Opinión

Editorial: El Centro Cultural de la Música Vallenata, en discusión

Redacción

28/01/2013 - 12:07

 

Mural del Concejo de Valledupar (Autor: Piedrahita)La semana pasada nos dejó imágenes y momentos de intenso debate en la ciudad de Valledupar.  La cultura fue el centro de esas discusiones que –aunque polarizadas por la posición del gobernador del Cesar y el alcalde de Valledupar– buscaban la construcción de uno de los proyectos más importantes de los últimos años para la región: el Centro Cultural de la Música Vallenata.

Apadrinado desde los primeros meses de su mandato por el gobernador (Luis Alberto Monsalvo), el proyecto ha encontrado un eco en numerosas voces que lo consideran de vital importancia para la proyección de la cultura vallenata a nivel regional y nacional.

Es innegable que el patrimonio cultural de Valledupar (y por extensión, el Cesar) está necesitado de centros o galerías que permitan su exposición masiva, así como la organización de eventos y de encuentros culturales (y el museo del Caribe en Barranquilla ha sido mencionado por muchas personas como el ejemplo a seguir), pero entonces: ¿Cuáles son las diferencias que ralentizan este proyecto?

Las diferencias son de orden jurídico y no tanto de voluntades. El lote en el que la gobernación desea construir las bases del Centro –ubicado en la antigua zona de carreteras, es decir en las inmediaciones de la gobernación– se encuentra comprometido dentro del vigente Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para la construcción de una Glorieta.

Es cierto que el gobernador ha emitido desde su cuenta de twitter mensajes que cuestionan la disposición de la actual administración municipal, pero esas diferencias no deben interpretarse como una posición de enfrentamiento ideológico irreconciliable sino como lo que realmente es: una complicación jurídica que tiene solución.

El presente Jefe de la Oficina de Planeación de Valledupar, Anibal Quiroz, lo expresó textualmente en su página de twitter: “El alcalde tiene toda la disposición y cumpliremos” y en respuesta a un comentario añadía: “He aprendido que en esa vida pública nada es personal, nada justifica una posición irreconciliable. Trabajemos por Valledupar”.

No queda otra alternativa que la conciliación y el trabajo en equipo. Valores elementales para que Valledupar y el departamento del Cesar progresen como todos lo esperamos y que los resultados beneficien a la mayoría.

En las discusiones de la semana pasada algo era destacable: la motivación de cada uno de los interlocutores por buscar una solución y hacer que la Cultura tenga su espacio en la agenda. Esos son los mensajes que deben resaltarse de aquí en adelante.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Don Pantaleón

Don Pantaleón

  Don Pantaleón Peñaloza fue un tipo tranquilo, nacido en un hogar humilde, creció como todos los muchachos de su época haciendo ...

El pueblo y la poesía

El pueblo y la poesía

  Nací en un pueblo lleno de historias, crecí y jugué en unas calles arenosas, donde cobijada por la oscuridad de las noches, la...

Valledupar, del blanco colonial al naranja actual

Valledupar, del blanco colonial al naranja actual

  Si usted, amigo lector, está en Valledupar en su cumpleaños 469, ni se le ocurra meterse a Wikipedia para saber algo de su histor...

La discriminación a las escritoras por parte del estado colombiano

La discriminación a las escritoras por parte del estado colombiano

  Hace más o menos un año recibí una invitación a una Feria del Libro Internacional, para poder asistir el comité organizador ...

El nigeriano

El nigeriano

Hace unos días fui a desayunar con un amigo. El restaurante estaba lleno a reventar tocaba hacer cola para entrar, es una belleza ital...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados