Opinión

Editorial: Las inconsistencias del Centro Cultural de la Música Vallenata

Redacción

06/07/2015 - 07:00

 

Editorial: Las inconsistencias del Centro Cultural de la Música Vallenata

El pasado miércoles 25 de junio salieron a la calle numerosas personalidades de la escena cultural valduparense con el fin de respaldar el gobernador Luis Monsalvo en el afianzamiento definitivo de su gran proyecto cultural: el Centro Cultural de la Música Vallenata.

La canción que marcó el momento fue: “Toda la culpa la tienes tú si lo dejas que se muera”, cantada desde la entrada de la gobernación en un intento de involucrar o comprometer el presidente de la nación, Juan Manuel Santos.

La realidad era apremiante: sólo faltaba un día para que empezara a regir la Ley de Garantías y, por lo tanto, la urgencia para concretar la asignación de más de $90.000 millones que requiere el citado proyecto era enorme.

A todo esto, la respuesta de la ministra de cultura, Mariana Garcés, fue contundente. Su presupuesto de $400.000 millones de pesos anuales no le permite asignar un monto tan importante para un proyecto de carácter local. Nada más y nada menos que la cuarta parte.

En el entorno de la Gobernación se hicieron críticas a la frialdad del Gobierno central en cuestión de respaldo y se apuntó incluso a ciudades como Bogotá o Medellín que han recibido cantidades de dinero más elevadas todavía para proyectos de semejante tamaño.

Llegados a este punto: ¿Qué impide que Bogotá termine de apoyar este gran proyecto? Lo cierto es que, por muy ambicioso que sea, aunque la música vallenata sea uno de los grandes pilares, el Centro Cultural de la Música Vallenata reúne unas inconsistencias que impiden un pleno respaldo desde un principio.   

El primero y más notable de las inconsistencias es su precio desmedido que, si se compagina con la falta de infraestructura vial y turística de la ciudad, termina siendo un gran argumento en su contra. Es cierto que ciertas ciudades como Medellín han recibido cantidades ingentes de dinero para proyectos igual de interesantes, pero Medellín es una ciudad altamente atractiva en materia industrial, turística y comercial, y eso garantiza un retorno sobre la inversión mucho más rápido.

Una solución a todo esto es reducir el valor del proyecto global y ajustarlo a la realidad. Vale más pájaro en mano que ciento volando. La otra opción consiste en proceder a la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata por fases para reducir el impacto sobre los presupuestos anuales: esto fue sugerido por la ministra de cultura pero el gobernador no pareció compartir la idea.

Las otras inconsistencias tienen que ver con el carácter excluyente del Centro cultural de la música Vallenata. Mientras algunas ciudades han aprovechado su ubicación geográfica para crear monumentos que incluyan a toda la región (o subregión) –es el caso de Barranquilla con el Museo del Caribe donde vienen a integrarse todas las expresiones culturales del litoral–, Valledupar se ha centrado exclusivamente en su música como elemento vertebrador (lo que excluye desde un principio a otras expresiones artísticas y/o culturales).

Un lema mucho más integrador, que podría ganar el apoyo de otras comunidades y mostrar el carácter natural de la región vallenata, es la Sierra Nevada. Un gran Centro o Museo de la Sierra Nevada donde se hable de los diversos pueblos que la conforman, así como la música vallenata, el resto del folclor cesarense y ribereño, las artes gráficas, y otras expresiones literarias, se impondría como una gran obra de carácter universal y altamente valorable para la región.

 

PanoramaCultural.com.co   

 

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