Opinión
La Defensoría no es solo de las víctimas

La Defensoría del Pueblo en Colombia es una institución fruto de la Constitución política de 1991, fundada un 15 de diciembre de 1992. Es una de las pocas entidades en nuestro país que ha atendido el drama de las víctimas de la violencia causado por el conflicto armado en Colombia. En los pasillos de sus instalaciones, se escucha a través del murmullo el dolor que expresan las víctimas que no solo vienen a declarar, también traen consigo el sufrimiento infligido, por la peor desgracia que nos ha tocado vivir.
Los funcionarios de esta entidad han venido creando un “nivel superhumano” que combina diferentes profesiones con el objetivo de entender a quienes necesitan ayuda. Tanto así que algunos profesionales del derecho en ocasiones hacen el papel de psico-orientadores, enseñándonos técnicas de relajación con consejos prácticos que, en gran medida, nos ayudan a superar la crisis, convirtiéndose en el refugio más seguros para nuestras vidas.
En cada una de las sedes de la Defensoría del Pueblo, encontramos empleados que reflejan la rica diversidad cultural de Colombia, siendo la regional de Ocaña una de las más llamativas en sus rutas de atención: su experiencia en materia de atención a las víctimas del conflicto armado ha permitido a sus funcionarios hacer frente a la crisis que están viviendo miles de familias a consecuencias de la situación humanitaria en el Catatumbo.
La regional de la Defensoría del Pueblo de Ocaña no sólo cuenta con una excelente infraestructura física, también es el refugio de víctimas del conflicto armado y de almas en pena, aferradas aún al mundo de los vivos, que tratan de manifestarse a través de los cuerpos físicos de personas que han venido a contar sus dramas en este lugar.
En la tercera semana del mes de febrero de 2025, mientras los funcionarios de la entidad atendían a la decena de personas que buscaban ayudas, los gritos y aullidos de una joven que había sido poseída por una entidad incorpórea se hicieron notables. Por fortuna, en las instalaciones de esta defensoría se encontraba un sacerdote que pudo atender la situación espiritual que requería en su momento la joven mujer.
Hoy quienes visitamos esta edificación, repleta de funcionarios y víctimas, consideramos que no estamos solos. Aquí llegan a manifestarse las almas de quienes no están con nosotros en el plano físico. También estas almas saben que este lugar no es solo un edificio, es el cálido hogar donde llegan los vivos en búsqueda de esperanzas. Aquí los espíritus consiguen la paz espiritual que una vez les quitaron en el territorio.
Es por ello que me atrevería a decir que la Defensoría del Pueblo de Ocaña, no solo la visitamos las víctimas del conflicto armado, también quienes en vida no pudieron contar sus historias.
Nerio Luis Mejía
Sobre el autor

Nerio Luis Mejía
Pensamientos y Letras
Nerio Luis Mejía es un líder comunal, defensor de los Derechos Humanos, quien ha realizado de manera empírica un trabajo de investigación acerca de las causas que han propiciado -y siguen alimentando- el conflicto armado y social colombiano. Mediante sus escritos, contextualiza las realidades territoriales.
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