Opinión

Otro año que viene

Alfonso Suárez Arias

25/12/2014 - 07:00

 

Quiero creer que voy a mirar éste nuevo año como si fuese la primera vez que desfilan 365 días ante mis ojos”, (P.Coelho).

Llegó la época de los consabidos balances y autoevaluaciones, promesas y enunciación de intenciones apuntando a que el nuevo año será para redimir las angustias y despropósitos resultantes de un 2014 saturado de sorpresas, consecuencias inesperadas y otros efectos de acciones metódicas y consientes, capaces de incentivar la evolución y producir cambios en el derecho, la sociedad y la política de un conglomerado humano asentado y asociado en la figura de Estado.

Colombia termina el año y abordaremos el otro, con una grave crisis en el derecho. El servicio judicial afectado por el paro de los funcionarios públicos que han recurrido a ésta forma de protesta para exigir del gobierno; el real y efectivo cumplimiento de su actividad administrativa  y la extensión de la garantía constitucional que asegure el bienestar general.

Con ésta situación, el país entero queda ad-portas de una peligrosa congestión delincuencial, hacinamiento en unidades de detención preventiva, en cárceles y de injusticia civil, que una vez reviente por si misma, traslucirá en afectación del ordenamiento institucional y jurídico con detrimento generalizado y pérdida de credibilidad en el sistema.

Nunca antes en la historia de la sociedad colombiana, ésta se había visto enfrentada a transformaciones tan radicales y exigentes con la inserción de antivalores como nuevos patrones de conducta que inciden en  la respuesta a complejidades tan sensibles como la educación, la salud, movilidad, derechos sobre bienes y servicios y la misma respuesta del pueblo a un esquema impuesto como proceso de paz edificado en impunidad, connivencia con el crimen, cinismo, mentiras y el más alto grado de corrupción.

Está presente esa pugna entre quienes pretenden imponer su criterio de crear una sociedad subyugada a voluntades y apetitos personales de enriquecimiento de ciertos personajes privilegiados, contra aquellos que se oponen abiertamente al abuso y propenden por el respeto democrático de la voluntad soberana a costa de su persecución y exposición a injusticias sociales, mientras el resto del conglomerado observa indiferentemente y con cierta complicidad el empoderamiento de la iniquidad hasta tanto no les toque su humanidad directamente, para después rechinar con inútiles quejas, lamentos y protestas.

La política, ha sido quizá de las más damnificadas en éste proceso de reestructuración conceptual de la acción democrática y gobernabilidad desde el punto de vista de la autoridad legitimada por el abuso y el uso de la institucionalidad y de dinero público para el manejo mediático, escandaloso y grotesco de su imagen en campaña y apuntalamiento en el poder, que no habría podido conseguir si se hubiese plegado a la política de convencimiento y argumentos que incluyeran el cumplimiento real de promesas y programas sustentados en respeto a la dignidad y consideraciones del pueblo.

Hoy, el ejercicio electoral contiene el máximo desprestigio como condición básica para que el ciudadano pueda desarrollar su proyecto de vida y participación pluralista, tendrán los próximos candidatos, los que se postulen a ocupar cargos en la administración, sobreponerse a esa cultura impuesta de atacar contradictores públicamente con publicidad y propaganda negra, falsedad e irrespeto total a la democracia.

En todo esto, los desfachatados líderes guerrilleros, desde su paraíso insular, protegidos por un gobernante inmoderado, sí han tenido un año pletórico de bienestar personal y enriquecimiento con sus acciones y empresas criminales, en una manifestación antagonista de la buena vida, felicidad y paz que sí merece el pueblo colombiano, contraprestación del triunfo de la fidelidad, lealtad y respeto constitucional de los verdaderos ciudadanos en ejercicio.

Feliz 2015.

 

Alfonso Suárez Arias

@SuarezAlfonso 

 

Sobre el autor

Alfonso Suárez Arias

Alfonso Suárez Arias

Aguijón social

Alfonso Suárez Arias (Charalá, 1956). Abogado en formación (Fundación Universitaria del Área Andina en Valledupar). Suscrito a la investigación y análisis de problemas sociológicos y jurídicos. Sus escritos pretenden generar crítica y análisis en el lector sobre temas muy habituales relacionados con la dinámica social, el entendimiento del Derecho y la participación del individuo en la Política como condicionamiento para el desarrollo integral.

@SUAREZALFONSO

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Que el polvorín electoral no siga opacando la oscura justicia

Que el polvorín electoral no siga opacando la oscura justicia

  El revuelo causado por el caso del empresario  cesarense, Carlos Mattos, quien se encuentra privado de la libertad en la penitenci...

Captura del director anticorrupción-corrupto, todo un dolor lumbar

Captura del director anticorrupción-corrupto, todo un dolor lumbar

  Muy macondiano amanecer con la noticia de que la Fiscalía, en conjunto con la DEA, capturó al director anticorrupción de esta ...

La utopía de estudiar en Colombia

La utopía de estudiar en Colombia

  Estudiar una carrera universitaria en Colombia se ha convertido en un verdadero laberinto de penurias, las mismas que padecen los...

En el Día de la Mujer, imaginemos un planeta 50/50

En el Día de la Mujer, imaginemos un planeta 50/50

El 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, esta es una fecha emblemática, donde se exaltan  los logros alcanzado...

El taller de la reconciliación

El taller de la reconciliación

  El  tipo que está al frente mío se llama Luis Barros Pavajeau. Tiene una voz musical, enérgica y vigorosa. Es autor de Ciudad...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados