Opinión
Editorial: Las escuelas musicales y la difusión del folclor


Este mes de octubre, el Ministerio de Cultura hacía un énfasis en el esfuerzo desplegado para sostener y desarrollar una red de escuelas musicales en toda Colombia, con el fin de preservar el patrimonio musical de cada departamento.
En este contexto, se hablaba del fortalecimiento de 878 escuelas de música, la dotación de 905 municipios con instrumentos musicales, y capacitación de más de 1349 líderes comunitarios y profesionalización de más de 540 músicos.
El apoyo del gobierno central es cada vez mayor y perceptible. Un ejemplo: a finales del año 2002 la educación y formación musical se ejercía en 365 municipios con procesos de enseñanza musical, mientras que en la actualidad, 878 municipios tienen creadas legalmente sus escuelas municipales con más del 82 % de ellas funcionando de manera continua.
Las capitales de departamento sin escuela municipal se han hecho cada vez menos frecuentes y, si todavía queda sin definir el devenir de la escuela municipal de Valledupar, operan a su lado tres escuelas con resultados asombrosos confirmando el dicho que donde no llega la presencia del Estado siempre es bienvenida la iniciativa privada.
La Academia del Turco Gil, la Escuela de Talento Rafael Escalona y la Academia del acordeonero Morre Romero han hecho de la música vallenata y del acordeón un modus vivendi que trasciende incluso los límites de la ciudad de Valledupar y del departamento del Cesar.
Desde muy temprano, jóvenes anhelan encontrarse en una de estas escuelas de prestigio para tocar el ritmo que se cultiva con tanta pasión en estas tierras, y, por qué no, aspirar a ser un músico de gran trascendencia en el universo musical que les rodea.
La presencia de las escuelas no solamente es local. También intervienen a nivel internacional, organizando giras en tiempos vacacionales por América Latina, Europa y otros continentes interesados. Estas giras favorecen el hermanamiento con algunos países pero, sobre todo, multiplican el gusto de los jóvenes músicos por difundir su folclor.
Las escuelas musicales son esenciales para la difusión del folclor, favorecen el desarrollo de semilleros y permiten desde muy temprano formar el oído del niño músico. Sin embargo, a nivel municipal, y en términos de folclor, es importante pensar de manera global fortaleciendo de la misma manera y en paralelo las escuelas de danzas, los museos académicos y los festivales donde pueden exponer su arte al público.
PanoramaCultural.com.co
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