Opinión

Se crea un festival y se pierden amigos

Jorge Nain Ruiz

16/10/2015 - 06:00

 

La condición humana es compleja e indescifrable, permanentemente vivimos reclamando de los demás ponderación, equilibrio, equidad, ecuanimidad y, especialmente, imparcialidad cuando se trata de organizar o juzgar en una competencia.

En los festivales vallenatos que se crean para estimular a quienes hacen e interpretan esta musica ocurre un fenómeno curioso: muchos artistas y potenciales participantes se imaginan que si en la organización del festival se encuentran algunos amigos, eso les dará ventaja, lo mismo ocurre cuando se percatan de que conocidos o amigos integran la nómina del jurado calificador.

Quiero hoy compartir un par de anécdotas que me han ocurrido a lo largo de los años en esa afición de hacer festivales. La primera fue por allá a principios de los noventa, en mi pueblo natal La Loma de Potrerillo, cuando se nos ocurrió la idea de crear el Festival de Canciones Samuel Martínez.

Sabíamos que el principal propósito del festival era servir de vitrina e incentivar a los jóvenes del pueblo a seguirle los pasos al gran juglar Samuelito Martínez, pero también sabíamos que en ese momento no existían en el pueblo suficientes compositores e intérpretes como para sostener un festival, entonces el mayor número de participantes había que traerlos, y eso hicimos, reclutamos músicos en Valledupar.

El problema se dio ya que, como los invitábamos personalmente, estos pensaban que teníamos una especie de compromiso con ellos en otorgarle algún premio y, al parecer, daban por descontado y seguro que con algo de platica regresarían al Valle. Al finalizar el Festival unos ganaron y otros perdieron, como es lógico este último grupo siempre es mayor, lo triste de todo esto es que muchos de estos amigos duraron meses y hasta años para volvernos a hablar, pues quedaron muy resentidos.

Después de 25 años aún persistimos en organizar este tipo de eventos y el mes pasado realizamos en Bogotá la segunda versión del Festival Vallenato Corazón Caribe, desde cuando iniciamos la promoción un compositor viejo amigo, rescató mi teléfono y me llamaba casi a diario para felicitarme por tan maravillosa idea, me causó gran alegría que gracias al festival había rescatado a un amigo y hasta me contó las ganas que tenía de concursar en canción inédita, lo que me agradó y celebré.

Todo era color de rosa con ese amigo hasta cuando se dieron los resultados finales y su canción no quedó entre las ganadoras, así se perdió la amistad, el respeto y la consideración y nacieron las diatribas y ofensas por redes sociales, parece que por culpa del Festival rescaté a ese amigo pero solo por unos días. ¡Qué triste!

 

Jorge Nain Ruiz

@JorgeNainRuiz 

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Editorial: Leer es mi cuento en vacaciones

Editorial: Leer es mi cuento en vacaciones

Para el que ha descubierto las virtudes de la lectura, todo momento en presencia de un libro es maravilloso. En la madrugada, antes d...

Elogio a la lógica

Elogio a la lógica

Ivanna llegó a mi habitación a compartir su alegría de haber aprendido a contar del uno al veinte. Su forma particular, pero certer...

La Riohacha amada. En retrospectiva

La Riohacha amada. En retrospectiva

Un pequeño poblado, de unas cinco o diez calles polvorientas, a lo sumo, con una plaza central que, según las fotos que vi en la sa...

A propósito del día del agua: ¿Salvemos el río Guatapurí?

A propósito del día del agua: ¿Salvemos el río Guatapurí?

Todas las mañanas, bien temprano, Aníbal Martínez Zuleta solía tomar rumbo hacia las aguas del río Guatapurí, en varias ocasiones...

La imposibilidad del socialismo

La imposibilidad del socialismo

  Lo que nos caracteriza a los seres humanos son nuestras acciones, tenemos una creatividad ilimitada que usamos para modificar el pr...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados