Opinión
Hay que escoger al mejor
En esta campaña electoral a la gobernación se ha generado una discusión entre los seguidores de las dos campañas mayoritarias, que si se analiza con atención puede servirnos de guía para tomar una decisión acertada sobre quién debe regir los destinos del departamento, escogiendo a la mejor opción.
En esta discusión de seguidores se debate acaloradamente los pros y contras del doctor Arturo Calderón y del doctor Franco Ovalle y prima más el querer que la razón, pues algunos razonan con las ganas de que su candidato sea el elegido y, por tanto, magnifican las virtudes y minimizan los defectos o puntos débiles del de su predilección. Hasta ahí no hay nada nuevo bajo el sol, pues desde siempre la política se ha hecho así y uno de los insumos principales ha sido precisamente este tipo de debates insustanciales que no permiten ver más allá de nuestras narices.
En la actualidad se discute sobre la pertinencia del doctor Calderón y lo presentan como el candidato de pocos recursos económicos, tomando un poco el modelo con que el doctor Cristian Moreno Panezo ganó las elecciones después del garrafal error de su contrincante que lo negrió y menospreció por ser un pobretón. Ese tremendo y desafortunado error hizo que la opinión mayoritaria del departamento del Cesar se volcara solidariamente hacia el doctor Cristian Moreno y como una bola de nieve se fue creciendo y agigantando hasta el punto arrollador de obtener en las urnas una mayoría apabullante.
En el caso del doctor Calderón, sostienen los seguidores de Ovalle, la estrategia no ha funcionado, pues en otras oportunidades no ha jugado ese rol, antes por el contrario hubo una oportunidad donde él era el del dinero y los recursos y aun así perdió. Como argumento subsidiario, los seguidores del doctor Arturo esgrimen el caso de la familia Gnecco y en concreto atacan al actual gobernador arguyendo el papel de doña Cielo Gnecco como primera dama del departamento y aducen que el poder lo ejerce Ella y no el señor gobernador.
Los seguidores de Ovalle ven en su candidato a la gobernación a un hombre tranquilo, sereno, ecuánime. Ven a un hombre que con humildad y mucha prestancia plantea propuestas, señala problema y plantea posibles soluciones a dichos problemas. Observan a un candidato que escucha a los candidatos a la alcaldía y nutre su ideario tomando y mejorando algunas propuestas locales con las que se compromete y garantiza que en su mandato se hará obras y acciones que mejoren la realidad del departamento y de los municipios.
En el caso de los Gnecco, en vez de quitarle méritos a su candidato, antes por el contrario le suben puntos debido a que, sostienen los seguidores de Franco, que el departamento del Cesar, llegó al sur y a los municipios del Cesar en la primera y segunda gobernación del señor Lucas Gnecco Cerchar, y que el mandato de este señor, fue que se sintió la presencia del presupuesto departamental con la inversión en los municipios, sobre todo en los del centro y sur del Cesar y que el doctor Cristian Moreno cuando llegó a la gobernación mostro su identidad con los pueblos del centro y sur e inició una serie de obras (restaurantes escolares, salas de informáticas, baterías sanitarias, pavimentaciones, vías, micro empresas de pesca en cautiverio, pie de cría de especies menores y mejoramiento de razas vacunas, entre otras) que engrosaron la infraestructura municipal y dieron solución a múltiples problemas que aquejaban a la población.
Sostienen los seguidores de Ovalle que el doctor Luis Alberto Monsalvo continuó la senda y superó con creces la inversión en los municipios, y que en su haber de obras realizadas se puede contar entre otras (escenarios deportivos, pavimentación de carreteras, construcción de viviendas, parques, pavimentación de calles, construcción de hospitales, centros de salud.) es decir el gobernador actual fue pródigo en inversión en todos los municipios a lo largo y ancho del Cesar.
Por tanto los seguidores de Ovalle creen que con esta senda de obras y buenas acciones se le marca al doctor Franco una ruta que le obliga a duplicar esfuerzos para no quedarse atrás cuando suba a la gobernación. Creen que en vez de afrentarlo por el apoyo del gobernador actual, antes por el contrario lo favorece pues el pueblo, el votante primario, el hombre y la mujer humilde, el del campo, el de la ciudad, el de los pueblos tendrá presente todas esas obras y esas inversiones al momento de votar y recordará la humildad, la serenidad y el carisma del doctor Ovalle para acompañarlo en las urnas.
Este 25 de octubre se sabrá a cuál escoge el pueblo. Ojalá la escogencia sea razonada y se haga sin brotes de egoísmo y acomodo personal, permita Dios que el pueblo razone y sopese las propuestas, los argumentos y libremente escoja lo mejor para el departamento del Cesar.
Diógenes Armando Pino Ávila
Sobre el autor
Diógenes Armando Pino Ávila
Caletreando
Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).
4 Comentarios
Llevo un tiempo leyendo esta columna que, hasta ahora me parecía relativamente constructiva, sin embargo, con este artículo hemos llegado a un nivel inesperado de miopía y falta de sensatez en el análisis. Se olvida el autor que son 3 los candidatos a la gobernación? Sugiere acaso que haya que descartar desde un principio a Imelda Daza de la escogencia? Porque si es así, estamos ante un caso de intransigencia y violencia insospechados...
Sólo hay un buen camino...
Si se lee el comienzo verá que solo se habla de las dos campañas mayoritarias.
* La sensatez parece primar en este análisis, sin embargo en el fondo se privilegian dos posiciones tradicionlistas y politikeras, pues no hay alternativas, como lo dice el lector; la izquierda no cuenta; por ello habrá y seguirá la abstención en casi ya un 50%, el promedio histórico electoarl de los últimos 50 años; sino hay alternativas democráticas, limpias y sin marrullerías politikeras, quizá se alcance un guarismo sin precedentes de más de un 80%, pero en ese caso los resultados serían rechzados por los que siempre han gobernado con sus ínfimos porcentajes... Sigue el debate; NO Botes Tu Voto ... ¡Bon Sort!!
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