Opinión
Si al menos conociéramos un poco de historia…

Los diferentes conflictos en el mundo nos permiten validar la célebre frase “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”, y tal vez el más interesado en conocerla debió ser Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, quien enfrentó la invasión de su vecina Rusia, el 24 de febrero del 2022, es decir que tres años después, al hombre que vendían como un héroe en occidente, hoy lo tildan de payaso y dictador.
Zelenski, un actor de televisión que se convirtió en presidente de su país, ha mostrado muy tempranamente su inclinación y alineación con el mundo occidental tratando de distanciarse de su vecino ruso (la segunda potencia militar a nivel mundial), con quien no solo comparte fronteras, sino que también arraigos culturales, y que, en su afán por pertenecer a la OTAN, y a la unión europea, llevó a su juventud a una verdadera carnicería.
Los jóvenes caídos en batalla, se cuentan por centenas de mil, de acuerdo a los portales de información, que realizan seguimiento al peor conflicto en Europa después de la segunda guerra mundial. Si el joven presidente de los ucranianos hubiera conocido un aparte de la historia, que se remonta a un mes de octubre del año 1962, lo que se conoció como la crisis de los misiles en Cuba, no se hubiera embarcado en tal aventura guerrerista. La humillación y el desprecio que siente Zelenski, en estos momentos, fue la misma que sintió, Fidel Castro, presidente de Cuba, cuando solo se limitó a observar a las delegaciones de Estados Unidos y de la antigua Unión Soviética, negociar el retiro de los misiles cargados con ojivas nucleares, que apuntaban desde la isla, a la potencia del norte, al igual que los que desde Turquía enfocaban la URSS.
Cuenta la historia que Castro se sintió utilizado por el primer ministro soviético, Nikita Khrushchev, quien, junto a Kennedy, terminaron negociando el retiro de los misiles, y el compromiso de que los Estados Unidos no invadirían a Cuba.
En la guerra no todos pierden, pero son muy poquitos los que ganan. El conflicto ruso–ucraniano ha permitido poner a prueba nuevos armamentos, tanto de occidente como de Rusia, dejando muchas ganancias a los fabricantes de armas. En contra prestación están los miles de muertos que ha dejado el conflicto entre los dos bandos, y un país con sus infraestructuras destruidas.
Pero lo peor es que las tragedias no vienen solas, tras la traición que debe sentir Zelenski, viendo morir a su pueblo combatiendo, hoy la administración de Donald Trump, le cobra la astronómica cifra de $ 300.000 mil millones de dólares representados en el armamento enviado por los gringos al gobierno del comediante, y este debe pagárselo a través de un acuerdo firmado, donde le cede la explotación de tierras raras y demás recursos estratégicos a las compañías estadounidenses. Desconocer la historia no solo nos condena a repetirla, también nos lleva a tener que observar cómo se pierden miles de víctimas inocentes que pagan por la ignorancia de quienes gobiernan a favor de sus propios intereses.
Mientras la vieja y agónica Europa lucha para brindarle apoyo a su socio Ucrania, en Colombia se libran varias batallas. Desde el escenario político, vemos cómo se tejen las más vulgares alianzas, entre el actual gobierno, y lo que muchos creíamos oposición, pero que, afortunadamente, nos han demostrado que todos huelen a lo mismo. La nueva designación de Armando Benedetti como ministro del interior, demuestra el apoyo incondicional de Gustavo Petro a este polémico personaje, quien quizás se convierta en la tabla de salvación de un gobierno que no logró cumplir todas sus promesas, pero tal vez el ministro del interior sea el que sirva de puente entre una izquierda desacreditada y una corrupta derecha aferrada ciegamente al poder.
Por otro lado, en materia de orden público, la violencia no da tregua. Los enfrentamientos armados por las disputas territoriales que libran los distintos actores violentos nos dejan una verdadera lección: que la historia hay que conocerla para no repetirla, y de esa manera evitar la pérdida de tantas vidas, especialmente de nuestra juventud.
Nerio Luis Mejía
Sobre el autor

Nerio Luis Mejía
Pensamientos y Letras
Nerio Luis Mejía es un líder comunal, defensor de los Derechos Humanos, quien ha realizado de manera empírica un trabajo de investigación acerca de las causas que han propiciado -y siguen alimentando- el conflicto armado y social colombiano. Mediante sus escritos, contextualiza las realidades territoriales.
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