Opinión

Festival, trabajo e ingresos

Rodolfo Quintero Romero

01/05/2013 - 13:10

 

Como es natural, hay diferentes maneras de vivir el Festival Vallenato. Para las élites es el momento de hacer relaciones públicas y del descreste social. Para los jóvenes una oportunidad inigualable de diversión masiva, libre y desbordante. Los amantes del vallenato disfrutan su cuarto de hora existencial. En fin, todos pueden divertirse en un ambiente de sana alegría.

Pero detrás de esta fiesta babilónica hay miles de personas que aprovechan el jolgorio para trabajar incansablemente en hoteles, restaurantes, ventas ambulantes, taxis, promociones, agencias de turismo, discotecas, eventos y parrandas y, en todos y cada uno de los servicios que demandan los turistas para sentirse cómodos y felices.

Y a fe que lo hacen muy bien si tomamos como indicador el creciente número de visitantes que año tras año llegan para esta fecha: “turista agradecido atrae más turistas”, decía una sabia frase de marketing turístico.

La universidad Andina le ha puesto números a este impacto económico del Festival en un reciente trabajo que ya fue comentado en este diario por el columnista Pipe Araújo, días atrás. Se habla de más de 50 mil millones de pesos en circulación en la economía local durante estos días.

El análisis es un tapabocas para aquellos que condenan este tipo de fiestas porque sólo las ven como ocasión para el consumo desmedido de alcohol, ruido, holgazanería, excesos y estímulo a la vida epicúrea y hedonista que tanto mortifica a los espíritus amargados.

Así que, si queremos dinamizar nuestra economía, necesitamos durante todo el año más eventos, de distinto tipo, que atraigan turistas que generen empleos e ingresos: carnavales; semana santa y Corpus Cristi; festival de verano en julio con conciertos musicales; celebración del 6 de enero; festival de orquestas sinfónicas juveniles del Caribe; festival de historia hispanoamericana; encuentro de cuenteros para rescatar nuestra tradición oral; feria del libro; encuentro de poetas, pintores; sede de campeonatos nacionales deportivos; diálogo de saberes entre culturas indígenas y vallenata; entre otros.

Apostémosle a la economía del ocio y de servicios. Necesitamos aeropuerto moderno e infraestructura adecuada que haga más atractiva la ciudad y sus corregimientos, y, crear fundaciones que organicen dichos eventos. El sector hotelero debe invertir en la construcción de un centro de convenciones para competir como sede de congresos. Los servicios públicos domiciliarios tienen que funcionar bien y la cultura ciudadana convertirse en un atractivo adicional a nuestra reconocida hospitalidad.

 

Rodolfo Quintero Romero

@rodoquinteromer

Sobre el autor

Rodolfo Quintero Romero

Rodolfo Quintero Romero

Causa común

Rodolfo Quintero Romero. Agrónomo. Máster en Economía, especialista en Derecho del Medio Ambiente y Profesor Universitario. Su columna nos invita a conectar con la actualidad cesarense y entender los retos a enfrentar para lograr un crecimiento sostenible y duradero en el departamento.

@Rodoquinteromer

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Nuestros artistas vallenatos frente al Covid-19

Nuestros artistas vallenatos frente al Covid-19

  A todos nos ha tocado tratar con este bendito mal, no creo que haya familia alguna en Colombia, que no haya tenido un pariente cerc...

La otra cara de la tragedia en Mocoa

La otra cara de la tragedia en Mocoa

  Dos semanas después de la tragedia ocurrida en el municipio de Mocoa Putumayo, la cifra en pérdidas humanas es dolorosa, más d...

La Guajira en Bogotá, una cita para tejer Paz

La Guajira en Bogotá, una cita para tejer Paz

  La Guajira es una energía dinámica y poderosa, es la cabeza de Colombia y goza del beneficio de riquezas naturales, es un paraís...

Editorial: En busca de la ciudad verde

Editorial: En busca de la ciudad verde

Ante el crecimiento –muchas veces desbordado– de una ciudad como Valledupar, es preciso hablar de visión y también de una gran do...

La política y la pringamoza son la misma cosa

La política y la pringamoza son la misma cosa

  En los tiempos de la cometa del Macondo de mi alma, los días transcurrían con la intensidad propia del que pareciera vivir siet...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados