Opinión
Editorial: El Festival Vallenato, entre puente y catapulta…

Cada mes de abril llega con su rumor festivo, la música del Pilón y esos concursos populares de acordeón, que maravillan a toda una región. La música se convierte en el centro de vida y el folclor en una fuente económica para una ciudad orgullosa de su arraigo cultural.
El Festival se ha convertido a lo largo de estos últimos años en una de los grandes elementos representativos de Valledupar y, quizás la mejor carta de presentación para aquellos interesados en su esencia poética.
Del Festival se habla como fiesta popular, como encuentro internacional, plataforma de semilleros, pero también como bonanza económica, incluso como una de las más prósperas que haya tenido el departamento del Cesar desde su nacimiento.
Las últimas cifras de la Fundación de la Leyenda Vallenata muestran la importancia que tiene a la hora de incentivar la creación de empleos cíclicos y directos. En la convocatoria abierta a principios de abril para personal logístico, se atendieron a más de 500 candidaturas.
A todo esto debe sumarse los puestos de trabajo indirectos, creados por otras empresas que colaboran con la Fundación del Festival o aprovechan para invertir en esa época. Sin contar la multitud de empresas que invierten y se promocionan en esta época.
Un estudio presentado durante el año 2010 por la Fundación Universitaria Areandina evaluó el total de recursos movilizados por esta fiesta en 13.000 millones de pesos, una cifra enorme que ilustra su importancia para la región.
Pero más que un fin en sí, el Festival Vallenato debe también considerarse como un puente para la proyección de la ciudad, para seducir al visitante, invitarle a que vuelva o que invierta en un futuro. Es un momento clave para que artistas, empresarios y turistas se acaparen de la magia y del potencial de este lugar.
El Festival Vallenato es una gran fiesta que mantiene claros vínculos con el exterior, y nada mejor que aprovechar ese espacio para que ciudades y países vecinos vean un interés en estrechar lazos con la capital del Cesar.
Así pues, que este mes de Abril suenen los acordeones y que el homenaje a Diomedes Díaz sea el motivo para que Valledupar brille en todos los transistores y televisores.
PanoramaCultural.com.co
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