Opinión

Las mafias de los festivales vallenatos

Jorge Nain Ruiz

03/10/2014 - 10:50

 

Los festivales vallenatos son como un festín para un grupo de personas que actúan en ellos como aves de carroña en pro del rebusque económico, esto ha conducido a que muchos de estos eventos se encuentren en vía de extinción y éstas son algunas modalidades de mafias que operan en ellos:

En muchos casos quienes fomentan la corrupción son los mismos músicos participantes que se dedican a contactar a potenciales jurados para sobornarlos y, como dice el dicho “El que busca encuentra”, no falta quien les atienda y acepte la propuesta de dadivas o coimas a cambio de un veredicto torcido.

Pero el fenómeno también se da a la inversa, aquel que con credencial de jurado se da a la tarea de encontrar al participante dispuesto  a pagar por llevarse uno de los premios ofrecidos y para lograr su objetivo emplea intermediarios o “calanchines” que se vuelven profesionales en la materia.

Es triste tener que aceptar que existe una tercera modalidad en estas mafias que operan en los festivales vallenatos, es decir otro grupo de personas que sin ser participantes ni jurados acuden a este tipo de eventos, solo con el fin de fomentar la corrupción al interior de ellos y así es como opera el fenómeno:

El individuo se encarga de contactar al participante dispuesto a pagar por llevarse un premio y en ocasiones también contacta a algunos miembros del jurado dispuestos a recibir la dadiva, luego entonces tasa su comisión y hace la intermediación, encargándose al final de hacer la repartición del botín.

Existe otra modalidad de corrupción por parte de terceros todavía más avanzada que la anterior, la cual consiste en que “El calanchín” es muy conocedor del tema y se la juega con su conocimiento e intuición apostando por uno o más concursante(s) que les ve opciones de ganar, a quienes aborda y ofrece sus servicios para una supuesta intermediación con el jurado o con los organizadores para que su cliente se lleve el premio, en este caso “El Calanchín” nunca hace contacto con la otra parte y simplemente si su cliente gana, él cobra la coima y no la comparte con nadie.

Lo más terrible de todo este entramado de corrupción es que en medio del barrullo se encuentran personas honestas que nada tienen que ver con el asunto y que en ocasiones llevan la peor parte, porque son los señalados de gestores del supuesto negocio.

Lastimosamente donde hay dinero hay corrupción, luego entonces tenemos que buscar fórmulas para atacar el problema, una de ellas podría ser no entregar premios en efectivo, sino en especie, y como decía El Cacique “Se las dejo ahí”.

 

Jorge Nain Ruiz

@JorgeNainRuiz

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El Carnaval de Barranquilla y el Vallenato

El Carnaval de Barranquilla y el Vallenato

  El fin de semana pasado se efectuaron en la ciudad de Barranquilla los actos culminantes y emblemáticos del Carnaval, que sigue si...

El boliche cultural

El boliche cultural

Durante el tiempo anterior al voraz incendio que amenazó su integridad, y el posterior traslado al sitio de hoy, el mercado público d...

¿Murió la revolución o un revolucionario?

¿Murió la revolución o un revolucionario?

Murió el hombre que encarnaba una revolución fallida desde hace varias décadas y se convirtió en un tirano, igual o peor a Fulgen...

La foto del miedo

La foto del miedo

  Aquí mucha gente vive con angustia. Las calles se han convertido en un nudo de temores, sospechas y furias. El prójimo inspira ...

La cacofonía del desencuentro

La cacofonía del desencuentro

  Gustavo Dudamel nació en Barquisimeto, Venezuela, hace 36 años. A pesar de su relativa juventud, hoy es conocido mundialmente c...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados