Opinión
El arte de sentirnos

Hace 6 años, justo en la cocina preparando el almuerzo, repetía afirmaciones "positivas", cosa que no está mal ni bien, sólo que notaba que me estaba privando de sentir. Esta "técnica", en vez de ayudarme, lo que hacía era inconscientemente generar caos y conflicto interno y externo.
La cuestión es que me di cuenta que sentía mucha tristeza y no quería abrazarla. Me daba miedo no volverme a levantar, es decir, quedarme anclada ante esa emoción ya que la sociedad te vende un afán de "estar bien o del que hacer" y nos olvidamos de lo importante que es validar nuestras emociones, nos olvidamos de parar para procesar y sentir.
En ese momento lo único que estaba haciendo era reprimir dicha emoción.
Así que, a raíz de esto, saqué la conclusión que cada emoción es una oportunidad y un portal hacia la sanación y vida espiritual. Para mí la espiritualidad es vivir el presente y, para vivir el presente, se requiere valentía, para sentir todas y cada una de nuestras emociones ya que somos humanos y no robots.
✨Por eso, quiero recordarte hoy que vivas a plenitud y en presencia, sintiendo y validando tus emociones, porque emoción reprimida te ata y mata en vida.
✌????Espero que hoy tomes la decisión de crear un espacio para sentirte, habitarte y liberarte, para reconectar contigo y volver a tu corazón.
Con Amor.
Angelic Schrieder
Sobre el autor
Angelic Schrieder
Soy Angelic Schrieder
Me dedico a servir a los demás a través de reflexiones y filosofadas que nos ayudan a florecer, crecer y sanar desde mi propia experiencia. Mi carrera profesional es en sociología, pero prefiero que me conozcas como un espejo que refleja la humanidad en su esencia, igual que tú.
3 Comentarios
Totalmente acorde con lo que la Dama plantea. Los seres humanos somos 100% emocionales y por tal motivo no se debe refrenar el cauce del río emocional que es nuestro cuerpo. Dolor y placer son las dos emociones que debemos aprender a dominar, abrazar y como dice la Dama Schreider. A sentir sin remilgos.
Excelente.
Las emociones son necesarias para nuestros vivir, ellas llegan a darnos enseñanzas, hay qué recibirlas, vivirlas en su momento, aprender y soltar.
Le puede interesar
Encuentros en el baño: matriz de goces infinitos
No me ocuparé en definir el baño desde una metáfora masculina o femenina (aunque tiene mucho de mujer o mejor de intersexual),...
El delfín tiene puesto fijo
“Difícil es entender el comportamiento de familias enteras en el desarrollo de esa prosaica carrera por disfrutar el poder”. De...
Se acabaron los profesores de castellano (1)
Increíble: aquellos profesores de castellano, que sabían redactar una carta, que conjugaban correctamente los verbos irregulares,...
Si la Unesco supiera…
Diciembre llegó con su ventolera, mujeres.. Así inicia una vieja canción del maestro costeño Rufo Garrido. Ese anuncio cantado, f...
Los cañaguates y los robles en Valledupar
El mes de enero se va y de recuerdo nos quedan las brisas, que acarician el esmalte amarillo de las flores de los cañaguates y e...










