Ocio y sociedad

Francisca Freyle Mengual, valentía de mujer guajira

Hablar de Francisca es evocar las cualidades propias de la mujer guajira; valentía, perseverancia y visión; no buscan estas letras describir específicamente su rol  político y los retos que dicha faceta le ha llevado a enfrentar; pretendo trascender de ese aspecto a lo inspirador de su esencia humana, es decir, de la madre, esposa, amiga y lideresa como roles que ella también ha desempeñado de manera categórica.

Visionaria desde niña

Desde la infancia Francisca respeta su esencia indígena, su territorio y su historia; pero también ha visionado mejor porvenir para su pueblo y su familia, por ello salió adelante en una ciudad distinta a su tierra natal y nunca se limitó por ser indígena, por tener cuatro hijos a los cuales formar y muchas dificultades para enfrentar; pues al lado de su esposo José Ochoa Padilla (chepe) ha luchado con perseverancia y ha logrado las metas establecidas.

Corresponde la historia de Kyka al argumento contundente, para decir que las mujeres de La Guajira aplican perfectamente a la metáfora de ser úteros fértiles que al igual que los cactus del desierto entre más adversidades, más reverdecidos están.

Una mujer inspiradora

Escucharla con un  discurso sereno, reflexivo y amoroso inevitablemente inspira a continuar en la lucha por los derechos de las mujeres, en la cual, se logre una sociedad apta para vivir dignamente.

Es una eterna enamorada de Manaure, sueña con un territorio en paz y garante de la calidad de vida de todos sus paisanos y hermanos wayuú. Escucharla lleva a conocer más de la historia de las comunidades; habla con amor de madre develando que su tierra pertenece a lo más selecto de su corazón. Es clara en afirmar que no guarda rencor por nadie ni nada, y eso demuestra la paz que habita su corazón y la claridad que esto le permite para ver mejor la realidad social.

La familia biológica y la social

Es una mujer que ha construido una familia armónica y unida, mientras se dialoga con ella, se puede ver el amor que le demuestran su madre, sus hijos, esposo y nietos; de esta manera, se confirma porque puede hablar del amor con la libertad de quien lo vive plenamente y porque cree en la transformación social desde la construcción de familias estables.

Esto permite descubrir la coherencia que guarda su discurso, pues es una lideresa social pero también familiar; teje con la ternura y el carácter de una verdadera mujer Wayuú un entorno familiar de paz. Pero es doblemente dichosa, pues goza de una familia biológica estable pero también de una familia social (amigos, compadres, comadres, aliadas) que le demuestran su afecto sincero y le brindan el apoyo para seguir adelante a pesar de las dificultades que deba enfrentar.

De la libertad a la prisión

Habla con madurez, serenidad y contundencia, no busca hacerse la víctima bajo ninguna circunstancia; porque ella es un ejemplo de templanza y valentía, relata su experiencia de 11 meses en un centro carcelario, como la oportunidad de grandes aprendizajes; tiempo en el cual, pudo leer más de 15 libros, tejer nuevas hermandades, conocer otras culturas, fortalecerse con las historias de las compañeras de patio, afianzar la fe en Dios y analizar las acusaciones que la tuvieron ese tiempo privada de la libertad. Afirma que la justicia llegará porque su actuación ha sido la correcta siempre a favor del pueblo, es admirable la paz con la que habla sin guardar rencor contra quienes han ejercido persecución a su labor como alcaldesa de Manaure, está confiada que al final la verdad brillará con mayor intensidad que cualquier otra versión.

Lo que más extrañó, lo que más le dolió

Refiere que le dolió no poder terminar la gestión como alcaldesa para lograr cumplir con la misión encomendada por el pueblo que la eligió, pero que considera que actuó como debió hacerlo, respondiendo a la justicia con el mayor argumento que puede ofrecer una persona: la inocencia; así que espera que muchas cosas se continúen haciendo por el bien del pueblo.

Menciona que fue muy duro el tiempo lejos de la familia, de poder disfrutar con los nietos, hijos y seres queridos; también salir de su contexto, cambiar de alimentación y las demás rutinas sociales, que una persona en libertad puede disfrutar, pero dice que todo tiene un propósito y nada sucede por casualidad.

Sus tacones

Refiere que sus tacones hicieron parte de esos elementos que extrañaba, porque no representan solo un aspecto estético, sino que para ella son el símbolo batallador; cuando usa sus tacones con las mantas coloridas dice que es tener el vestuario de guerrera, lo cual, guarda una esencia simbolica trascendental para las gestiones que ha ejercido como alcaldesa, gerente de empresa privada y lideresa social.

Lo que más anhela

Anhela recuperar por completo su salud, su estabilidad; afirma que en su paso por la cárcel contó con el apoyo del equipo de guardias y  compañeras; que le brindaron todas las garantías pero sin embargo, el cuerpo se lesiona por el mismo proceso de adaptación a ese nuevo ambiente.

También anhela vivir segura, esperanzada en que posterior a demostrar su inocencia, pueda caminar confiada, llevar una vida tranquila y sin miedo a ningún tipo de represalias, porque ha sido muy duro enfrentar situaciones como la del homicidio de su primo hermano Moisés Freyle. Anhela seguir tejiendo aprendizajes y ayudar a mujeres que como ella han pasado por la gran prueba de estar privadas de la libertad; porque siempre en Kyka se escucha un mensaje de esperanza, de visión y amor por la causa social; no es ella una mujer que se detiene por las dificultades; porque al conocerla es fácil  afirmar que en su maleta (existencial) no tiene cabida el miedo, sino el de la valentía de espíritu que lleva a la fortaleza corporal.

Fabrina Acosta Contreras