Opinión
Homenajes alcohólicos a grandes hombres de la Cultura colombiana
A finales del 2013, la Fábrica de Licores de Antioquia, una licorera colombiana de gran renombre, lanzaba una botella de ron en homenaje al Maestro Gabriel García Márquez. Era un ron Reserva Especial, con colores satinados y un estilo añejo que no deja de recordar esos bellos objetos que ansían los coleccionistas.
El gerente de la compañía, Fernando Restrepo, explicó en un programa radial que el homenaje a García Márquez es un “licor tipo Premium elaborado con siembras de 30, 17 y 12 años que lo convierten en una exclusiva bebida con características que evocan la magia del Caribe y recogen la inspiración del Nobel”.
El comerciante no se quedó en este simple detalle y con un olfato vendedor describió la botella: “De color caoba de excelente brillo, el Maestro Gabo Reserva Especial es un ron de notable pasión, sabor y olor equilibrados con notas dulces a fruta y vainilla, que se combinan con sensaciones más profundas producidas por las notas de frutos secos, especias y tabaco”.
Y como si esto no fuera suficiente, aprovechó el espacio para añadir que la compañía que representa está comprometida con la realización de “productos conmemorativos que enaltezcan a los grandes personajes que dejan en alto el nombre de Colombia ante el mundo”. Tampoco pudo eludir el anterior homenaje a Fernando Botero con otro ron reserva de parecidas características.
Dicho de otro modo, el hombre nos está diciendo: “Emborráchense señoras y señores con este producto, les aseguro que se sentirán mejor, más inteligentes y tendrán la sensación de ayudar a la cultura del país”.
Mi crítica no va dirigida al producto que acaba de lanzar esta empresa que, como todas las demás, trata de vender un discurso y caer bien en un segmento de clientes. Lo que me molesta es que caigamos en dos graves errores que detallo a continuación.
El primero: que se conceda demasiado espacio e importancia en un medio de comunicación a una empresa que vender productos nocivos para la salud y para el entorno si no se consumen con moderación.
Y el segundo tiene que ver con esa grotesca tendencia de brindar homenajes alcohólicos a los hombres de la Cultura. Recuérdense también de ese homenaje a Leandro Díaz en forma de pack Premium y bellos colores celebrados por todo lo alto durante el Festival Vallenato.
Los homenajes o las conmemoraciones deberían llegar de otra parte y de manera más contundente. En el caso de Fernando Botero: el ministerio podría participar a su manera con varios días o semanas aperturas gratuitas de sus museos o alguna exposición extraordinaria. Y en el caso de Gabo: un descuento sobre el precio de sus libros.
José Luis Hernández
Sobre el autor

José Luis Hernández
La Lupa literaria
José Luis Hernández, Barranquilla (1966). Abogado, docente y amante de la literatura. Ofrece en su columna “La Lupa Literaria” una perspectiva crítica sobre el mundo literario y editorial. Artículos que contemplan y discuten lo que aparece en la prensa especializada, pero aplicándole una buena dosis de reflexión y contextualización.
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