escenarios.
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