Opinión

¡A la calle!

Rodolfo Quintero Romero

09/04/2013 - 12:30

 

Manifestación por la paz / Foto: StarmediaHace 65 años fue asesinado el más importante líder popular en la historia de Colombia: Jorge Eliécer Gaitán. Paladín de las ideas de justicia social, equidad, democracia y paz que en los años treinta y cuarenta, del pasado siglo, lograron educar y movilizar políticamente a miles de ciudadanos en defensa de sus derechos y de una vida digna y decorosa.

Pero Gaitán vive. Su pensamiento político, su lucha por la restauración moral y democrática de la república siguen vigentes, lo mismo su exigencia de profundas reformas económicas y sociales necesarias para construir una sociedad moderna y vivir en paz, esa que no hemos podido disfrutar desde el día de su atroz asesinato.

Este 9 de abril, miles marcharemos en apoyo a los diálogos de paz de La Habana. No para respaldar a la guerrilla o a la reelección del presidente Santos, lo haremos porque consideramos que el conflicto armado debe cesar. Que este desangre fratricida no debe continuar porque sólo beneficia a una ínfima minoría que teme perder sus privilegios cuando no pueda seguir estigmatizando los reclamos ciudadanos en el marco de una democracia robusta.

La sociedad civil en ejercicio de su derecho constitucional a la movilización y a la libre expresión de sus ideas, marchará pacíficamente para visibilizar su sueño de reconciliación. Saldremos juntos, en medio de la diversidad y la pluralidad propia de una sociedad abierta, para exigir el final de la guerra y nuestro derecho a construir el país que nos merecemos. La marcha no tiene dueño, es de todos. No será para el odio ni por el odio.

No es una marcha contra nadie, ni siquiera contra los enemigos de la paz, contra los señores de la guerra. Es una manifestación democrática que convoca a todos los que creemos que los métodos violentos son anacrónicos, obsoletos para dirimir nuestras diferencias y que es hora de  darle un manejo civilizado a nuestras contradicciones.

Hay que salir a demostrar que la paz es un anhelo popular posible de alcanzar. Que no es el capricho de un presidente en busca de votos y gloria. Que son más de cincuenta años de desangre que debe parar ya. A exigir que no se dilaten las negociaciones y se incorpore también a ellas el ELN. Nada es más pernicioso que la continuación de esta guerra infame. Esta guerra de pobres contra pobres en beneficio de unos pocos.

¡A la calle! Mujeres y hombres, jóvenes y adultos, a caminar en solidaridad con todas las víctimas de todas las violencias; con los desplazados; con las niñas y niños involucrados en un conflicto que no les pertenece. Salgamos por el futuro de nuestros hijos que no merecen vivir una vida de miedos y terrores. Salgamos por las mujeres discriminadas y vejadas desde tiempos inmemoriales; por la alegría y el bienestar que nos merecemos.

Marchemos impregnados del espíritu de Nelson Mandela, quien después de veintiocho años de cárcel no salió reclamando venganza contra sus carceleros sino llamando a la reconciliación y a la unión de su nación sin diferencias de raza, clase o religión.

 

Rodolfo Quintero Romero

@rodoquinteromer

Sobre el autor

Rodolfo Quintero Romero

Rodolfo Quintero Romero

Causa común

Rodolfo Quintero Romero. Agrónomo. Máster en Economía, especialista en Derecho del Medio Ambiente y Profesor Universitario. Su columna nos invita a conectar con la actualidad cesarense y entender los retos a enfrentar para lograr un crecimiento sostenible y duradero en el departamento.

@Rodoquinteromer

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El enemigo invisible

El enemigo invisible

  Estamos viviendo una de las etapas más extrañas de la historia reciente. Han cambiado los conceptos de libertad, así como las re...

Riohacha y sus 476 años, un amor para toda la vida

Riohacha y sus 476 años, un amor para toda la vida

  El cumpleaños de la tierra que me vio nacer me lleva a pensar en su historia y su actualidad, en cómo vamos y qué nos espera. Me...

Un acordeón europeo se ganó mi corazón

Un acordeón europeo se ganó mi corazón

"Una pena y otra pena, son dos penas para mí, ayer lloraba por verte y hoy lloro porque te ví, Cállate corazón, cállate, cállate...

Incertidumbre nacional

Incertidumbre nacional

  El pasado 13 de marzo de 2022 se celebraron las elecciones legislativas en Colombia, las cuales generaron una serie de inconformida...

Canciones inéditas, una letanía poco creativa

Canciones inéditas, una letanía poco creativa

  Cerrado el telón de la versión conmemorativa de medio siglo del Festival de la Leyenda Vallenata, con mente reposada y diluida ...

Lo más leído

La historia afroamericana contada en las canciones de Salsa

Alejandro Álvarez Martínez | Música y folclor

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados