Opinión
La Cultura nos debe unir para crecer

Hablar de Folclor es referirse a las costumbres, tradiciones, leyendas, danzas, creencias, música y otras manifestaciones culturales características de una determinada comunidad, a través de este se transmiten valores creencias y se permite la construcción de la identidad cultural de un pueblo o una región.
La mayoría de estos conjuntos de tradiciones y expresiones artísticas se encuentran amenazadas, debido a la influencia de expresiones culturales de otras latitudes, la globalización, comercialización y el desinterés de las nuevas generaciones por sus tradiciones autóctonas, esto ha puesto en riesgo la salvaguarda de nuestras manifestaciones culturales, por eso, se ha hecho necesario crear espacios como los festivales que garanticen el rescate, preservación y difusión de nuestro folclor.
El Festival Vallenato es una muestra fehaciente de la lucha por mantener y salvaguardar el legado de nuestro juglares, que la tradición no muera, sino por el contrario trascienda de generación en generación, pero infortunadamente también se ha convertido en una piedra en el zapato para las otras expresiones culturales existente en el territorio, puesto que la dirigencia vallenata ha pretendido subsumir y extinguir las demás manifestaciones culturales e imponer al Vallenato como el único genero cultural de la región.
Terminado el más reciente Festival de la Leyenda Vallenata y escuchando la canción ganadora ‘Vallenato y carnaval’, haciéndole un análisis mas amplio y profundo encontramos que es la vivencia de todas las manifestaciones culturales autóctonas que cohabitan con el vallenato, las cuales son desmeritadas, excluidas y desconocidas por la dirigencia, sin conocer su esencia, aporte e importancia cultural.
En vez de tratar de vallenatizar las demás manifestaciones culturales, se debe es buscar su cohabitación, colaboración e impulso, que permita la unión cultural del territorio, permitiendo que las diferentes expresiones y ritmos musicales puedan disfrutarse, apreciarse y escucharse sin menoscabo en todos los espacios culturales de la región, que el son, paseo, merengue y la puya, puedan sonar al lado de la tambora, guacherna, berroche y chande.
Que la música y folclor de la cuenca del rio Cesar y del Magdalena sincreticen una unión bajo el respeto, que contribuya al fortalecimiento de la cultura del departamento, afianzándonos como epicentro turístico y cultural a nivel nacional e internacional, que el vallenato y la tambora se nutran, crezcan y se afiancen, garantizándoles un apoyo equilibrado y respetando sus raíces.
Así como la elección del Rey Vallenato Iván Zuleta Barros aparte de su versatilidad, conocimiento y eficiencia en la interpretación, es el respeto, respaldo y confirmación del legado, tradición e historia de una familia que le aportado mucho al vallenato, que así mismo, las autoridades y actores culturales del departamento brinde las garantías, respeto, respaldo, apoyo y oportunidad a todas las expresiones culturales que cohabitan en el Cesar.
Por eso, es necesario que se implemente un Plan Especial de Salvaguarda de nuestro Patrimonio Cultural, donde se promueva la enseñanza y practica de las expresiones artísticas autóctonas existentes en cada municipio, inversión efectiva y garantizada de los diferentes festivales respetando su esencia y legado, apoyar la producción, publicación e investigación de las diferentes expresiones culturales, solo así, logramos crecer y encumbrar nuestra cultura, de lo contrario por el egoísmo, imposición y guerra interna, condenaremos a nuestra riqueza y multiculturalidad a desaparecer.
Diógenes Armando Pino Sanjur
Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Sanjur
Tamalamequeando
Diógenes Armando Pino Sanjur, más conocido como May Francisco, nació el 24 de junio de 1976 en un pueblo mágico lleno de historia, cultura y leyendas situado en la margen derecha del Río Magdalena llamado Tamalameque. Hijo de los docentes Diógenes Armando Pino Ávila y Petrona Sanjur De Pino, tiene 2 hijos, May Francisco y Diógenes Miguel, los cuales son su gran amor, alegría, motor y mayor orgullo. Abogado de Profesión, despertó su interés con la escritura de su padre quien es escritor e historiador, se declara un enamorado de su pueblo, de su cultura (la tambora) y apasionado por la política como arte de servir.
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