Opinión
Editorial: El valioso reconocimiento a una biblioteca kankuama


Concedido en pleno mes del Patrimonio, el reconocimiento otorgado por el Premio “Daniel Samper Ortega” a la biblioteca pública kankuaka de Atánquez es todo un logro para un colectivo de personas que dedica gran parte de su vida a consolidar una identidad cultural.
Representa también la gran visibilización de un esfuerzo que beneficia a la comunidad kankuama por los espacios de encuentro y diálogo que genera, pero también por la recuperación de un idioma, la transmisión de ciertos saberes y el reconocimiento del territorio físico.
Esta mención de honor es la premiación a un cariño y un compromiso que no siempre se perciben y valoran. Las bibliotecas son lugares que a menudo pasan desapercibidos, destacan por su silencio, y más si se trata de una pequeña biblioteca como la que aquí describimos, sin embargo, su aporte a la convivencia y al conocimiento colectivo es enorme.
En total, 6060 habitantes se benefician de esta biblioteca. Es una pequeña comunidad que ha ido integrando la biblioteca dentro de ciertas de sus prácticas tradicionales y en eso tiene mucho que ver el trabajo concienzudo y constante del coordinador Souldes Maestre quien recibe este reconocimiento como una motivación para seguir adelante en ese proceso de fortalecimiento cultural.
Además de ser una biblioteca pequeña, un lugar donde se encuentran libros y otros materiales didácticos, la biblioeca kamkuama es también un lugar de socialización. Aquí se discuten muchos temas, se pregunta y se buscan respuestas a asuntos de la infancia, la salud, la identidad, las costumbres y muchos otros temas de la colectividad. La biblioteca se ha convertido en un punto neurálgico de la vida comunitaria.
Como bien explica el coordinador Souldes Maestre, los niños encuentran en esta biblioteca un espacio para practicar ciertos juegos tradicionales, se recrean en presencia de otros mayores y entablan un dialogo entre generaciones, pero también desarrollan su imaginación creando y contando historias.
Con solamente dos años de existencia para esta biblioteca, el reconocimiento -que incluye una bonificación de 15 millones de pesos- llega en un buen momento para mejorar ciertos aspectos de las instalaciones, pero, sobre todo, para dar impulso a un proyecto de gran valor cultural y patrimonial.
Más allá de sus hogares, los jóvenes han encontrado un lugar que les ofrece nuevas perspectivas para el futuro, y los niños, sabedores del valor que esto supone, tratan de cuidarlo en lo posible. La biblioteca se ha convertido así en un epicentro del lenguaje, la exploración y el pensamiento. Es un tesoro de todos y para todos que ha sabido encontrar su espacio y ser aceptado como tal.
PanoramaCultural.com.co
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