Ocio y sociedad
Entre esquina y esquina
La cárcel es el espacio que aloja a quienes se apartan del normativo penal, establecido por la sociedad, como límite que garantice la preeminencia del orden social. Se conocen afirmaciones contundentes, fundadas en la realidad, indicadoras del fracaso incuestionable de los fines de la pena en lo referente ala resocializacion y garantizar la no reincidencia.No obstante, el lado positivo es que neutraliza a quienes son acusados, o condenados, por causar daño a otros y/o violar la normatividad penal vigente.La carcel no es basurero social, es cuna de nuevos hombres hacia un futuro mejor.
Quienes tuvimos el privilegio de laborar en prisiones y servimos a la causa bajo la conducción del mayor Bernardo Echeverry Ossa, aprendimos que es posible redimir al recluso pero se requieren, un tratamiento a cargo de equipo interdisciplinario y condiciones locativas apropiadas para mateializar el propósito.
La cárcel es una carga oceanica para la sociedad y demanda costos cuya finalidad depende del logro de la reinserción social, aparte de la guarda apropiada de los reclusos, una carga oceanica de sentimientos, dolores, frustraciones, sufrimiento e incompetencia social, individual y colectiva, para remediar la situación. Es lo que ocurre en Colombia, dado el erosionamiento de la disciplina y la seguridad, al interior de los establecimientos de detención y pena, la siniestra, silenciosa, pero destructiva, degradación moral de estamentos comprometidos en el proceso y componentes esenciales del sistema penitenciario y carcelario nacional.
La música es un medio universal para paliar las penas:
“En el mundo en que yo vivo
siempre hay cuatro esquinas
pero entre esquina y esquina
siempre habrá lo mismo
Para mí no existe el cielo
ni Luna ni estrellas
para mí no alumbra el sol
pa’mi todo es tinieblas…”.
Sin ayuda exógena es casi que imposible mantener el nivel mínimo de vida en cada centro carcelario o penitenciario. Grupos de voluntariado, personas de buen corazón, unen esfuerzos, actitudes, recursos e ingenio para contribuir a la mejoría consistente de la vida del (os) recluso (s).
Siempre es posible contar con verdaderos ángeles que aportan lo mejor de si, promueven acciones de búsqueda y recaudo, encuentran formas idóneas de ayudar y se las ingenian para posibilitarlo.
Vive el recuerdo de doña Carlota Uhia de Baute, en su incansable labor de servicio voluntario, una verdadera hormiga arriera en favor de los internos de la cárcel de Valledupar, época en que la necesidad de medicinas, aliento espiritual, pago de cauciones para recobrar la libertad y elementos de primera necesidad, demandaba esfuerzos superiores. Doña Eufemia Hinojosa de Palencia, de reconocida firmeza en el apostolado carcelario, los 365 días del año.
Doña Elvia Cerchar de Genecco, jamás se acercaba por el penal, nunca pidió un favor pero su incondicionalidad fue directamente proporcional a la prudencia y la discreción con que otorgaba sus apoyos, gracias a la tierna intermediación de mi amiga, noble y humanista como ella sola, Nurys Cerchar. Doña Omaida Eljach de Campo, firme en su voluntad de servicio y al jalonar numerosas ayudas, con el mayor cuidado y sin necesidad ningún tipo de divulgación pública. Alma Bonfante Cañate, quien supo sacarle tiempo a sus múltiples ocupaciones en la entidad pública para la cual trabajaba con su acostumbrada eficiencia, eficacia y efectividad. Omar Geles y Miguel Morales, que sin proponérselo se entregaron a la hermosa tarea de llevar alegría a la población reclusa, durante varias veces al año, a lo largo de varios años. Igual Farith Ortiz, Raul “el Chiche” Martínez, el gran Gonzalo Arturo “el Cocha” Molina, Hugo Carlos Granados, Andrés “el Turco” Gil, el maestro Sergio Moya Molina, Nelson Gnecco Cerchar, quien en unos carnavales regaló la presentación inolvidable de Cuco Valoy y sus Traviesos, en la cancha de futbol de la carcel, con sonido y todo. La entonces gobernadora, Maria Ines Castro de Ariza y su secretario de gobierno, Alfredo Araújo Castro,que ayudaron siempre pero un 31 de diciembre llevaron personalmente cena especial a la población reclusa, con los mejores tamales de la historia; el gobernador Luis Rodriguez Valera, que aportó recursos personales para habilitar el comedor del penal.El exsenador y ex gobernador Pepe Castro, incansable de n su apoyo. El Dr Jesus Namen a Rapalino, quien batió el récord: tramitó y convirtió en Ley un apoyo despreciar del pabellón industrial, destruido durante la famosa toma delincuencial de la carcel. Muchos, y muchas, más Solidaridad, siempre solidaridad.
