Ocio y sociedad
Cecilia Lúque, la Dama del Protocolo en Valledupar
Sobreviviente de la tragedia de Armero y reina de Carnaval en Valledupar, Cecilia Lúque Soto es conocida ampliamente en la capital del Cesar como ‘La Dama del Protocolo’.
Esta mujer amante de lo autóctono tiene una casa que parece un museo, tanto así que durante el Festival de la Leyenda Vallenata llegar a ese lugar es un paso obligado para los turistas.
“Amo lo precolombino, las antigüedades y las cosas de región, por eso aquí hay un Pilón, una muñeca que es la figura de la Cacica Consuelo AraújoNoguera, un acordeón original de dos hileras, entre otros elementos”, comenta mientras me recibe en la parte trasera de su vivienda; su voz se confunde entre el canto de los 12 pájaros que tiene en el patio.
La primera vez que escuché sobre ella fue en la emisora local Maravilla Stereo. Allí todos los viernes en tres minutos se refería a un tema de etiqueta y glamour. Al llegar, Carlos Quintero Romero, director del noticiero, describía cómo estaba vestida. “Eso me obligaba a llegar sumamente elegante a las siete de la mañana. Eso sí, con vestido apropiado para esa hora del día”, precisa.
Fue él quien la dio a conocer como ‘La Dama’. “Empezó diciéndome ‘La Doña’ -porque no soy una jovencita- y un día lo cambió. Desde entonces todos me conocen como La Dama del Protocolo”, recuerda.
Reconoce que cuando olvida el nombre de una mujer se dirige a ella diciéndole ‘Dama’. “Nadie se puede poner brava porque le digan de esa manera. Dama significa persona de origen noble”.
Cecilia Lúque Soto es natural de Valledupar, vivió en el tradicional barrio Cañaguate. Se casó con un Tolimense y durante 18 años estuvo en Bogotá. Luego vivió 8 años en Tolima y tras la tragedia de Armero regresó a la tierra que la vio nacer. De inmediato empezó a trabajar en el Sena y fue allí cuando la capacitaron en Etiqueta y Glamour. “Me apasioné tanto que hoy día giro alrededor de ese tema”.
Esta mujer es la responsable de educar en esta área a jovencitas de diversas instituciones académicas. Es la responsable de que hermanas menores con total propiedad les digan a las mayores “¡Maquíllate! Una mujer no puede salir a la calle sin brillo en los labios y rubor en las mejillas”. -Lo digo por experiencia-. Para la Dama Cecilia Lúque es imperdonable que una mujer salga a la calle en chanclas o piyama. “Ni siquiera si se dirige al frente de su casa”, me dice mientras con suma elegancia se toca el cabello asegurándose de que esté debidamente organizado, en ese momento empiezo a agradecer que no exista la cadena perpetua.
Sus finos modales se notan en el habla, en su paso pausado y hasta en el libro de enorme proporciones en el que pone a firmar a quienes considera visitantes ilustres. Allí plasmé mi firma. En ese momento comprendí que otras de sus virtudes es la generosidad.
Cuando tenía 16 años convencieron a su madre para que le permitiera representar el barrio Centro de Valledupar en el Reinado de Carnaval. “En ese tiempo era una joven de bonita figura, agradable, con carisma y de excelente baile”. En esa experiencia quedó de virreina.
Otra de sus pasiones es el acordeón. Inicialmente, aprendió a tocar la concertina y, luego, recibió clases con el maestro Andrés ‘El Turco’ Gil.
Es un gusto conversar con La Dama Cecilia Lúque y es un gusto mayor aprender de ella tan solo con verla.
Herlency Gutiérrez
@HerlencyG
1 Comentarios
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