Opinión
La cultura del dinero fácil
Hace un par de años leí un escrito de Gabriel Garcia Márquez en donde señalaba que la peor secuela del narcotráfico era la cultura del dinero fácil, aquel estilo de vida en el cual conseguir las cosas no requerían de mucho esfuerzo y donde el trabajo duro no era validado en la sociedad. Luego de varios años de lucha contra ese flagelo, el tráfico de sustancias prohibidas sigue vigente en nuestro país y, peor aún, la cultura del dinero fácil.
Esta cultura ha permeado otros sectores económicos y no es exclusivo del narcotráfico, convirtiéndose en un gran freno al desarrollo y a la igualdad. Existen ciertas actividades que pueden generar grandes recursos fácilmente y no requieren de trabajo fuerte ni de ahorro. Estas actividades generan utilidades en el corto plazo pero no aseguran un crecimiento sostenido en el largo plazo. Para la sociedad, existen costos altos como aquellos asociados a la violencia o la fragilidad institucional que generan.
Nuestros jóvenes encuentran en estas actividades opciones muy rentables que los desvían del estudio y del trabajo honrado. Gran parte de los muchachos se forman en un sistema educativo que no enseña valores y que simplemente estimula la copia y la repetición, perpetuando el modelo vigente. Con el crecimiento económico reciente, la clase media colombiana ha aumentado y tiene acceso a nuevos productos y marcas. El mismo avance del internet permite que hoy sea fácil que los jóvenes puedan identificar productos de calidad que se consumen en países desarrollados. El consumismo lleva a muchos de nuestros hijos a encontrar en la cultura del dinero fácil la opción de vida que necesitan.
Nuestra sociedad convive, permite y celebra esta situación. Asistimos a fiestas donde no tenemos claro cómo se financian o reconocemos a algunos individuos como grandes empresarios cuando de la noche a la mañana amasan grandes fortunas. No existe un sistema judicial que castigue con severidad los comportamientos erróneos de los individuos. Educamos a nuestros hijos enseñándoles la cultura del vivo, que luego se refuerza en el sistema educativo.
¿Podemos lograr un desarrollo económico sostenible con este modelo? Considero que este sistema puede arrojar resultados en el corto plazo pero no en el largo plazo y, además, es un modelo que genera un crecimiento económico concentrado en unas pocas manos que perpetúa las inequidades.
El país está en mora de iniciar una verdadera campaña para erradicar, o al menos reducir a su mínima expresión, la cultura del dinero fácil. Ahora que el gobierno nacional habla de ser el país más educado, puede ser una muy buena oportunidad para iniciar un trabajo en esta área en el sistema educativo. Sin olvidar que hay un gran trabajo por hacer en materia de transparencia en el sector público y en la administración de justicia.
Jaime Bonet
@Jaime_bonet
Sobre el autor
Jaime Bonet
La tucutaca
Jaime Bonet es un economista vallenato que desde el 2 de julio de 2013, se desempeña como Gerente de la Sucursal de Cartagena del Banco de la República, en donde ejerce como director del Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER).
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