Se necesita gente así y no siempre se la encuentra. Contar con personas y entidades que apoyen es una verdadera minaque, tarde o temprano, logra transformar vidas, para acometer acciones creativas e innovadoras.
“Con sus barras de acero rosa, ladrillos y tuberías a la vista y pinturas murales de plantas de la selva, Interno podría ser cualquier otro restaurante colombiano de moda. Pero los empleados que se encuentran adentro no solo están preparando la comida, están sirviendo tiempo. El restaurante de 60 asientos está ubicado en un área acordonada de la prisión de San Diego de Cartagena, una instalación de seguridad mínima que es la última parada para las mujeres antes de ser liberadas”, así presentó Time, en edición de 2018, a Interno, restaurante que funciona en la Carcel de Sandiego de Cartagena.
Es un restaurante adentro de la cárcel de San Diego en Cartagena, Colombia. Servido y atendido por mujeres privadas de la libertad, creado y dirigido por Johana Bahamón, gestora de segundas oportunidades quien desde el 2012 trabaja con su equipo de la Fundación Acción Interna para mejorar la calidad de vida de la población carcelaria y pospenada. Interno es modelo de reinserción social y sin duda un ejemplo de reconciliación y resocialización, el cual será un escenario permanente para demostrar de manera clara y contundente, cómo los errores se pueden convertir en oportunidades y las oportunidades en una realidad
Con un menú asesorado por los mejores chefs, el 15 de diciembre de 2016 , se inauguró Interno. Se abrieron las puertas de la cárcel de San Diego, para que la población civil y turística de Cartagena disfrute del sabor de la libertad con un servicio de la mejor calidad y lograr para las internas una Segunda Oportunidad para reinsertares en el tejido social y productivo.
Entradas (para empezar su experiencia): Carimañolas de posta con suero y menta, Encocado de camarón con tubérculos de temporada, Ceviche de pescado en leche de coco y plátano maduro,Tiradito con salsa detamarindo y mayonesa de rocoto,Boronía de la región.
Platosfuertes (para disfrutar el camino de la reconciliación): Posta cartagenera con ensaladilla y arroz titoté, Pesca del día en salsa de coco quemado, Berenjenas a la plancha en salsa napolitana,ypesto,
Ensalada con vegetales ahumados, Arroz caldoso con frutos del mar.
Postres (para endulzar la vida): Jardín de cocadas,Arroz de leche con reducción de frutas cítricas, Helado de Kola.
Para refrescar el momento: Piña con Menta, Corozo, Limonada de coco, Michelada de mango biche.
Para brindar y celebrar las segundas oportunidades:Undurraga $65.000 (media) $ 120.000, Portillo $ 120.000, Frey - Sohler $ 150.000.
Menú interno: $90.0000 por persona. Una entrada, un plato fuerte, un postre y un jugo.
En Valledupar podemos replicar eso y más. Ojalá mi amigo Julio Mario Celedon, se le mida. Hay muchas personas que pueden emprender, o continuar los ya iniciados, y contar para ello con mano de obra ds internos. Mariano Sierra Perez, líder creativo y emprendedor, puede hacerlo. Naiduth Geles y muchos más.
Hay un camino, que es el cultural, apropiado para ir de manera significativa en la tarea resocializadora y productiva, en la Carcel de Distrito y en la Penitenciaria. Como inició la tarea de la actriz y hoy gestora social, Johana Bahamon, bien puede hacerse por estos lares. Teatro, como escenario para promover el crecimiento personal desde el estudio y la actuación. Maderos Teatro, profesor Deiler Diaz, adelante. La danza, su práctica puede servir: profesores Olger Baena, Pedro Pinto, Triby Fernandez, Carlos Calderon, Yovani Lopez y más. Literatura, sumándose a la extraordinaria labor del poeta y líder, Eduardo Santos Ortega y la Fundación Valle de Poesía, se puede hacer una buena contribución. Además con escritores y cronistas. Mediante la pintura, la gastronomía, la música y la preservación del patrimonio cultural inmaterial. En esto, la Alcaldia de Valledupar, a través de la Oficina de Cultura Municipal, la Universidad Popular del Cesar, con la Facultad de Arte y Folclor, otras univ rsidads, la empresa privada y la Gobernacion del Cesar, tienen el balón en su campo. Mientras tanto,“…ayayay que negó es mi destino, ayayay todos de mi se alejan, ayayay perdí toda esperanza…”.
Alberto Muñoz Peñaloza
@albertomunozpen
Sobre el autor
Alberto Muñoz Peñaloza
Cosas del Valle
Alberto Muñoz Peñaloza (Valledupar). Es periodista y abogado. Desempeñó el cargo de director de la Casa de la Cultura de Valledupar y su columna “Cosas del Valle” nos abre una ventana sobre todas esas anécdotas que hacen de Valledupar una ciudad única.
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