Opinión
Editorial: Las elecciones universitarias y sus interrogantes
Todas las miradas se centraron la semana pasada en las elecciones universitarias de la UPC y, siendo una institución tan importante, no queríamos dejar de reflexionar sobre este evento que influye en el desarrollo de una comunidad entera.
De las universidades salen nuevos ciudadanos: es decir jóvenes con ganas de aportar nuevas ideas, que ocuparán lugares destacados de la sociedad, que contribuirán a su crecimiento, que decidirán en las elecciones de los caminos a seguir para nuestro país.
Las universidades representan el futuro, ya que la educación es la base de una sociedad estable, justa y próspera. Pero también son el reflejo de nuestros pensamientos y de ciertas prioridades políticas actuales.
Como en todas las elecciones, existen distintas lecturas para los resultados. Algunas se centrarán en el desarrollo positivo de los comicios en la escuela de Bellas Artes, donde la calma y las buenas intenciones se impusieron durante todo el jueves 24 de mayo.
Otras lecturas enfatizarán los disturbios advenidos en la sede Sabanas de la UPC y la falta de confianza de muchos votantes ante unas elecciones que tuvieron que ser interrumpidas durante dos horas.
Más allá de opinar sobre si este proceso ha sido un éxito o una debacle, desde Panorama Cultural queremos abordar las preguntas y necesidades que estas elecciones han dejado al descubierto.
Muchos lectores han comentado los disturbios advenidos en los últimos días y exigido medidas que favorezcan la transparencia. Si el fin de las elecciones es generar un clima democrático y elegir los representantes de la población estudiantil, resulta imprescindible acompañar el proceso con medidas que favorezcan la seguridad, la libre expresión, la verificación de los programas planteados y el control de la financiación de cada campaña.
Un estudiante nos explicaba a través de las redes sociales que el clima de tensión en la sede Sabanas era el fruto de una frustración acumulada desde hace muchos años. Entonces, quizás debamos indagar en esas expresiones de frustración para entender el motivo de las contiendas del pasado jueves (y así encontrar una vía de mejora).
Algunas preguntas que pueden aportar transparencia a estos procesos electorales nos fueron sugeridas por un usuario que observaba de cerca las elecciones universitarias: ¿Cuánto dinero se invierte en las campañas de estos cargos ad-honoren? ¿De dónde salen estos recursos y cómo se recuperan? ¿Qué intereses representan esos candidatos y candidatas? ¿Qué mecanismos de control podrían establecerse para asegurar el buen y justo desarrollo de las campañas?
Responder a estas preguntas puede ser la forma de asegurar unas elecciones limpias y transparentes en los años venideros. Pero de momento, felicitemos a los ganadores que han recibido el visto bueno de los electores.
Esperamos que contribuyan al progreso de la Universidad y la implantación de un clima democrático dentro de las esferas educativas.
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