Opinión

De regreso a las clases

José Atuesta Mindiola

23/01/2013 - 12:00

 

En el regreso a las instituciones educativas los rectores deben recibir a sus docentes con efusivos saludos de bienvenida, reconociéndoles la responsabilidad de su trabajo e invitándolos a continuar con el entusiasmo de ejercer la pedagogía del conocimiento y la cultura de promover el desarrollo de buenos ciudadanos. De manera similar, los docentes deben recibir a sus estudiantes.

Una palabra afectuosa de bienvenida abre las puertas de la motivación. “El entusiasmo es el signo más universal y distintivo de los educadores felices” (Bertrand Russell). Mientras Henry Ford, agrega: “Si tienes entusiasmo, podrás hacerlo todo. El entusiasmo es la levadura que hace crecer tu esperanza hasta conquistar tus sueños. El entusiasmo es el brillo de tus ojos, la firmeza en tu caminar, la fuerza de tus manos, el empuje irresistible de tu voluntad y de la energía que te llevaran a conquistar tus ideales”.

El regreso de los docentes y de los estudiantes al colegio debe ser una fiesta de la motivación. Y todos debemos repetir con Fedor Dostoievski: “No le pedimos a Dios triunfos, dinero o poder. Pidámosle lo más significativo: la salud y la alegría”. A propósito, afirma Jorge Duque Linares, “La alegría es fundamental para la personalidad, es el valor de los valores; no se enseña, se descubre, nace del corazón”. Por eso es necesario que a los estudiantes se les haga sentir importante, tanto en la familia como en el salón de clases para desarrollar el hábito de estar alegre, porque esto les ayuda a mejorar sus niveles de autoestima y sus aptitudes.

Las aptitudes para realizar con idoneidad determinado trabajo, se conocen con el nombre de competencias. Explica, Erich Fromm: “Para llegar a ser competentes, miremos la paciencia de un niño cuando empieza a caminar, se cae, vuelve a caer una y otra vez. Sin embargo, sigue ensayando, mejorando, hasta que un día camina sin caerse, ¿Que no podría lograr un adulto, si tuviera la paciencia de un niño y su concentración  en los fines que son importantes para él?  Lograría el más alto nivel de las competencias y su ayuda seria excelente para la humanidad”.

Recomiendan, los pedagogos  que la primera semana escolar debe ser de adaptación a las nuevas temáticas de los programas y de estudio del Manual de Convivencia. Conocer los nuevos docentes, los ejes centrales de las asignaturas, la misión y la visión de la institución, deberes y derechos, faltas y correctivos, estímulos y servicios escolares, son trascendentes para el desarrollo integral del estudiante.

La disciplina es la madre de la responsabilidad y el respeto es la luz de la convivencia. Para que estos dos principios vayan en armonía con la formación del estudiante es necesaria la participación eficiente de los padres de familia. Un niño que viva en un hogar donde prospera el respeto, la responsabilidad y el trabajo, seguro que será un estudiante responsable y respetuoso. La familia es la cuna para la formación de los buenos ciudadanos y la escuela es el escenario para promover el desarrollo de buenos estudiantes.

A manera de epílogo, estos versos del docente chileno, Cesar Castillo Bozo: Brindo dijo un profesor: por la pizarra y la tiza, por la palabra y la risa, porque soy educador. Los momentos de dolor  o económicos de apuros, los borro con lo más puro, que es la risa de la infancia; más yo tengo la ganancia, de estar sembrando futuro.

 

José Atuesta Mindiola

Sobre el autor

José Atuesta Mindiola

José Atuesta Mindiola

El tinajero

José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).

Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.

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