Opinión

Soy hermano de Omar Geles

Jorge Nain Ruiz

02/05/2025 - 05:35

 

Soy hermano de Omar Geles
El cantautor y rey vallenato Omar Geles / Foto: créditos a su autor

 

No nací en Mahates, Bolívar, tampoco en Valledupar, y sé que en estos lugares fue donde nacieron los hijos biológicos de la cariñosa y universalmente conocida como 'La Vieja Hilda', pero también tengo muy claro que ella tiene otros hijos que fue recogiendo en el camino de la vida, y fue ella quien decidió un día del mes de noviembre de 1979 que yo hiciera parte de su familia y me considerara uno de sus hijos.

Sé que, como yo, hay muchos otros que reclaman también este lugar de ser hermano putativo de Omar, la ventaja es que yo tengo esta tribuna editorial para publicarlo a los cuatro vientos.

Yo vivía tranquilo en el Hotel Bolívar, del centro de Valledupar, y “La Vieja Hilda”, que me vio cantar en una parranda con 'Miguelito' Ahumada, uno de los mejores acordeoneros que tenía Valledupar en esa época, se enamoró de mi canto y me 'fichó' como el segundo cantante de su hijo Omar, el primero fue José Díaz, nacido en El Molino, La Guajira, quien ya era otro hijo de la señora Hilda.

La segunda mamá de muchos me llevó a vivir a su casa de la calle 29 en el barrio Simón Bolívar, y desde entonces fui otro hermano de Nubia, Juan Manuel,  Amalia, Naidúth, Janer y, por supuesto, de Omar. Allí me convertí en tío putativo de Wilfran Castillo y de Alex Baute, con quienes pasé una adolescencia hermosa, hasta que decidí irme a estudiar a Bogotá y allá me dio mucho guayabo cuando escuché el primer trabajo musical de Los Diablitos, y hasta algo de envidia por no estar en el lugar de Miguel Morales.

Hay tantas anécdotas que contar de aquella linda época, pero el espacio que tengo sólo alcanza para estas dos: en mi pueblo, La Loma de Calenturas, nos inventamos un toque y alquilamos la caseta 'La Cita', la publicidad decía: "Hoy, el acordeonero Omar Geles, 'El Diablito' y sus dos cantantes: José Díaz y Jorge Naín Ruiz". Alquilamos una buseta para que nos llevara, y para el regreso debíamos contratar otra con lo producido en la taquilla. Entraron como veinte personas al baile, así que no teníamos como regresar a Valledupar y la única solución fue pedir chance en un camión cargado de algodón, imagínense como nos veíamos ese grupo de negritos, cada uno subido encima de un saco de algodón. 

En otra ocasión, nos fueron a buscar para tocar una parranda en el barrio 12 de octubre, estábamos en plena era de la bonanza marimbera y llegaron a la casa dos camionetas F-100 llenas de hombres, uno fue a hablar con mamá Hilda y le dijo que a Omar lo quería escuchar 'El Gavilán Mayor'. Llamamos a los demás músicos y nos fuimos a tocar la parranda, el famoso 'Gavilán Mayor' quedó impresionado con la manera de tocar de Omar, lo aplaudía a rabiar y nos pagó una suma considerable esa noche, pero a mí me regaló además un par de zapatos muy finos, cuando llegamos a la casa y Omar nos llamó para pagarnos, me dijo: "Jorge, esos zapatos que te dio 'El Gavilán' yo creo que valen más de lo que tú te ganaste cantando, así que confórmate con los zapatos". Yo me puse a llorar y Omar me dijo: "No manito, era jugando, toma tú plata".

Colofón: Omar Antonio Geles Suarez, mi hermano que está en el cielo, gracias a la FFLV ahora es el único rey de reyes categoría aficionado, y rey de reyes póstumo, también en la categoría profesional.

 

Jorge Nain Ruiz Ditta

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Kowloon, la ciudad sin ley

Kowloon, la ciudad sin ley

La “Ciudad sin Ley” y la “Ciudad de la oscuridad” así era conocida Kowloon, el pequeño enclave de la China imperial de 26.000...

El espejismo de la calle

El espejismo de la calle

Llevo 36 días de encierro con los inconvenientes que ello trae aparejado, la tensión del confinamiento es una presión que hay que so...

Segunda versión de Un canto al río

Segunda versión de Un canto al río

  Debo iniciar este escrito deseándoles a mis lectores una feliz navidad y un año 2023 pletórico de salud y felicidad, también qu...

Que no sea El Ultimo Baile

Que no sea El Ultimo Baile

  Nos queda claro que Silvestre Dangond se ha especializado en titular de manera polémica, por decir lo menos, sus últimos álbumes...

El despertar de los acordeoneros

El despertar de los acordeoneros

  En nuestro folclor vallenato, el acordeón ha sido el instrumento insigne a través de la historia, líder de esa trilogía que s...

Lo más leído

El golpe y el derrumbe del general Rojas Pinilla

Eddie José Dániels García | Historia

Santander Durán Escalona, el mago de la palabra

Noralma Peralta Mendoza | Música y folclor

Coraje y persistencia: Alcides Rafael Díaz

Luis Carlos Guerra Ávila | Música y folclor

Isolina León, “La Tranca”: voz, alma y esencia del bullerengue

Ramiro Elías Álvarez Mercado | Música y folclor

Rafael Orozco, la voz del amor

Eliécer de Jesús Jiménez Carpio | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados