Opinión
Embarazo adolescente y sexualidad infantil: una problemática que no espera en Valledupar
“La verdadera sexualidad no es el simple acercamiento de los sexos, sino el trabajo creador del hombre y la maternidad de la mujer” (Gregorio Marañón)
Parece que por estos días la perspectiva acerca de la sexualidad es otra muy distinta. Preocupa sobremanera la irresponsabilidad con que asume la juventud vallenata este importante tema. Es escandalosa la edad con la que nuestros niños y jóvenes están iniciando sus vidas sexuales, los índices de embarazo adolescente que así lo corroboran son realmente alarmantes: 1952 en 2012; 2000 niñas en 2013 y 2050 en 2014, esto según reporte de la Secretaría de Salud municipal y el HEAD Valledupar.
Es necesario hacer eco de esta problemática, no podemos permitir que estos índices sigan creciendo en la ciudad, tal y como se muestra en el registro de los últimos 3 años de este fenómeno social. Generalmente, este tipo de embarazos son no deseados, niñas y niños que no están preparados psicológica, emocional y económicamente para asumir esta dura tarea de ser madre y padre respectivamente, lo cual genera como primera medida la deserción de los procesos escolares, como segunda medida toda una problemática de salud pública por ETS enfermedades transmisión sexual, dado el desorden que en este sentido se genera máxime cuando el niño o niña se cree libre y autónomo en su sexualidad por el hecho de ser madre o padre, y como tercera el acrecentamiento de los índices de pobreza en la ciudad.
Muchas veces son las mismas condiciones de pobreza y necesidad con que se levantan nuestros infantes, muchas niñas ofrecen sus cuerpos con la ilusión de cambiar las condiciones de pobreza en las que ha vivido, otras veces la falta de cuidado y orientación familiar al respecto, pero también la falta de políticas públicas fuertes, decididas y efectivas a la hora de atacar este sentido problema social.
Es necesaria la articulación familia–escuela–empresa privada–Estado, en la generación de ideas y estrategias que permitan contrarrestar la problemática que nos ocupa a objeto de desestimular el embarazo infantil y adolescente, pero también evitar que nuestros menores inicien su vida sexual de manera prematura. Más compromiso por parte de los jefes de la primera célula de la sociedad –la familia- atención permanente a sus hijos, transmisión de buenos principios y valores éticos y morales que promuevan el respeto y cuidado de la vida y cuerpo como ente sagrado.
Una mejor orientación desde la escuela con profesionales idóneos que le apuesten con mayor énfasis a la valoración del ser y al manejo responsable del cuerpo, que al manejo seguro y responsable de la sexualidad, es decir, que primeramente se le haga reflexionar al muchacho acerca de cuándo está realmente preparado para la sexualidad, y no solo explicarle las modalidades de cuidado y cada uno de los anticonceptivos habidos y por haber, que a mi juicio es una autorización soterrada para que el menor inicie su vida sexual, pero aclaro que si hay que hacerlo, pero no es lo más importante, lo realmente importante es evitar tal exploración temprana de la sexualidad. La empresa privada como responsabilidad social empresarial podría apoyar con charlas, campañas, conferencias, etc.
En los distintos barrios de la ciudad sobre todo donde hay mayor manifestación del problema en mención. El estado, además de estimular todo lo dicho, debe hacer que los niños se enamoren y vean la educación como ese verdadero vehículo capaz de reducir las desigualdades sociales; jornada única con colegios dignos y agradables, con docentes capacitados y estimulados para dar lo mejor de sí.
Mayor inversión en el apalancamiento de procesos culturales, folclóricos y deportivos capaces de seducir y atrapar a nuestros infantes, entretenerlo y proyectarlos en escenarios de competencia que les permitan identificar camino al éxito, cerrándoles el tortuoso paso a la pobreza que les augura un embarazo adolescente y peor aún una o unas ETS. Cuidemos de nuestros niños y asegurémosles el mejor futuro posible.
José Luis Sierra Mendoza
@sierrajose1979
Sobre el autor

José Luis Sierra Mendoza
Visión colectiva
Gestor Industrial, administrador de Empresas y abogado en formación. Bienvenidos a esta importante ventana de reflexión desde la cual pretendemos construir visión colectiva.
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