Opinión
¿UPC o PFU?
En Colombia, según el ministerio de educación, la educación se define como un proceso de formación permanente, personal cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes.
La educación superior se constituye en unos de los pilares fundamentales para la construcción de una sociedad en paz, justa, con justicia, cultura, inclusión y competitividad que nos permite desempeñar un papel dinámico y responsable frente a los cambios del país.
En el departamento del Cesar, la universidad abanderada de formar las nuevas generaciones para que asuman de manera competente la construcción de una nueva sociedad es nuestra Universidad Popular del Cesar, claustro universitario que cumple 38 años de historia.
En estos 38 años de vida universitaria, la UPC -como cariñosamente la llamamos- ha forjado profesionales idóneos, capacitados y competentes que, a través de su conocimiento, han transformado la historia del departamento, la región y el país; pero también es cierto que en los últimos años hemos presenciado una decadencia de la calidad educativa del alma mater.
Nos encontramos que en la universidad se manejan intereses personales sobre los intereses institucionales, percibimos con gran preocupación que en muchos casos no se tiene en cuenta la calidad de la formación del personal docente, sino cuotas burocráticas y favores políticos, lo que ha llevado al traste con un proceso de enseñanza y aprendizaje de calidad, optimo y con plenas garantías para que los profesionales asuman la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica que les permita la construcción de un mejor futuro.
Por eso se hace necesario que nuestra querida universidad recomponga el camino, fortalezca los mecanismos de evaluación y control que faciliten una mejor calidad educativa, que robustezca la investigación, desarrolle las tendencias globales del conocimiento y las nuevas tecnología que permitan su resurgir y pueda elevar su calidad educativa y consolidarse como una de las mejores universidades del país.
La Universidad debe garantizar a sus estudiantes una educación transparente, creciente y de calidad, por ello requiere de carácter urgente herramientas pedagógicas, nuevas tecnologías, mejoramiento de la infraestructura y preparación docente que permita un proceso de enseñanza y aprendizaje moderno, eficiente, responsable y acorde a las nuevas exigencias de la educación mundial.
Se debe trabajar mancomunadamente para lograr los estándares mínimos de calidad que le permita la acreditación de excelencia que nos represente credibilidad en el proceso educativo impartido y nos permita la posibilidad de acoger los beneficiarios de las becas a los mejores bachilleres de Colombia, de lo contrario contribuiremos a la deserción y la fuga de nuestros mejores estudiantes a otras regiones del país.
El Departamento necesita una Universidad con la capacidad de formar las nuevas generaciones, para que asuman de manera competente y eficaz el compromiso de la construcción de una nueva sociedad, que genere cambios y transforme el país en un verdadero estado social de derecho.
Estamos a tiempo de tomar los correctivos necesarios e iniciar las medidas que conllevan al resurgir de la universidad Popular del Cesar para ubicarla en el sitial de honor de los claustros universitarios del país, de lo contrario la relegaremos y condenaremos al olvido y desaparición, lo que conllevaría a decir que ya no es nuestra querida UPC sino PFU (Por Fuera de la Universidad) como se le dicen a los malos estudiantes que no logran el promedio académico mínimo requerido.
Diógenes Armando Pino Sanjur
Sobre el autor
Diógenes Armando Pino Sanjur
Tamalamequeando
Diógenes Armando Pino Sanjur, más conocido como May Francisco, nació el 24 de junio de 1976 en un pueblo mágico lleno de historia, cultura y leyendas situado en la margen derecha del Río Magdalena llamado Tamalameque. Hijo de los docentes Diógenes Armando Pino Ávila y Petrona Sanjur De Pino, tiene 2 hijos, May Francisco y Diógenes Miguel, los cuales son su gran amor, alegría, motor y mayor orgullo. Abogado de Profesión, despertó su interés con la escritura de su padre quien es escritor e historiador, se declara un enamorado de su pueblo, de su cultura (la tambora) y apasionado por la política como arte de servir.
1 Comentarios
* Comentario que nos obliga a reflexionar sobre la frase de Chesterton : "Ningún ideal dura bastante para qué, al menos en parte, pueda ser realizado"; lo cual nos lleva a asentir junto al pensamiento de Unamuno y Maurois : "Todas las ideas generales son falsas"; y más bien parodiamos a Stendhal para defender la UPC, la Academia y toda Almáter, presente y futura : "La educación, como la universidad, son los mayores milagros de la civilización"; . . . ¡Bon Sort!!
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