Opinión
La victoria del trabajo
‹‹Cava un hoyo››, expresaba mi padre cuando me pedía que le alcanzara alguna herramienta del armario, y yo, ante la dificultad de mi estatura de niño le decía: “No alcanzo”. Esta original paradoja de mi padre era una exhortación a utilizar la capacidad resolutiva para alcanzar los propósitos.
Ese instructivo capcioso −cava un hoyo− me ha servido en la vida para asumir los desafíos y trabajar con decisión, pero también para comprender que algunas actividades no pueden limitarse al tiempo formal de un horario. Para cumplir con responsabilidad una misión, a veces hay que extender el tiempo en los extensos silencios de la noche y alejarse del sesgado criterio de que “yo cumplo mi horario, las horas libres son para mi descanso”.
Existen circunstancias que exigen poner en práctica la disciplina de la flexibilidad del tiempo. Escribir, tal vez, es una de las actividades humanas que más necesita horas, días, meses y años. Elegir el tema y acertar la apertura del primer párrafo no es nada fácil, como muchos creen. Un breve artículo para un periódico es la sumatoria de lecturas, experiencias, anécdotas, diálogos, acontecimientos y muchas reflexiones.
La responsabilidad para realizar una actividad, requiere prioridades y en ocasiones nos convierte en visitantes de nuestra propia casa, nos aísla en las soledades del silencio, pero cuando el resultado del trabajo es exitoso, celebramos el premio a la dedicación y al esfuerzo. Entonces, el alma renueva la victoria del trabajo.
Estos criterios de responsabilidad sirvieron de motivación para emprender la tarea de editar la ‘Revista Instpecam 75 Años’, como testimonio de todos los eventos realizados durante estas efemérides. La presentación tiene como epígrafe un pensamiento del filósofo español Fernando Savater: "Lo mejor es conformarse con lo bueno, lo perfecto habrá que aplazarlo".
La revista resalta los cuatro eventos académicos de mayor transcendencia: La presentación del libro “El lápiz del Caracol”, El foro: La pedagogía y el canto vallenato, el Encuentro Regional de Escritores en homenaje al poeta Luis Mizar y el Encuentro pedagógico.
De cada evento se publican dos artículos, entre ellos: Oscar Ariza Daza, Los sonidos del color. René Arrieta, Dignidad y poesía. Juan Cataño Bracho, Características de un buen compositor vallenato. Juan Rincón Vanegas, El primer acordeonero de Diomedes Díaz. María Luisa Araujo, Revelación del poeta Rómulo Bustos. Luis Alberto Maestre, Un partido de futbol en 1958. Jesús Valencia, Hitos del conocimiento a través del cine. Orlando Plata Murcia, Innovar como herramienta para vencer la pobreza. Mary Daza Orozco, El profesor José Francisco Daza.
Reiteramos nuestros agradecimientos a todos los escritores participantes y al apoyo económico de las empresas Drummond Ltd. Colombia y de Silver Techcompany, para hacer realidad esta edición. A todos gracias, muchas gracias.
José Atuesta Mindiola
Sobre el autor
José Atuesta Mindiola
El tinajero
José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).
Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.
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