Opinión

El carnaval electorero en mi pueblo

Ha culminado una vez más otro "proceso democrático" en donde los residentes en el terruño hacaritama, pudimos observar la más cruda realidad, de la política comarcana, reflejo fiel de todos aquellos males, de los cuales se halla infestado el proceder ciudadano, a lo largo y ancho del territorio colombiano.

El hecho de haber participado en estas justas electorales, en mi calidad de aspirante al Concejo de Ocaña, me sirvió para comprobar, cuan terrible es el accionar de los políticos tradicionales, que acuden a todas las prácticas posibles para alcanzar un botín, para ellos muy codiciable, pues está en manos su futuro económico y social, más no el del territorio en el cual se mueven a sus anchas.

Los partidos, en el sentido estricto de la palabra, hace mucho dejaron de existir, solo se mueven maquinarias electorales, con intereses incalculables, que con base en arreglos predeterminados, repartos burocráticos, contraprestaciones contractuales, han de gobernar a su antojo, pues para ello tienen también a su favor, a lema alguno, gente indeseable incrustada en diversas posiciones de los poderes constitucionales, las cuales han de servirles en los momentos cruciales, para absolverlos de toda culpa para que sigan delinquiendo sin que ello implique problema alguno, y como decía Unamuno, "olivas y aceitunos, todos son uno".

Cuánta necesidad tiene Colombia de una verdadera legislación, clara y transparente en materia electoral, pues la que existe en la actualidad, son retazos aparentes de legalidad, que en la práctica son desbordados por corruptos lacayos, al servicio de delincuentes. Quien pretenda aspirar a lograr una curul, acudiendo al voto de opinión, como en realidad debe serlo, exhibiendo una Hoja de Vida que merezca realmente el visto bueno de los electores, así como propuestas serias, inteligentes y aterrizadas, que se baje de esa nube, pues aún a estas alturas, la compra descarada de votos, las mentiras hábilmente disfrazadas, el populismo ramplón, las altas cantidades de dineros invertidos en "publicidad" política comprada, que nublan las mentes de millares de gentes necesitadas, que solo miran la solución ocasional o transitoria de una necesidad, pero no de sus problemas vitales.

Quien participe ingenuamente en las "justas electorales", debe tener muy claro, que solo tiene 2 opciones: la primera, es la de invertir sumas escandalosas en su campaña, lo cual no se ha de compensar, en relación a lo que ha de devengar posteriormente. El objetivo se centra en alcanzar una curul, desde la cual, podrá aprobar o improbar Acuerdos que favorezcan intereses particulares, asociados con el Ejecutivo. Ejemplos existen muchos, no hay necesidad de citarlos, sino mirar a su alrededor y sacar su propia conclusión.

La segunda opción, está en ser mesurado en sus gastos de campaña, ir en busca de sus potenciales electores, tratar de explicarles, si éstos lo permiten (rara vez), lograr convencerlo con argumentos,  y esperar que no tenga compromisos previos o que no sea sincero, que es algo muy común, pues para ser franco y pensante requiere una condición humana elevada, no blandengue o acomodada.

La lección que he recibido, después de muchos años de haberme preparado, de poseer unos valores y una determinada experiencia, no fueron factores vitales para alcanzar el objetivo, no de dinero, poder o fama, sino de servicio decente y honesto para hacer de mi Ocaña, una tierra de progreso y pujante. Espero que las nuevas generaciones se formen dentro de una ética deseable, y que la "cultura" imperante, sea renovada.

*Cali, Neiva y Bucaramanga han dado el mejor ejemplo al elegir sus Alcaldes, con el voto de opinión ciudadana, derrotando las maquinarias apestosas de los partidos tradicionales.

 

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi

Sobre el autor

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi

Reflector

Gestor cultural y comunicador, Alejandro Gutierrez De Piñeres y Grimaldi expone en su columna “Reflector” anécdotas y sentimientos valiosos acerca de la Cultura Vallenata y el mundo de hoy. Un espacio idóneo para la reflexión y la memoria.

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