Opinión
Liberalismo y wokismo: el debate actual

El Liberalismo como tradición filosófica y política se ha posicionado durante el siglo XX y XXI en la mayor parte de los países occidentales alcanzando un consenso general alrededor de sus principios fundamentales: Libertad Individual, Igualdad ante la Ley, Estado de Derecho y Economía de Mercado. Sin embargo, las ideas que lo sustentan y que han conseguido crear un orden social con libertad, dignidad y prosperidad reconocidos a lo largo de la historia se encuentran hoy amenazadas por lo que se ha llamado “la política de la identidad”.
Francis Fukuyama llamó la atención al respecto en un artículo publicado en la revista Foreign Affairs: “mientras la política del siglo XX se definía por cuestiones económicas, en la del siglo XXI se observa una presencia cada vez mayor de cuestiones identitarias. Mientras en el siglo pasado la izquierda y la derecha discutían acerca de la conveniencia o no de las políticas redistributivas, hoy el problema parece estar centrado, sostiene Fukuyama, “en la promoción de los intereses de una amplia variedad de grupos marginados, como las minorías étnicas, los inmigrantes, las mujeres y las personas LGBT.”
Hablamos de la Justicia Social Crítica o Wokismo, como la nueva “ideología” o movimiento que busca reorganizar la sociedad entre opresores y oprimidos en función de la sexualidad, genero, color de la piel, y que, sobre todo en las redes sociales, ha generado una cultura de la cancelación, que en Estados Unidos ha tenido tanta relevancia, llegando a inclinar la balanza a favor de Donald Trump en las elecciones pasadas y que éste ha tomado como caballo de batalla en sus primeros meses de gobierno.
El liberalismo parte de una concepción universalista de la justicia y los derechos humanos, la particularidad de cada uno es sustituida por la pertenencia a una comunidad abstracta (nación) y por la apelación a un interés común; el Wokismo, por su parte, enfatiza un enfoque particularista e interseccional que reconoce que los individuos no se relacionan con las instituciones desde un punto de partida común, sino desde posiciones de desigualdad estructural.
En relación con la libertad de expresión, el liberalismo considera que los discursos ofensivos deben estar protegidos para garantizar el pluralismo, mientras que el Wokismo busca proteger a colectivos vulnerables frente a discursos considerados violentos u opresivos que pueden terminar en censura moral o cancelación.
La meritocracia suele ser defendida por el liberalismo como principio distributivo, en tanto que los ciudadanos deben competir en igualdad de condiciones. El Wokismo afirma que tal competencia es ficticia, pues se realiza en contextos históricos y sociales desiguales, lo que exige formas de reparación como, la acción afirmativa.
Entonces, el Liberalismo y el Wokismo constituyen dos paradigmas que responden a contextos históricos distintos y reflejan un conflicto entre la tradición y la renovación, entre una defensa de los principios universales y una demanda concreta de justicia social contextual.
En tiempos de polarización, comprender estas corrientes sin necesidad de caricaturizar o etiquetar, es fundamental para un debate democrático sano. No se trata de escoger entre uno u otro, sino de encontrar un equilibrio que combine libertad, igualdad y reconocimiento de una sociedad plural.
Julio Franco Orozco
@Jafrancoz1
Sobre el autor

Julio A. Franco Orozco
Cleóbulo
Docente Universitario, que le gusta la política cuando se vuelve historia, y que busca a través de las ideas de la libertad recrear en la columna, conceptos políticos y económicos que nos ayuden a entender la realidad actual.
1 Comentarios
Excelente artículo, es claro, conciso y preciso, es un gran aporte intelectual de liberalismo clásico vs las políticas de identidad que nos invita a reflexionar en estos momentos de polarización en Colombia. Si queremos cambios tenemos que comenzar por cambiar la manera de informarnos/educarnos para que nuestras opiniones sean sustentadas con argumentos sólidos basados en hechos e investigaciones que puedan ser comprobables.
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