Opinión
Petro-Gulliver en Liliput

Toda la semana en Colombia se ha mojado prensa con un discurso. Todos hablan del discurso, la prensa tradicional y hegemónica habla del discurso, la prensa alternativa también lo hace, las redes, como nunca han estallado y viralizado el discurso. De buenas a primera, el desprevenido puede pensar que se habla del mismo discurso, pero no, son dos, tres o más discursos. Colombia se llenó de discursos.
A mí me llamó poderosamente esa fiebre discursiva que inundó la opinión pública nacional, debo confesar que escuché por RTVC, la cadena nacional los 4 discursos a que se refería todo el mundo, dos de ellos bien estructurados, el primero el de Efraín Cepeda, presidente saliente del Senado y el del presidente Petro. El de Paloma muy mediocre, sin sustancia, sin cifras, solo tenía el grifo abierto para dejar salir sus rencores y odios, esta vez matizados de un poco de cordura o el freno apabullante de sentirse vista por un país expectante, el otro, el de la senadora Lina María Garrido Martín, no sé si llamarlo discurso, insulto, grosería o qué sé yo, pues de discurso no tenía nada ese lenguaje gaminezco y traquetoso usado por la senadora, desdice mucho de su capacidad para representar pueblo alguno.
Después de escuchar los cuatro exponentes, sentí que mi pensamiento me impelía a regresar a un pasaje de mi infancia, pero no lograba ubicar qué pasaje, ni el porqué de esa regresión mental. Esa noche me dispuse a clarificar mi pensamiento y accedía a YouTube, y escuché de nuevo a Cepeda, Petro, Paloma y la Garrido, al término de esa segunda escucha vino a mi memoria una de mis primeras lecturas, recodé vívidamente “Los viajes de Gulliver”, esa novela de aventuras del genero satírico que publicó en 1726 el escritor irlandés Jonathan Swift.
Y sí, vi en vivo algunos pasajes del primer viaje de Gulliver, el primero, el que hizo a Liliput, encontrándose con humanos de quince centímetros de estatura, siendo él un hombre de estatura normal. Así vi a Petro frente a sus oponentes discursivos, un Petro enorme de proporciones giganteas con una robustez ciclópea en lo conceptual y, como siempre, sereno, atento escuchando con mucha calma las puyas veladas de Cepeda (debo decir, que no fue vulgar ni ofensivo). El discurso de Cepeda se notaba que había sido trabajado con tiempo, tal vez semanas de preparación, consejos de asesores y algo de lectura. Pero olvidó algo, que como político es imperdonable, no dimensionó la enorme envergadura intelectual de ese Petro-Gulliver y, ahí perdió el año. Se creyó a la altura, midió mal sus capacidades para enfrentar al gigante, olvidó que en esa trama liputiense, solo era Skyresh Bolgolam y que no tenía, lo que en la costa decimos “tela para esa camisa”.
De Paloma, ni hablar, sin embargo, ya lo dije, tuvo algo de recato, pero la que “bajó pescadero sin frenos” fue la senadora Lina María Garrido, la que deslució el sombrero “pelo de guama” llanero con el que trató de disfrazar su falta de modales e ineptitud, mostrándose como lo más pequeño de los habitantes de Liliput (lease oposición). Si Cepeda demoró semanas y consejos y asesorías para estructurar su discurso, a esta señora, debió costarle tres años de preparación y la totalidad de “los cupos indicativos” que los colombianos pagamos de valde para que esta señora vertiera el miasma de su odio y resentimiento contra el presidente de los colombianos.
Sigo pensando en ese Petro-Gulliver de espigada estatura intelectual, frente al liliputiense pensamiento de los representantes de la oposición. Apartando la sorna, en la oposición hay senadores con mayor formación que la exhibida por la senadora Paloma y la Garrido, pero ellos conociendo como conocen el almendrón, tremendo almendrón de un orador excelso como ese Petro-Gulliver capaz de improvisar sobre historia, economía, política, medio ambiente y tantos otros temas, se cuidaron de “no dar papaya” y estas siamesas se envalentonaron y salieron a hacer el ridículo.
Diógenes Armando Pino Ávila
Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila
Caletreando
Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).
1 Comentarios
Totalmente de acuerdo, esos adversarios de Petro - Gulliver, no le dieron ni por los tobillos al líder mundial, sobretodo la senadora Lina María Garrido, que salió insultando, gritando y hablando de moral, tal vez se le olvidó de donde viene.
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