Opinión

Un pueblo sin identidad cultural no tiene futuro

Marianne Sagbini

30/06/2015 - 06:30

 

Un pueblo sin identidad cultural no tiene futuro

“Los Pueblos reflejan  lo que son”;  Somos un eslabón de la "cadena del ser" como llamaban los antiguos filósofos al Universo...” (Octavio Paz - Premio Nobel de Literatura 1990).

El arte como Proceso cumple una función catalizadora en la sociedad: “Educa a través de un pincel Sensibilizador, humano, crítico, objetivo, creativo, estableciendo una nueva realidad, que solo existente en nuestra magnitud Espiritual, donde reacomoda una serie de valores con relaciones más armoniosas, equilibradas, tolerantes y tiernas.

La ciencia puntualiza con la academia una serie de conceptos, procesos, métodos estándares para la reflexión, la colaboratividad, competitividad, cooperatividad, implantando nuevas relaciones entre: la sociedad, el Ser, el Universo, la tierra, la naturaleza que generan un orden de principios, tolerancia, libertad, dignidad, paz.

La violencia no viene a ser sino un sinónimo de desacomodo emocional: donde los parámetros de toda forma de maltrato crea un caos interno en el ser humano y, luego, es transmitido a un caos externo, creando una sociedad enferma tanto mental como emocionalmente tóxica.

 Las sociedades ancestrales, más desprovistas quizás de aditivos físicos, nos dejaron un legado: una cosmovisión, un sistema de principios y valores que nos permite comprender que "todo está interrelacionado", desde lo espiritual, hasta lo físico-biológico conformando la eterna unidad entre humanidad y naturaleza.

“No podemos vivir en una sociedad donde sus gobernantes no conocen a sus gentes, sus necesidades, su cultura, su sentir, su transmitir desde sus más significativos valores”, porque estamos condenados a desaparecer como “Identidad” como contexto socio-Cultural.

¿Quiénes Gobiernan nuestros destinos? ¿Quiénes conducen nuestros caminos? ¿Quiénes dirigen nuestras metas? Por eso somos pueblos destinados a vivir un día a día con desigualdades, sorpresas,  atropellados por sistemas inoperantes, en un interminable silencio: “En la Tierra del Olvido”.

Cuando hay un Pueblo que grita un cambio, que quiere expresarse, no son los recursos los que cambian esto! Es la Dignidad, ésa que hemos perdido por esperar a que nos manejen con la misma lista de prioridades que nos ha mantenido paquidérmicos en una sociedad que está en desuso, en una sociedad anquilosada en las viejas prácticas.

Tenemos una Facultad de Talentos que agoniza porque el Arte no es un artículo de primera necesidad, porque en 12 años no ha habido ningún Doliente que diga: “El Talento de Nuestros Jóvenes es la primera cadena del eslabón de Humanidad para un verdadero cambio hacia la Paz”

Porque No hay un Grupo de Creativos y humanistas unidos a interesarse por cambiar esta cruel realidad. Todos individualmente confiesan: “Ya no sabemos qué hacer” No tenemos voces que nos representen, el gobierno actúa de forma unilateral para tomar las decisiones en estas áreas en las que no nos damos cuenta muchas veces ni que se está haciendo, ni qué pasa. ¿Quién vigila las inversiones Públicas para el arte? ¿A qué horas ponen las convocatorias? ¿Quiénes eligen lo que es mejor para el pueblo en cuestiones de arte? ¿Dónde están los humanistas, los creativos, los artistas, las agremiaciones? ¿Quién organiza este sector? O será también culpa de los mismos, que derrotados se rinden ante cualquier tropiezo para no tomar responsabilidades en las acciones que nos compete a todos…

Hoy es una realidad que Valledupar adolece de un sistema artístico y creativo fortalecido para potencializar los recursos humanos que están perfilándose en las diversas disciplinas del arte, jóvenes con inquietudes, con ganas de poner al servicio de la sociedad su potencial artístico, didáctico, investigativo, pero necesitamos acompañamiento, Señores. ¡No se trata de buscar culpables! Sabemos que hay que hacer un re-ordenamiento. Sabemos que necesitamos organizar, dinamizar este sector que está virgen en Nuestra Querida ciudad de Valledupar, sabemos que tenemos que ponerle empeño, sin desfallecer (eso solo es de cobardes), sabemos que tenemos que agremiarnos, que tenemos que identificarnos, conocer quiénes somos, donde estamos, reunirnos, trabajar en equipo, buscar puntos de encuentro. ¡Un intento no basta! Los procesos duran meses, años, décadas, pero surgen, crecen, se maduran en el tiempo y muchas veces con obstáculos.

“La Tierra del Olvido” no puede habitar dentro de nosotros. Bellas Artes es el legado de que tenemos que fomentar para las futuras generaciones, estamos construyendo la historia.

 

Marianne Sagbini 

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